Pipo M9 Pro, análisis

La popularización de Android como sistema operativo que cualquier fabricante puede usar ha hecho que veamos dispositivos y marcas de todo tipo. En el caso de China a veces resulta imposible seguir todas y cada una de las marcas que se animen a lanzar móviles y smartphones. Muchas veces sabemos de su existencia por tiendas online.

Dentro de esa casi infinita masa de fabricantes chinos hay uno que se ha hecho un hueco en muchas plataformas online: PiPo. Un nombre que deja un poco frío pero que cuenta con algunos representantes bastante interesantes y donde el precio es uno de sus principales valores. En Xataka Android hoy analizamos el PiPo M9 Pro, un tablet de diez pulgadas bastante interesante.

Especificaciones técnicas

PiPo M9 Pro : Especificaciones
Pantalla IPS de 10 pulgadas, Corning Gorilla® Glass 2
Resolución FHD 1920x1200
Procesador Rockchip RK3188
Procesador gráfico Mali-450 MP
RAM 2 GB
Memoria 32 GB
Versión Android 4.2.2 Jelly Bean
Conectividad Wireless 802.11b/g/n, Bluetooth 4.0, Dual SIM
Puertos de expansión MicroUSB (OTG), Mini HDMI, ranura micro SD
Cámaras Frontal: 2 Mpx / Trasera: 5 Mpx
Dimensiones 240x172x10,8 mm
Peso 590 gramos
Batería Batería Li-ion 7800 mAh
Acceso a Google Play Sí, de serie
Precio 220 euros

Sobre el papel, nos encontramos con las ya arquetípicas especificaciones técnicas de un smartphone o tablet chino. En el procesador nos encontramos un Rockchip RK3188 de cuatro núcleos a 1,8 GHz. Por rendimiento, anda por debajo del gran rival a batir para muchos: Qualcomm con su Snapdragon 800. Aún así, su rendimiento como veremos luego no es despreciable.

Lo que más destaca es la resolución, 1920x1200 píxeles en 10,1 pulgadas que nos demuestran que este tipo de compañías son capaces de montar un panel que vaya más allá de los ya bastante cortos 1280x800 píxeles. Por lo lo demás tenemos las clásicas especificaciones de un dispositivo Android que podemos considerar sobre la media pero sin llegar al techo técnico actual.

Un punto a su favor lo encontramos en la conectividad. En la parte superior del tablet nos encontramos un puerto HDMI, un puerto USB para transferir archivos, la carga se hace a través del clásico conector redondo de corriente de 5V y un lector de tarjetas microSD para ampliar sus 32GB de memoria interna. Todo esto con la capacidad de compartir la pantalla por Miracast gracias a un Android 4.2 Jelly Bean de serie.

Diseño

No se puede decir que el PiPo M9 Pro sea un alarde de originalidad. Por delante presenta el clásico aspecto de tablet con esquinas redondeadas y marco negro. Nada que no hayamos visto ahora y es que, honestamente, el frontal tampoco da mucho más de sí para ser creativos.

Una relación de tamaño peso algo ajustada, no es el más ligero y aunque no termina de ser pesado sí que le sobran unos cuantos gramos. Tampoco es el más fino pero entra dentro de la media y no parece que estamos cogiendo la pantalla de un portátil, correcto, cómodo en mano y con las conexiones bien integradas en la parte superior.

Sin embargo en el diseño de la parte de atrás es donde más se nota la falta de innovación por parte de PiPo. Echadle una foto a la imagen que hay justo arriba. ¿No os recuerda a algún otro tablet? Exacto, este fabricante chino ha calcado la trasera de los Samsung Galaxy Tab para darle el mismo aspecto de metal pulido.

Para mejorar el agarre, en los laterales tenemos unas superficies rugosas que hacen que el tablet sea imposible que se te resbale en la mano. Algo exagerado en la textura pero no resulta incómodo. A pesar de la falta de originalidad, la construcción es buena y no es un detalle que importará a muchos usuarios potenciales de este modelo.

Pantalla

Como decíamos cuando repasábamos las especificaciones de este terminal, uno de los aspectos que más destaca es la pantalla. Parece que por fin podemos dar paso atrás a los escasos 1280x800 píxeles y tener una buena densidad sin necesidad de comprar un tablet tope de gama.

Montando un IPS, es capaz de ofrecer las características táctiles de cualquier tablet convencional: multipunto en hasta diez puntos y capacitiva. El ángulo de visión es casi completo y no se pierde apenas calidad cuando giramos el dispositivo. Sin embargo, el problema de la pantalla es otro: los reflejos.

El cristal frontal que salvaguarda el panel refleja mucha luz y cuando estamos en la calle o en situaciones de mucha luminosidad se resiente. No hasta el punto de que no se puede usar pero sí lo suficientemente incómodo para que tengamos que estar girando el tablet para encontrar el ángulo apropiado. Es cierto que muchos dispositivos adolecen de este problema pero en este PiPo M9 se nota algo más.

