No es algo habitual, pero puede ocurrir: que te compres un teléfono y acabes dándote cuenta de que es falso. Las imitaciones existen en muchos productos y la telefonía no es excepción, por lo que no serías el primero en caer en la trampa si te dan una de estas sorpresas.
Vamos a ver cómo detectar este tipo de falsificaciones, que pueden darnos un susto al hacernos comprar un dispositivo completamente diferente al original. Aunque por fuera nos pueda parecer idéntico a simple vista, estas son las claves que nos pueden hacer sospechar.
Comprando desde China: los clones
Por supuesto no hablamos aquí de los fabricantes que vienen desde china e intentar competir con el resto de igual a igual. En general todos los teléfonos gamas alta llegan con imitaciones de parte de otros fabricantes de origen chino que se dedican exclusivamente a eso. Un par de nombres conocidos son Goophone (que llegan a lanzar las imitaciones antes que el propio producto llegue al mercado) o Feiteng.
Peor lo que nos podemos encontrar, en general, al navegar por portales de origen chino son otro tipo de imitaciones realizadas para dar lugar al engaño. En muchas ocasiones la denominación no está clara. 'GT-N9006' podría parecer una versión del Note 3, que tiene una denominación similar (GT-N9005 para el modelo a la venta en europa). La realidad es que se trata de una versión de muy inferiores características, y como éste aparecen cada vez que aterriza un nuevo gama alta.
Por tanto, hay que ser precavidos, a menudo estos teléfonos se venden en unas especificaciones de apariencia similar (pantalla 5.7" Quad Core 3G), y consiguen acercarse lo suficiente estéticamente al producto original si no lo tenemos al lado para contrastar.
Pero como podéis suponer no pasamos de teléfonos que cuestan en fabricarse un tanto a venderse por menos de esa cantidad. La factura de componentes se reduce de cabo a rabo.
Donde más rápidamente podemos notarlo es en la pantalla de los dispositivos, que en el caso de las Amoled es obvio (las LCD por las que las sustituyen suelen ser de pésima calidad). Por supuesto también en su interior, introduciendo chips MediaTek de gama baja o incluso falseando el apartado de software, diciendo que lleva unas versión de Android que no incluye.
Sé precavido de a quién le compras y cuidado con las ofertas 'demasiado buenas'
Pero a veces incluso hay quien se desprende de estos teléfonos en el mercado de segunda mano, e intenta hacerlos pasar por los teléfonos originales. De hecho, deberíamos evitar, o al menos asumir, este tipo de vendedores y tiendas sin garantías o posibilidad de devolución.
Como en casi todo, el sentido común manda, y más vale estar atento si no queremos caer en la trampa. Como sabemos, nadie da 'duros a pesetas'. Si nos venden el último HTC y sospechosamente se acerca a pesar medio kilo, o tiene un tacto diferente, más errores de lo normal, baterías más pequeñas (miniaturizar es difícil y no lo hace cualquiera, para mantener el tamaño exterior podemos llegar a ver baterías más estrechas) o procesadores que no dan la talla, sospechemos.
Lo mejor aquí si sospechamos es tener un teléfono idéntico al que queremos comprar para medirlos frente a frente. Si nos parece que un teléfono puede no ser el original, es por que probablemente no lo sea. No importa que nos estén intentando vender con una caja y factura original, si el teléfono no lo es.
Algunas de las falsificaciones adulteran incluso las especificaciones que tiene el dispositivo. De forma que no podremos saber fácilmente cual es el procesador del teléfono, por mucho que nos fijemos en aplicaciones como CPU Z, Antutu u otras aplicaciones de Benchmarking.
Comprueba el IMEI
Pero poniéndonos en el peor de los casos, suponiendo que ya nos hemos hecho con uno de estos teléfonos, siempre nos queda la prueba de fuego: verificar el IMEI. El IMEI (Identidad de Equipo Móvil Internacional, por sus siglas en inglés), el algo así como el pasaporte de estos dispositivos. Este código es único, y cada teléfono está listado con una de estas sucesiones de 15 números.
A menudo podemos encontrar este número en las facturas de compra, cajas del terminal o en éste mismo. Con solo pulsar en la aplicación de teléfono *#06#
, debería aparecer. Los teléfonos falsificados carecen de IMEI o lo llevan falsificado.
Para comprobarlo, nos puede ser de utilidad verificarlo en alguna base de datos online. Y como siempre, si nos hemos equivocado, probablemente no seamos los primeros ingenuos en todo internet. Googlear puede ayudarnos a encontrar casos similares con detalles que nos pueden venir muy bien a la hora de preveer este tipo de situaciones.
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