Cada vez que me dirijo a probar un producto nuevo, no puedo evitar sentir cierta curiosidad cuando se trata de algo diferente. Me pasa mucho con los smartphones tope de gama que siempre buscan innovar en algo pero hoy me toca tener en mis manos algo diferente, asequible. Un producto que con el precio que tiene no hay mucho que pensar a la hora de comprarlo, más allá de si realmente tienes ya uno parecido en casa.
Estoy hablando del Amazon Fire, el tablet Android más barato de la compañía hasta la fecha. 59,99 euros, si no nos importa ver publicidad cuando el dispositivo esté en reposo. Un dispositivo modesto que pasa por nuestras manos durante un rato, momento que aprovechamos para contaros qué nos ha parecido y qué es lo que podemos hacer. Nos ha sorprendido, para bien.
Fire no oculta lo que es. De hecho, lo muestra orgulloso porque sabe que jugar al despiste y dar la sensación de ser un dispositivo que no es no le ayuda. Es parco pero funcional, como todos los dispositivos que lanza Amazon. No es ligero, es algo pesado, pero no es algo importante.
Apuestan por un plástico negro sobrio donde las fundas serán las encargadas de darle un poco de color. Al tacto es agradable pero el acabado quizá no es el más acertado ya que la ligera rugosidad de la parte trasera resbala mucho. Los marcos tienen un tamaño correcto para que podamos colocar los pulgares cuando lo cojamos con dos manos.
El altavoz, en la parte trasera, es algo tosco y la calidad de sonido no es del todo buena pero es suficiente. Toda la botonería se sitúa en el marco horizontal superior: robusta, con poco recorrido. Tras jugar con él un rato no hay dudas de que es un dispositivo de Amazon (más allá del logo que hay en la trasera). Es funcional, perfecto para quien lo que le importa está en su interior porque ahí es donde este Fire tiene más que ofrecer.
Un FireOS más Android: en la buena dirección
Cuando se filtraron las primeras imágenes de FireOS vimos que la interfaz tenía algunos cambios. La botonera en la parte inferior era calcada a la de Android y la distribución de contenido era diferente. Sí, no es un espejismo: el fork que desarrolla Amazon se ha vuelto un pelín más Android y esa es sin duda una gran noticia.
Fire se olvida de ese launcher pesado y mal ordenado para ofrecernos todo el contenido en páginas. La navegación ahora es mucho más rápida cuando pasamos de un contenido a otro. Se nota el esfuerzo que han hecho para que todo vaya mucho más fluido y sea más funcional.
En la página principal tenemos todos los accesos directos a las aplicaciones que más usamos. A continuación empieza todo el despliegue de contenido digital que tiene Amazon: aplicaciones móviles, libro, música… Anima a que exploremos y busquemos cosas nuevas en las diferentes categorías.
Si lo que queremos es un tablet para consumir contenido sin más, FireOS resuelve muy bien la papeleta. El catálogo que hay disponible es suficiente para estar horas entretenido pero a poco que seáis adictos a los servicios de Google descubriréis que muchas de las cosas que normalmente usáis en Android aquí no están. De hecho, es un poco frustrante (aunque comprensible) que haya que pagar dos veces por el mismo contenido en dos plataformas diferentes.
Hay pequeños detalles que nos gustan: como el nuevo sistema de notificaciones. Más Android, menos FireOS, esto se traduce en tener unas ventanas más pequeñas pero con la información más concisa. Todo es más familiar y aunque no hay forma de saber qué versión de Android hay de serie, nos gusta lo que vemos.
No lo olvidemos: es un tablet de 59,99 euros
Cuando un tablet vale tan poco, es evidente que hay compromisos, algunos de ellos bastante importantes y el Kindle, por supuesto, no está exento de ellos. La pantalla es brillante, sí, pero la sensación que da a la vista es la calidad de un panel de hace unos cuantos años, cuando los tablets se siete pulgadas se vendían prácticamente solos.
Perfil de color un poco pobre, se nota el pixel… Al menos hay detalles importantes en los que cumple, como la respuesta táctil y la ya mencionada alta luminancia. No es perfecta, tampoco quiere serla, de hecho es bastante justa. Cómoda para jugar, ver vídeos pero a la hora de leer texto no me ha causado buena impresión.
Probamos un juego sencillo, Crossy Road y a pesar de su sencillez (son modelados 3D muy sencillos) se nota que no va del todo fluido. No interrumpe la partida ni altera el juego pero sí que se notan pequeños tirones en las animaciones. Hacemos alguna prueba más con Geometry Dash y más de lo mismo.
Volvemos al menú de inicio y hacemos algunas pruebas más con la interfaz y vemos que, efectivamente, hay algo de lag en algunas animaciones o los tiempos de respuesta de algunos botones (como clicar sobre un libro para que se descargue de la nube) congelan durante un brevísimo periodo de tiempo el dispositivo. Nada grave pero habrá que tener un poco de paciencia con él.
La cámara tampoco es uno de sus fuertes, es cierto que solo hemos podido hacer fotos en interiores con luz artificial pero la cantidad de ruido de las imágenes nos hace pensar que la vamos a usar muy poco. Al menos la interfaz para hacer imágenes es sencilla y aprovecha bien el tamaño de la pantalla.
¿Y la publicidad?
Como ya sabréis, el Fire de Amazon vale 59,99 euros por una sencilla razón: introduce anuncios cuando la pantalla está en reposo. En las unidades que Amazon ha puesto a nuestra disposición hoy no había ninguno configurado con esta opción por lo que no hemos tenido oportunidad de ver cómo funciona, qué tipo de anuncios muestra y con cuánta frecuencia. Habrá que esperar al análisis.
La primera impresión es buena, siempre y cuando teniendo en cuenta que es un dispositivo de entrada. Apunta, por muy quemada que esté la expresión, a ser un regalo para estas Navidades. No para el usuario avanzado pero sí para quien todavía no tenga un tablet o, simplemente, para que no nos cojan el nuestro.
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