POCO C65, análisis: si me preguntan por un móvil barato, este de Xiaomi estará seguro

Con 2023 a pocas semanas de echar el cierre, nos encontramos con el que previsiblemente será el último móvil barato de Xiaomi del año. Se trata del POCO C65, la versión global del Redmi 13C que llegó a España para competir no sólo en este final de año, sino también de cara a 2024.

Sobre el papel, apunta a ser uno de esos móviles buenos y baratos, pero teníamos ganas de ponerlo a prueba más allá de su hoja de especificaciones. Porque sí, su ficha de características dice que es un móvil sencillo, pero nada mejor que la experiencia de uso para ver hasta qué punto lo es y para qué perfil de público se orienta.

Ficha técnica del POCO C65

Un gigante más ligero de lo que parece y dos 'peros' en la pantalla

Lo primero que observamos al tener el POCO C65 es que se trata de un teléfono bastante grande, aunque sorprendentemente ligero. Tiene casi 17 centímetros de alto y casi 8 de ancho, por lo que no es ni mucho menos un teléfono compacto, pero en relación a ello sus 192 gramos hacen que no se sienta especialmente pesado.

Eso sí, que no sintamos que llevamos un ladrillo encima no quiere decir que sea cómodo. Cuesta manejarlo con una mano, aunque no es resbaladizo ni se sienten molestos sus bordes planos. Su tacto es agradable, aunque tampoco ofrece materiales premium, sino plástico. En el caso de la unidad en color negro que hemos probado, decir que no atrae huellas o polvo en general, aunque en la parte de las cámaras sí.

Lo de las dimensiones generosas también tiene un punto positivo en lo referente a que es ideal para el consumo multimedia.  Todo ello gracias a un panel IPS de también generoso tamaño con una diagonal de 6,74 pulgadas y a la que se agradece su refresco a 90 Hz. Aunque hay un par de "peros"; el primero es que su resolución HD+ se antoja insuficiente a estas alturas incluso en un móvil de gama de entrada como es este POCO C65. El otro es que sus ángulos de visión son malos y a poco que no estemos en frente del terminal, se pierde calidad.

Tampoco brilla -y nunca mejor dicho- cuando lo usamos en exteriores. Su brillo estándar de 450 nits es bueno para interiores, pero fuera de casa y con el sol incidiendo sobre su pantalla se ve francamente mal. Incluso los 600 nits de pico que alcanza en esa situación se antojan insuficientes. En lo personal debo decir que, aunque no sirva como excusa, no es el POCO C65 el que peor brillo ofrece de todos los móviles de este rango que he probado.

La parte positiva de la pantalla, aparte de su ya comentado tamaño si consumimos vídeo en ella, es que está muy bien calibrada para ver colores con mucho realismo sin necesidad de tocar nada en ajustes. Y eso en paneles IPS no siempre sucede. Lástima que si no estamos de frente se pierda calidad.

Para completar el apartado multimedia debemos referirnos a su único altavoz que impide que tengamos audio estéreo. El sonido de este altavoz es relativamente bueno en tanto en cuanto tenemos un alto nivel de volumen, pero no sin que arroje algo de sensación de sonido enlatado. Por suerte incluye Bluetooth para conectar auriculares inalámbricos y jack de 3,5 mm para los cableados, algo que además le permite tener compatibilidad con radio FM.

Rendimiento justo y sobresaliente autonomía en el MIUI de siempre

Sabiendo en la gama que nos encontramos, hubiese sido cuando menos descabellado esperar grandes alardes del chip. Sin embargo, debemos aquí emitir una queja a Xiaomi por la inclusión del Helio G85. Se trata de un procesador que ya era de perfil bajo en 2020. Y esto ya no es sólo sobre el papel, sino que se traslada también a la experiencia de uso.

Para ser justos, debemos reconocer que en tareas cotidianas funciona bien y no da problemas como cierres de apps o excesivas ralentizaciones. Aquí contar con 8 GB en nuestra unidad también remó a favor. Ahora bien, tampoco quiere decir eso que todo fluya a las mil maravillas.

El Helio G85 se ve mermado ya cuando tenemos muchas apps en marcha y/o nos da por usar juegos de alta exigencia. Sobra decir que no acepta los gráficos al máximo por las limitaciones que también tiene el panel, pero ni siquiera en los rangos más bajos de juegos como el 'Genshin Impact' ha logrado evitar la caída de frames.

