Asus Padfone Infinity se pasea por nuestras manos (y nuestra cámara)

Ayer mismo presentaba Asus su nueva dualidad teléfono-tablet en un movimiento bastante apurado por volver a la altura en la gama alta de seguir al día en el mercado. Y es que el Padfone 2 se presenta hace apenas cuatro meses y ya está vitaminado. Se trata del Padfone Infinity y lo hemos probado en Xataka Android.

Básicamente se trata de una actualización del concepto a este 2013, con una pantalla Full HD 1080 en 5 pulgadas con un Snapdragon 600 en el corazón del smartphone que da vida a ambos. Se mantiene en los 2GB de RAM vistos en el Padfone 2 y, a decir por su nombre, no parece que vayamos a asistir a una renovación del Infinity como tablet autónomo.

Una de las sensaciones que comparten los nuevos smartphones de pantalla generosa es su ligereza. El peso del nuevo Padfone Infinity es de tan sólo 6 gramos superior al Padfone 2, siempre hablando del teléfono. Esta impresión es inmediata, teniendo en cuenta que la batería se sube hasta los 2.400 mAh (+260).

Mantiene básicamente su grosor, bajando 0.1 milímetros y sintiéndose bastante fino, aunque las líneas de este teléfono son fundamentalmente rectas, lo que le hace ser más constante, a diferencia del borde en bisel del Padfone 2.

Con su Snapdragon 600 a bordo, del que ya hemos visto de qué es capaz, no hace falta tampoco comentar que se mueve con absoluta fluidez, a la que también favorecen sus 2GB de RAM y su Android 4.1.2 (Jelly Bean), aunque se dice que saldrá a la venta con Android 4.2.

Montándolo en el tablet, que se sube también al Full HD (1920x1200), el conjunto se sube también a los 671 gramos, 22 por encima del Padfone 2, añadiendo los mismos 5.000 mAh con su consecuente añadido en autonomía.

En general, la respuesta que hemos encontrado en el smartphone es bastante buena, y por seguro tengo que lo será a su lanzamiento, aunque con algunos aspectos todavía sin pulir relativos a su rendimiento. Aspectos como la navegación web quizás no sean todo lo propios del SoC que lo alimenta.

Este y otros problemas como la conexión con el tablet que se ha hecho de rogar han sido las mayores pegas en un equipo que debería estar bastante ultimado para su puesta a la venta, donde está etiquetado para su lanzamiento en el mes de abril.

Pero en general, la sensación con esta pareja entre tablet y smartphone es bastante buena, el móvil encaja a la perfección en su 'slot' y se queda anclado con firmeza. Extraerlo es sencillo, simplemente tirar de él, y se continúa con - casi - todas las tareas que se estaban llevando a cabo.