Después de muchos años con el ecosistema de Apple, cuando Google Assistant llegó a España en forma de altavoz inteligente allá por 2018, le di una oportunidad y lo compré. Lo hice por varios motivos: quería probar eso de usar un asistente para casa, su homólogo de Apple era notablemente más caro y el ecosistema de marcas compatibles con Google era (y es) más amplio. Me seducía eso de hablar con un asistente y que este hiciera tareas en mi hogar inteligente por mí. Ilusa.
Estamos en 2024 y observo la llegada de Gemini a los productos de Google con optimismo porque mi experiencia con Google Assistant deja bastante que desear en lo global y en mi casa particularmente: lo uso en Android Auto porque es lo más seguro cuando voy en coche, en el móvil me sirve para convertir moneda y hacer alguna llamada cuando tengo las manos ocupadas y en casa el asistente de Google se me ha quedado corto.
Google Assistant está a años luz del asistente de Her y se nota
Vaya por delante que no es solo culpa de Google: tengo también altavoces Echo con Alexa y recientemente he comprado un HomePod Mini y al final más o menos siempre es lo mismo: falta comprensión de la forma de hablar natural humana, falta contextualización y a veces, la cosa simplemente no funciona. De hecho, hasta lo de preguntarle dudas lo uso con cuentagotas: más de la mitad de las veces me responde algo que no tiene nada que ver, así que para perder el tiempo y mandarlo callar, saco el móvil y lo googleo.
Sí, me vienen bien para tareas extremadamente sencillas y simples como poner temporizadores y alarmas, pero para eso mi madre tiene una gallina con un reloj que giras el tiempo que necesitas y listo. También para música, pero no es tanto por sus cualidades sonoras sino porque están ahí, enchufados y en escucha. De hecho, mi altavoz Sony inalámbrico de hecho suena mejor que mi Google Home Mini (tiene todo el sentido: tiene una configuración de altavoces internos mejor, es lo que tiene comprar el más barato), pero eso supondría tener que ir hasta donde está y encenderlo.
¿Y la domótica? Mención especial merece este apartado porque, como el propio título indica, prácticamente solo uso Google Assistant para encender y apagar luces. Tras años intentando hacer algo con la Roomba, al final me costaba menos ir a la app y ponerla en marcha y ese es solo un ejemplo. Además, he empezado a poner sensores porque creo que el auténtico hogar inteligente es el que es autónomo, pero desde luego, que el asistente no te entienda no ayuda en nada.
Sin embargo, al César lo que es del César: no sé si es que las opciones de la iluminación inteligente son más sencillas y restringidas en cuanto a funciones y localización, pero en ese escenario, el asistente de voz da la talla. Veremos qué pasa cuando el 'Her' de Google, llamado Project Astra, acabe reemplazando a Google Assistant. Lo espero con los brazos abiertos porque quiero hacer algo más que apagar y encender las luces. Ahora sí que pinta a revolucionario.
Portada | Eva Rodríguez de Luis para Xataka (análisis Google Nest Mini)
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