Lo que sí nos ha sorprendido es que no se vuelve demasiado loco con la temperatura. Sí, se calienta, pero no hasta puntos preocupantes ni con tanta facilidad como nos ha sucedido con otros terminales que montaba este SoC, por lo que probablemente se haya tenido esto en cuenta para controlarlo a nivel de software y puede que también esté ahí la razón de la caída de frames.

Sobre estos datos, decir que intentamos de varias formas ejecutar el test de 3DMark, pero de serie viene bloqueado por Xiaomi, cosa que en otras aplicaciones de benchmark no nos ha sucedido.

Como sensores biométricos nos encontramos únicamente con un sensor de huellas en el lateral que es rápido y que no nos ha dado ni un fallo. Se encuentra en una buena posición para llegar bien con el pulgar y admite en su configuración la posibilidad de que baste con tocarlo (sin presionar el botón) para que se desbloquee, lo que agiliza aún más el proceso.

Por otro lado, tiene un reconocimiento facial deficiente, aunque es algo que no sorprende en esta gama. Al fin y al cabo, el POCO C65 no tiene sensores dedicados a ello y utiliza la cámara frontal para el reconocimiento y le cuesta mucho reconocernos incluso en situaciones de buena luz. Aparte está que, como ya indica la propia Xiaomi, se trata este de un reconocimiento más inseguro que el de la huella, patrón o PIN.

Bajó el capó de todo nos encontramos MIUI 14 basado en Android 13. Con HyperOS en el horizonte y con la duda de si llegará a terminales como este, es lo más avanzado que tiene Xiaomi actualmente de forma global. Lo conocíamos ya de otros terminales y, en general, bien en lo que a funciones y personalización se refiere. El problema es que viene con mucho bloatware. Demasiado. No sólo apps propias de Xiaomi, sino con una ingente cantidad de juegos y apps tipo LinkedIn que, por suerte, se pueden borrar (aunque lleva un rato localizar todas).

Entrando ya en términos de batería, decir que la autonomía es de lo mejor del POCO C65. Así lo hemos comprobado en diferentes usos. De forma normal, usando apps de mensajería, llamadas, GPS y demás perfectamente aguanta casi las dos jornadas de uso. Igual o incluso más destacable es el hecho de que con refresco a 90 Hz y en usos exigentes con juegos tipo 'Genshin Impact', videollamadas en Telegram y demás nos proporciona hasta 26 horas de autonomía (eso sí, con la noche de por medio).

Más agridulce, o mejor dicho, agrio es el sabor que deja su carga excesivamente lenta. El terminal está capacitado para cargas de hasta 18 W de potencia, lo cual no es nada del otro mundo, pero es que el adaptador que se incluye en la caja es de 10 W, por lo que está aún más limitado. De media hemos tardado alrededor de 2 horas en realizar una carga completa del 0 al 100%. Así que para evitar desesperarnos ante urgencias y sabiendo de su buena autonomía, lo mejor es cargarlo de noche.

Una cámara correcta, aunque sin grandes aspiraciones

En el apartado fotográfico, el POCO C65 cuenta con una app de cámara tremendamente sencilla. Demasiado, quizás, dado que apenas ofrece funciones adicionales y tampoco deja editar el orden de las diferentes modalidades de disparo que admite. En cualquier caso, cumple su función.

Lo importante está en el hardware y aquí lo que nos encontramos es una cámara destacada, una muy escueta y dos testimoniales. La buena es la principal trasera, compuesta por un sensor de 50 megapíxeles, aunque de forma estándar, el dispositivo dispara en 12 megapíxeles. La que calificamos como escueta es una correcta cámara selfie de 8 megapíxeles que cumple con su función, pero de la que tampoco podemos esperar maravillas.

Los otros dos sensores que encontramos son en la trasera, siendo un macro de 2 megapíxeles y un sensor de proximidad del que no se especifica ningún dato, aunque apunta a que ofrece idéntica resolución. Y mientras ese último ayuda a obtener mejores fotos en modo retrato, la lente macro ni siquiera tiene un modo especial en la app de cámara, por lo que al final no hemos podido ponerla a prueba.

