Tengo un Android y un aire acondicionado conectado a un enchufe domótico. ¿Podría construir un termostato con estos componentes para aclimatar el comedor de mi casa y así evitar las inclemencias de la ola de calor al volver al hogar? La teoría me decía que sí, pero había que probarlo. Y funcionó mejor de lo que pensaba.
No voy a sorprender a nadie si digo que hace calor, al menos si vive en el hemisferio norte: actualmente estamos pasando por una ola de altas temperaturas en España. Y claro, eso significa un mayor gasto del aire acondicionado; con la traducción a subida de la factura de la luz. Afortunadamente, yo tengo placas solares en casa y durante el día el aire acondicionado me sale a cuenta, todo lo contrario de lo que ocurre por la noche. Debía hacer algo.
El sensor de temperatura del móvil puede servir como termostato
Parto del principio: para proteger los componentes del teléfono de las elevadas temperaturas, los fabricantes montan distintos sensores con los que el sistema mide constantemente los grados a los que está funcionando. Por lo general, los smartphones integran un termómetro en el procesador, también en la batería. Y los datos que arrojan estos sensores se pueden utilizar como disparador de apps.
Sabiendo lo de los sensores me planteé una duda: ¿podrían reflejar los cambios de temperatura en el ambiente para así medir los grados que hay en una habitación? El termómetro del teléfono no está pensado para eso, pero, ya que el móvil se mantiene en la estancia, debería de reflejar la temperatura del aire donde se encuentra siempre y cuando no esté ejecutando tareas con la pantalla apagada. Con esta suposición eché mano de una de mis apps preferidas: MacroDroid.
La aplicación puede automatizar numerosos procesos en función de disparadores, situaciones que se dan en el móvil y con las que éste puede interactuar. El sensor de temperatura es una de ellas: MacroDroid puede activar funciones dependiendo de la temperatura que alcance la batería del teléfono. Sobre el papel es perfecto para utilizarlo como termostato. Con la práctica pude corroborarlo.
Pasando a la práctica: así se configura un viejo Android como termostato para el aire acondicionado
Los sensores de temperatura integrados en los smartphones captan la oscilación en grados de la estancia con suficiente precisión como para utilizar el teléfono de termostato. Eso sí, dicha precisión tiene holgura: durante mis pruebas aprecié una diferencia con la realidad de 0,5-1 grados. Teniendo en cuenta las temperaturas que hay actualmente en mi casa, me parece un margen de error bastante pequeño para lo que buscaba: convertir un Android en termostato para activar y desactivar el aire acondicionado.
Para la tarea usé un Nothing Phone (1), el sensor de temperatura de la batería respondió muy bien al experimento. Instalé MacroDroid en el móvil, tengo el aire acondicionado conectado a un enchufe domótico y lo configuré para que funcionara con Gemini. Con todo listo logré que el aire acondicionado se encendiera y se apagara conforme a la temperatura de la habitación:
- Abrí MacroDroid y seleccioné «Añadir macro».
- Le di al «+» en los disparadores.
- Fui hasta «Batería/Energía» y pulsé en «Temperatura de la batería».
- Le di a «Aceptar» en «Incrementar/Disminuir», marqué «Aumenta a» y seleccioné 26º C. De esta manera MacroDroid se dispara cuando la temperatura del teléfono suba a 26º C; lo que marcará el encendido del aire acondicionado.
- Fui hasta las acciones y le di al «+».
- Entré en las acciones del dispositivo y añadí «Búsqueda por voz».
- Volví a darle al «+», entré en «Macros» y pulsé sobre «Espera antes de la siguiente acción». Elegí dos segundos, tiempo más que suficiente para que Gemini ponga la oreja.
- Por último, pulsé sobre el «+» de nuevo para añadir una tercera acción: «Hablar texto», dentro de «Acciones del dispositivo». Escribí en el campo de texto «Enciende el aire acondicionado».
- Le di nombre al macro y lo guardé: con él el móvil mide la temperatura de la batería, activa el disparador cuando la temperatura sube de los 26º C, lanza el asistente de Google y habla para darle la orden. Como ya tenía el enchufe domótico configurado en Assistant el resultado fue un móvil Android convertido en termostato casero.
- Siguiendo los pasos anteriores, registré un nuevo macro para que se disparase al descender la temperatura hasta 22º C. El texto a pronunciar por el teléfono fue el de «Apagar el aire acondicionado». Termostato completado.
Todos los valores son configurables, puedo ajustar las temperaturas que desee. Después sólo me quedó poner el móvil siempre fijo en una zona tranquila del comedor, lo dejé enchufado y me aseguré de quitarle el máximo de aplicaciones con la idea de que el funcionamiento propio del teléfono no alterase la temperatura captada por el sensor de la batería. Una vez aclimatado el móvil al ambiente de la estancia, las fluctuaciones del sensor fueron acorde con las variaciones de temperatura.
¿Puede sustituir un viejo Android a un termostato? He comprobado que sí. Aunque el aire acondicionado necesita un enchufe capaz de activarse en remoto, algo que tampoco es demasiado caro. Pese al lógico margen de error y el retardo en aclimatarse a la temperatura de la estancia, lo cierto es que el truco funciona.
Imagen de portada | Iván Linares
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