Facebook, a cada momento que pasa, va creando más y más controversia, y la decisión de hacer que Whatsapp pueda compartir nuestro número de teléfono con la red social es sólo la más reciente de todas las decisiones que ha ido tomando desde que comprara la aplicación de mensajería instantánea.
Si ya nuestra privacidad es algo que se está diluyendo como el T-1000 en la piscina de lava (especialmente con los movimientos de Google), ahora Facebook le ha pegado un martillazo en toda la cabeza a lo que queda de nuestra privacidad. Está claro que con esta medida no van a ganarse muchas simpatías (al menos no entre los usuarios comunes y corrientes).
La esencia de Facebook y la publicidad
Facebook tiene una burrada de años, es de las redes sociales más antiguas de la era de la informática, y nuestro adorable y "muchimillonario" Zucky la creó (o eso pienso yo) con la intención de que los conocidos se mantuvieran en contacto de la forma más completa posible, dando la oportunidad, incluso, de compartir fotos para que, en los reencuentros, al menos se puedan reconocer.
¡Incluso te dejaban chatear como si tal cosa, como aquel que te manda un mensaje privado en un foro! Pero la cosa se fue desviando poco a poco hacia compartir parte de nuestros datos con los completos desconocidos que son las empresas (que puede que no las conozcan ni en su ciudad). Ahora Facebook es algo así como un enorme muro publicitario en el que, con suerte, puedes ver fotos de tus familiares.
En mi opinión, la esencia de Facebook era la de que nos mostrásemos a través de fotos a nuestros amigos y familiares, pero eso se fue perdiendo a medida que aumentaba la codicia de los ejecutivos de la red social. Como he dicho en el párrafo anterior, Facebook ahora es un muro publicitario en el que a veces ves fotos de tus contactos.
La compra de Whatsapp, excesivamente sospechosa
Hace unos años surgió una bonita aplicación para móviles llamada Whatsapp, que nos permitía chatear con nuestros contactos sin necesidad de gastarnos dinero de nuestros minutos o SMS, simplemente debíamos tener una conexión de datos. Por alguna razón esta aplicación se hizo arrebatadoramente popular.
Zucky puso, en alguno de los pocos momentos que tenía libres de tanto contar billetes, los ojos en esta aplicación, y vió negocio a pesar de era el rival imbatible de Facebook Messenger. Zucky le ofreció un pastón a los ejecutivos de Whatsapp y se unieron en monetario matrimonio hasta que los desacuerdos o la bancarrota les separe.
Ya por entonces muchos usuarios empezamos a tener algunas sospechas, todo ello a pesar de las declaraciones de Facebook de que no cambiaría nada, que seguirían siendo servicios completamente independientes. Sí, tan independientes como un canguro recién nacido, igualito. Al principio, eso sí, parecía cumplir con su palabra.
Está claro que este último movimiento no es para mantenerse completamente independientes, y tampoco nos pilla por sorpresa en realidad, ya muchos sospechábamos desde el momento en que se anunció la compra que habría un acercamiento del uno al otro y la red social se aprovecharía de la aplastante popularidad de Whatsapp para llevarnos al lado azul de la fuerza.
¿Puede este movimiento tener algún tipo de consecuencia inesperada?
Lo que todos tenemos claro es que con esta medida de Facebook nuestra privacidad se hunde un poco más en las arenas movedizas y no hay palo lo bastante fuerte como para sacarla de ahí. Ahora quieren conocer nuestro número de teléfono para sugerirnos más publicidad (como si hubiera poca ya) y contactos que lo mismo nos caen hasta mal.
Pueden suceder cosas realmente terroríficas como las que acabo de mencionar, pero luego está la posibilidad del robo de datos, porque los hackers que tengan malas intenciones tratarán de buscar un agujero por el que meterse, acceder a nuestro número de teléfono que Whatsapp ha compartido, y de ahí a nuestro terminal para armar un cristo de dimensiones épicas.
Vale, es tremendamente difícil, especialmente porque a los que no somos personalidades importantes no nos van a prestar demasiada atención, pero tanto Facebook como Whatsapp son aplicaciones que son usadas también por personajes públicos que suponen una enorme tentación para aquellos con malas intenciones.
¿Cómo se puede luchar contra esto?
Está claro que si no tienes cuenta de Facebook o no eres usuario de Whatsapp (o ambas cosas al mismo tiempo), esta medida no te va a convencer precisamente para que las empieces a usar. Pero si ya eres usuario de ambas, también puedes evitar que esta medida se aplique a tí, al menos en gran parte.
Únicamente tendrías que seguir este tutorial, muy sencillo, y listo. Eso sí, ya han avisado de que aunque no compartas tu teléfono con Facebook, algo de información de Whatsapp sí que llegará a la red social, así que de cualquier manera estás forzado a "disfrutar" de alguna de las novedades de la red social dueña de Whatsapp.
No sé hasta qué punto es legal por mucho que cambien las condiciones ni si con esto están abusando de su posición como red social al obligarnos a compartir incluso información que no queremos que se comparta. ¿Cuál crees que es el verdadero propósito de Facebook al obtener algunos datos de Whatsapp?
En Xataka | WhatsApp empieza a compartir tu número de teléfono y conexiones con Facebook
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