Me cansé de las capas de personalización y regresé a los Pixel con Android puro: vuelta a lo simple

Llevo en el ecosistema Android desde 2009 ó 2010, no recuerdo la fecha de forma exacta. Sí sé cómo empecé, saltando de mi Nokia N81 al HTC Hero, un teléfono con un concepto acerca del diseño bastante interesante y rompedor que la evolución de la telefonía ha acabado por enterrar bajo toneladas de prismas de cristal y metal.

Con el HTC Hero llegué a un sistema que aún no he abandonado en teléfonos móviles (en tablets es otra historia) y que me ha hecho pasar por muchas de las marcas que puedo recordar, y no hablo únicamente de los teléfonos que he analizado sino de los que he tenido en propiedad. De mis teléfonos personales. Y al final ha ocurrido lo que parecía inevitable viendo mis últimas experiencias: he caído en el terreno de los Pixel.

He probado capas de todos los cocineros

Imagino que no he sido el único al que le entró una fiebre incontrolable por probar ROMs de todo tipo en sus primeros tiempos en Android. Quizá se debiese a que entré en un punto, con el salto de Android Eclair a Android Froyo, en que las comunidades de cocineros estaban en plena explosión. Con mi HTC Hero me cansé pronto del Android de stock y vivía navegando por foros descargando y flasheando casi todo lo que encontraba.

Es posible que tuviese que ver el hecho de que Android estaba muy verde por aquel entonces y su aspecto gráfico dejaba bastante que desear. Pasar de Sense a Android stock era todo un drama así que experimenté y experimenté, no encontrando nunca lo que encontraba. Y con el tiempo, fui pasando de marca en marca.

Del HTC Hero pasé al Nexus One (también HTC) y de ahí a un Samsung Galaxy S, un Galaxy S2, un Sony Xperia T, un LG G3, un Nexus 5, un HTC One M8, un Xiaomi Mi A1, un Mi 9 y ahora un Pixel 5. Por capas y modelos no será. Probablemente me esté dejando algún modelo por el camino que no recuerdo y volverá a mi mente cuando este artículo ya esté publicado, y probablemente alguno esté desordenado. No tiene demasiada importancia, pues el quid de todo esto es el recorrido por el mercado de capas de personalización, algunas aderezadas con ROMs cocinadas y el resto con imágenes originales.

Cada capa me ha aportado algo especial y único, pero ya era hora de volver 'a casa'

Durante ese tiempo también pasé por infinidad de launchers para obtener tal o cual estética, o tal o cual funcionalidad. Al final, como creo que puede haberle ocurrido a muchos usuarios viendo el volumen de descargas de la Google Play Store, acabé dando con mis huesos en Nova Launcher, y le fui fiel hasta que decidí que quizá estaba algo cansado de experimentar y me mantuve en un MIUI 12 sin personalizar hasta que decidí regresar a los orígenes. A lo simple.

El Pixel 5: el sabor de lo más sencillo

No puede decirse que mi entrada en Android se produjese a través de un Android puro, pues la HTC Hero contaba con Sense. Pero sí que probé algunas ROMs de stock y mi siguiente paso fue con el Nexus One. Desde entonces, mi viaje siempre fue capa tras capa mientras Android maduraba a buen ritmo, y la versión más pura quedaba únicamente para algunos modelos que analizaba por trabajo. Quería Android puro para mí, y finalmente lo hice.

Como detalle hacia mi persona, cuando tenía claro que quería comprarme un Pixel Google decidió que no vendería el Pixel 5 en España. Solución: importarlo a través de eBay. De Alemania a mi bolsillo. De nuevo un regreso a Android puro de la mano de un teléfono que, hasta el momento, me ha dado todo lo que necesito y más.

Con el Pixel 5 he aterrizado directamente en Android 11 aunque tras el programa de betas ya estoy en Android 12L, y el día a día con él me ha demostrado algo que ya pensaba cuando lo probaba con pequeñas pinceladas: la 'personalización' de los Pixel poco tiene que envidiar a capas más potentes, y su fluidez compensa incluso el no contar con un procesador de primerísima línea. Ahora podríamos hablar de quienes consideran que un Snapdragon 765 no es un chip potente, pero no lo haremos.

Lejos ya de los launchers y capas, en el Pixel 5 he encontrado el Android más maduro hasta la fecha con un Assistant cada vez más útil metido hasta dentro de los armarios y con detalles de software que Google regala única y exclusivamente a sus teléfonos. El Android puro de hoy dista muchísimo del de sus orígenes y lo cierto es que en estos momentos no me planteo abandonarlo ni a corto ni a medio plazo. Toca invertir las tornas y probar capas por trabajo en lugar de convivir con ellas en mi entorno personal.

Tras muchos años 'picando' aquí y allá, he decidido volver a lo básico y regresar a los Pixel y a Android puro.

Y como regalo adicional, hacerme con el Pixel 5 ha supuesto tener en el bolsillo una de las mejores cámaras del mercado así que tengo todo lo que puedo necesitar. Fluidez y potencia, una estética sencilla, buena fotografía y una buena autonomía. Confío en que el Pixel 5 sea mi casa durante al menos un par de años hasta que toque cambiar, ya veremos cuál será mi destino. Pero una vez que he vuelto a lo sencillo, será difícil que quiera "complicarme la vida" de nuevo en el futuro. Quién sabe.

Éste ha sido mi viaje, no tiene que coincidir con el tuyo. Por suerte, hay casi tantos tipos de usuarios como de capas de personalización y todos tenemos nuestras preferidas. Las mías, por suerte o por desgracia, han ido cambiando, evolucionando. Y ahora quiero simpleza.

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