Es público y notorio que la carga rápida en un móvil puede ser a la larga perjudicial para la salud de la batería. Sin embargo, no tiene nada de malo usarla y más en momentos en los que vamos apurados y necesitamos salir de casa con suficiente batería. Algo fácil en móviles que acepten altas potencias de carga, pero no tanto en otros.
Por desgracia, no existe ningún método que garantice que un móvil compatible con cargas a 15 W, por ejemplo, cargue igual que uno a 67 W. Sin embargo, sí se pueden aplicar algunos tips para acelerar el proceso más de lo normal. En momentos como los citados anteriormente, pueden ser vitales.
Cargarlo apagado siempre será lo más idóneo
Partimos de la base de que lo mejor para un smartphone que está cargando es que no se esté realizando ningún proceso en el móvil durante ese tiempo. Y no, tener el móvil bloqueado encima de una mesa sin usarlo no implica que no esté ejecutando tareas.
Siempre que el móvil esté encendido, se estará produciendo un consumo por los procesos que se ejecutan en segundo plano sin que ni siquiera seamos conscientes de ello. Por tanto, si te es posible, apágalo para acelerar la carga. La mayoría de smartphones permiten que, sin encenderlo (sólo pulsando el botón de bloqueo) se pueda ver el porcentaje que llevan.
Si no puedes apagar el móvil, aplica uno o varios de estos consejos
Evidentemente, apagar el móvil no siempre es una opción factible. Véase como ejemplo estar esperando una llamada o tener que enviar algún mensaje. En estos casos, lo recomendable es no tocarlo o usarlo lo justo y necesario durante el proceso de carga. Más aún si tenemos en cuenta que se puede calentar y encima estropear la batería.
También aconsejamos tener en cuenta estos consejos para que la carga sea lo más rápida posible, aunque sea a menor velocidad que con el terminal apagado:
- Activa la carga rápida en los ajustes si tu móvil es compatible con esta carga, ya que muchas veces viene desactivada y exige de activarlo. Esto se hace desde el panel de ajustes de la batería.
- Usa un cargador certificado y con la potencia adecuada. Ese segundo elemento es un tanto indiferente si el móvil no tiene carga rápida, pero el primero es importante para garantizar una carga segura y a la mayor velocidad posible.
- Usa también cables certificados, ya sean los originales u otros que hayas comprado.
- Usa un enchufe de pared, dado que están más preparados para proporcionar una corriente de carga más rápida que el puerto USB de un ordenador o de una powerbank.
- Cierra todas las aplicaciones que se estén ejecutando si no son necesarias, de forma que no estén afectando al consumo del móvil y sean contraproducentes para la carga rápida.
- Mantén la pantalla apagada y, en caso de tener la opción de ‘Always On Display’, desactívala para que esté completamente en negro sin un solo píxel funcionando.
- Desactiva el mayor número de conexiones posibles como el WiFi, Bluetooth y Datos Móviles. Puedes incluso activar el modo avión para limitar de golpe esas conexiones.
- Desactiva las notificaciones y silencia el móvil. Podrás hacer todo esto con el modo no molestar e incluso el modo descanso, haciendo así que tampoco la recepción de mensajes y llamadas afecten al consumo. Si es posible, desactiva también la vibración.
- Recarga la batería en un ambiente óptimo en lo que a temperatura y humedad se refiere, así evitarás que el dispositivo se caliente y, aparte de ralentizar la carga, afecte a la salud de la batería.
Ya advertíamos que no existen los milagros y no notarás que la recarga de la batería se produzca en tiempo récord y más sin tener un móvil compatible con carga rápida. Sin embargo, sí percibirás que en general carga más rápido que si estás usando el móvil sin aplicar ninguno de esos consejos.
Imagen de portada | Onur Binay en Unsplash
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