Llevo diez años intentando completar una colección de pines de Android, que se dice pronto, pero vayamos por partes. Si nunca has estado en un Mobile World Congress de Barcelona, casi seguro no tendrás ni idea de qué estoy hablando. Google es uno de los expositores que acuden al MWC y, aunque normalmente no suelen presentar ninguna novedad en la feria, son de los que más protagonismo tienen y la culpa la tienen los pines.
Cada año, Google reparte distintos pines de Android por los stands de la feria y los asistentes que hagan la colección completa pueden llevarse un regalo. Servidora lleva yendo al MWC desde 2012 y este ha sido el primer año que he conseguido la colección completa. Así funciona este curioso juego y así ha sido mi experiencia.
Desde 2012 acumulando pines sin éxito
Mi primer MWC fue en 2012, cuando todavía se celebraba en Plaza España, y una de las primeras cosas que aprendí fue qué era eso de los pines de Android. Como decía, Google los reparte entre los stands de las distintas marcas y tienes que ir recogiéndolos para llevarte el premio.
El premio de cada año va cambiando. No recuerdo casi ninguno, pero sí sé que en 2019 daban un Google Home. Eso sí, los regalos son limitados. Por ejemplo, este año te podías llevar una mochila si eras de los 100 primeros, mientras que si eras de los primeros 700 en ir a recogerlo te llevabas un cargador inalámbrico de madera.
De hecho, recuerdo que en 2012 me contaron una historia acerca del año anterior que me dejó alucinada. Al parecer alguien hizo circular el rumor de que, además del premio oficial, Google iba a dar 10.000 euros al primero que consiguiera la colección completa. Os podéis imaginar la que se lió.
Pero no sólo es acumular pines y ya está, primero tienes que ir al stand de Google y recoger la cartilla o pasaporte Android. Es como una pequeña libreta en la que tienes el mapa dónde están distribuidos y un apartado para pegar las pegatinas que vienen con cada pin. Una vez tienes todas las pegatinas, puedes ir a recoger tu regalo.
Y por fin gané
Tengo que reconocer que todos los años decía "venga, que este año lo consigo", pero al final me quedaba a medias y nunca llegaba a completarlos todos. No es tan fácil como parece porque no todos los pines están disponibles el primer día, sino que algunos se pueden encontrar solamente a partir del segundo día. Esto, sumado a que (aunque no lo parezca) en el MWC se curra mucho, resulta en unas cuantas colecciones a medias.
Este año se han alineado varios factores a mi favor. Primero que casi todos los pines estaban concentrados entre el stand de Google y el Hall 3, que es donde pasamos la mayor parte del tiempo ya que es donde tienen el stand las marcas más grandes. Además, la colección este año era más pequeña que otros. En total, 35 pines, 25 el primer día y 10 el segundo. Para que os hagáis una idea, ha habido ediciones, como la de 2016, en las que había que recoger 84 pines.
Además, cada colección tiene una temática. Las ha habido de profesiones, deportes y mucho más. Este año, Google ha optado por unos pines más artísticos que representan 35 rincones de Barcelona como el parque de atracciones del Tibidabo, el parque Güell o el Museo Picasso. Diría que es la colección más bonita de todas las que he visto hasta ahora.
El segundo día de MWC llegué a la feria sobre las 9:15 y ya había cola para recoger el regalo (abre a las 8), así que no miento si digo que hay mucho interés en conseguir todos los pines. Sobre las 9:30 ya tenía los que me faltaban y me dispuse a recoger mi regalo. Tuve suerte y todavía quedaban mochilas, así que me llevé eso, el cargador inalámbrico y dos pines de Andy. Más tarde me dijeron que a las 10 ya se habían agotado todas, por lo que no sólo se trata de tenerlos todos, sino hacerlo antes que nadie (o al menos ser de los 100 primeros).
Una de las cosas más curiosas que se puede ver en el MWC es el 'trapicheo' de pines. Las azafatas de los stands los intercambian con los asistentes, altos ejecutivos buscando el pin que les falta... Todo el mundo juega.
Como decía, Google no suele presentar nada, pero con este juego consiguen atraer la atención de todos. Además, para conseguir los pines que hay en su stand tienes que participar en distintas demos, de forma que dan a conocer sus productos entre los asistentes. Sin duda una jugada de marketing de lo más ingeniosa que ya es tradición en el MWC.
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