Sabíamos que Netflix está decidida a acabar con las cuentas compartidas, no en vano considera que limitan su capacidad de crecimiento. Y ya sabemos cómo lo hará: todos los perfiles asociados a la cuenta familiar deberán conectarse al menos una vez al mes a la WiFi del domicilio principal. De no darse el caso Netflix puede bloquear la reproducción del contenido.
2023 es el año en el que veremos un cambio de paradigma en el sector del streaming multimedia. Las cuentas familiares, esas suscripciones más caras que todas las plataformas potenciaron para ganar en clientes aprovechando que estos las compartían, ahora son un problema. Empresas como Netflix se volvieron más tiquismiquis, incluso cuando ellas mismas alentaron la apertura de las cuentas familiares. Toca ir diciéndoles adiós a como las conocíamos.
Tendrás que conectarte a la WiFi principal
Hasta ahora Netflix había utilizado el seguimiento de las direcciones IP para determinar qué perfiles eran los principales y cuáles los secundarios. Por las pruebas efectuadas en determinados países de Sudamérica, Netflix distinguía entre la reproducción desde la IP del dueño de la cuenta y el visionado a través de direcciones distintas. De encontrar esta disonancia, Netflix obligaba a abonar un extra por cada IP diferente; lo que equivalía a una cuenta compartida.
Por lo mostrado en la página de ayuda de Netflix, la empresa seguirá distinguiendo por direcciones IP a la hora de determinar qué perfiles tienen compartida la suscripción, pero añade un elemento mucho más difícil de esquivar: la conexión obligatoria a la red WiFi del domicilio principal. Esto es, todos los usuarios de una cuenta de Netflix tendrán que conectarse al menos una vez cada 31 días a la red WiFi determinada como principal.
Netflix analizará las direcciones IP y también las redes WiFi de conexión en la web y en las aplicaciones. Gracias a este doble control de acceso, la empresa sabrá con seguridad qué cuentas son familiares realmente y cuáles se utilizan para compartir el acceso al contenido. Y podrá bloquear la reproducción en aquellos perfiles no autorizados, de momento no obligará a un abono extra por cuenta compartida. Esta opción será una alternativa.
Con la obligación de conectarse a la red WiFi principal al menos una vez cada 31 días Netflix no impide viajar a otro país y seguir viendo el contenido, por lo que seguirá siendo posible abrir el catálogo de otros territorios con herramientas como los VPN. Y podría suponer el final de las cuentas compartidas para dividir el gasto de suscribirse: si Netflix quiere puede determinar con precisión quiénes utilizan el servicio de manera no autorizada. Veremos si finalmente pone en práctica los bloqueos o se limita a avisar, como hace Spotify.
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