En lo que respecto a la resolución hay que decir que rinde excelente y ver vídeo, fotos o leer texto es una gozada. Puede que no tenga el procesador más puntero, como veremos luego, pero se agradece el esfuerzo de PiPo por poner una pantalla de garantías que sirva como motivo para decantarse por él y no por otro.

Rendimiento y autonomía

Pasamos al rendimiento donde nos encontramos una de cal y una de arena. Por un lado tenemos un procesador de cuatro núcleos a 1,8 GHz firmado por Rockchip. Es lo suficientemente potente para abrir la mayoría de juegos y aplicaciones pero detrás de este rendimiento en apariencia intachable nos encontramos pequeños fallos.

Pequeños tirones, ciertos elementos gráficos donde la GPU debería sacar músculo a veces no terminan de ir correctamente… Nada grave pero hay que tener en cuenta que estamos ante un tablet que no busca luchar por lo más alto sino ofrecer especificaciones competentes a un precio más accesible. Veamos los datos sobre el benchark.

Pipo M9 Pro, RENDIMIENTO
AnTuTu 17.781 puntos
Quadrant 5.024 puntos
Vellamo HTML 5: 1.560 puntos
Metal: 480 puntos
3DMark Ice Storm (720p): 2.403
Ice Storm Extreme (1080p): 1.540
Epic Citadel High performance: 32,4 fps
High quality: 32,1 fps
Ultra high quality: no disponible

Como se puede apreciar, muchos de los datos que arrojan estas aplicaciones de medición pone a este dispositivo al mismo nivel que los smartphones y dispositivos punteros de hace un año y medio. En lo que respecta a la autonomía nos encontramos con 7.800 mAh de batería y la promesa de ocho horas de funcionamiento. La realidad es algo diferente.

En reproducción de vídeo hemos logrado sacar casi cinco horas con el brillo en automático y sin conexión WiFi. Navegando por internet y alternando el uso con algunos juegos hemos logrado sacarle algo más de siete horas pero nunca llegando a lo que PiPo promete. No son malas cifras pero ahí quedan.

Software

En la parte del software nos encontramos con un Android 4.2 Jelly Bean con ninguna personalización en el apartado gráfico. Todo bastante limpio y respetando las líneas de diseño originales. Eso sí, PiPo nos introduce unas cuantas aplicaciones que podemos usar o desinstalar a nuestro gusto.

Por un lado tenemos Family Launcher, una modificación del escritorio que intenta acercarnos la estética de Windows 8 al mundo Android. Luce mejor en fotos que en mano y es que las ralentizaciones que tiene son palpables desde que empezamos a movernos por él. Completamente prescindible.

Más allá de este launcher tenemos unas cuantas aplicaciones que aportan algo más de valor: un explorador de archivos y una suite de IncStage que incluye un álbum de fotos, un lector de eBooks, una especie de diario online y una aplicación para crear presentaciones en Power Point. No son las mejores pero tampoco estorban en la memoria del tablet.

La sensación que nos deja al final el tablet en este apartado es que PiPo no nos quiere poner ataduras con la personalización y prefiere que seamos nosotros quienes dedicamos a poner a nuestro gusto el tablet sin ningún tipo de límite más allá del que ofrece el propio sistema operativo Android.

Cámara

Suele ser, con razón, el apartado que más cojea en un tablet y es que por mucho que insistan algunos turistas, no es la mejor herramienta para tomar fotos. La frontal tiene todo el sentido del mundo para videoconferencias pero la calidad que ofrece para dicho fin aprueba con un suficiente raspado.

En la parte trasera nos encontramos con cinco megapíxeles y un sensor bastante sensible a los cambios de luz. Bien para fotos de exteriores pero olvidaros de fotografiar a vuestra mascota dentro de casa. Un apartado en el que no se suele destacar y donde el PiPo M9 no viene a romper esta tradición.

Conclusiones

He de reconocer que, como usuario final, el formato de diez pulgadas en un tablet ya no me resulta atractivo pero dejando de lado mi opinión como usuario he de decir que la solución que ofrece es bastante competente y es una opción a tener en cuenta para quien busque un tablet económico de este tamaño.

Lo que más destaca es su pantalla que a la hora de reproducir vídeo y juegos es bastante buena. Los brillos le quitan un poco de valor al acabado final pero no acaba siendo un impedimento. Es potente, pero la gama media está tan asentada que su rendimiento apenas luce y los tirones que da tampoco ayudan a tal propósito.

Una opción recomendable si lo que queremos es un reproducir multimedia y un dispositivo para consumir contenido. Nada más y nada menos, es fácil encontrarlo por un precio que oscila los 200 euros, bastante menos que muchos tablets de marcas ya asentadas. No queremos dar lugar a confusión: recibes lo que pagas, ni más ni menos. No es lo más puntero pero para muchos es más que suficiente.

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