Como ya veíamos anteriormente, el POCO C65 no cuenta con telefoto, aunque sí ofrece una modalidad 2x en digital que va más allá de ser un simple recorte del 1x. Como vemos en el anterior ejemplo, existe un procesado por software en el que se trata de ofrecer una mejor textura en los detalles, aunque al final se pierde mucha calidad y cambia ligeramente el balance de color respecto a lo obtenido con el 1x.

Más claro se ve este procesado cuando nos vamos al zoom digital máximo, que alcanza un 10x. Aquí la calidad cae aún más, pero dentro de lo malo, se aprecia un mayor suavizado que en el recorte que hacemos en el sensor principal.

El modo retrato no es para echar cohetes, pero tampoco para llevarse las manos a la cabeza. Es correcto y ya. Apreciamos un buen desenfoque, regulable después en los ajustes de edición, además de un buen recorte en general. Eso sí, no debemos obviar que falla en algunos puntos como el pelo, algo que desgraciadamente suele costar mucho incluso a móviles de gama media (y algunos de gama alta).

El selfie deja idénticas carencias a la cámara principal en lo que a calidad de los detalles se refiere cuando ampliamos. Por suerte, no se aplica ningún tipo de filtro de belleza ni nada similar, por lo que sí gana en naturalidad. Los colores, y aquí el HDR hace mucho, son también muy fieles a la realidad, por lo que se agradece que encontremos también los mismos puntos fuertes que en la trasera.

El selfie en modo retrato sorprende para bien. Sigue con idénticos pecados a las fotos normales, pero hace muy buen recorte para lo que sobre el papel se podía esperar. No es perfecto y así se aprecia en cierta confusión en el pelo, pero al final esto es en algo en lo que pecan incluso terminales más caros. No sé si es en este sentido el mejor retrato frontal de la gama económica, pero si no es así, estará muy cerca.

De la cámara de un móvil en condiciones de poca luz debemos esperar siempre una reducción de calidad y si además hablamos de una gama económica, más aún. Y así lo vemos en el POCO C65, donde se nota que apenas aumenta el tiempo de exposición. La calidad del detalle en el resultado final es mala por eso, pero de forma general no es tampoco una mala fotografía, ya que aporta la luminosidad justa para que tampoco se note una escena exageradamente iluminada.

Por descontado estaba que el selfie nocturno tampoco haría maravillas. De hecho, no existe modo nocturno para la cámara delantera. Generalmente lo que se hace es añadir una luz blanca proporcionada por la propia pantalla del móvil para que sirva como un extra de iluminación y nuestro rostro luzca mejor. No es el caso del POCO C65 y de ahí esos resultados.

En definitiva, nos encontramos una cámara principal solvente en la mayoría de escenas y unas acompañantes que no pasan de lo testimonial, aunque entendemos que el sensor de profundidad hará su papel en la mejora del recorte. Ahora bien, no perdamos el contexto de estar ante un móvil de gama económica y que, como tal, la calidad del detalle si ampliamos es más bien escasa.

Galería de fotos completa del POCO C65

POCO C65, la opinión de Xataka Android

Sucede algo curioso con Xiaomi en gamas medias y bajas, dado que en la mayoría de casos Xiaomi compite contra ella misma. En este POCO C65, que no deja de ser una submarca de Xiaomi, no hay excepción. Si nos ponemos a compararlo con otros terminales como el Redmi 12 (no confundir con Redmi Note 12 4G o Redmi Note 12 5G), vemos que pierde en apartados como el del rendimiento o la resolución de pantalla y encima a precios similares con ofertas.

Sin embargo, si obviamos al resto, no es este un mal dispositivo y tampoco con esos otros tiene unas diferencias abismales. Tampoco tiene carencias especialmente graves que nos impidan su recomendación. Nos hubiese gustado un procesador algo más potente, pero el Helio G85 se sigue desenvolviendo muy bien en tareas cotidianas.

De igual forma, la pantalla tiene defectos reprochables incluso para estos precios, pero tampoco supone un drama consumir contenido en transporte público o tirado en el sofá. A fin de cuentas nos encontramos con un terminal barato hecho para aguantar largas jornadas de uso sin perder de vista nuestros mensajes de WhatsApp, contenido de redes sociales, consumo de vídeo y GPS en el coche.

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