Google nos sorprendió a principios de marzo con el lanzamiento de la primera vista previa de Android P, una versión que anticipa algunas de las novedades que vendrán con la próxima gran actualización de Android que esperamos para finales de verano.
Como ya vimos en las primeras impresiones de Android P, esta entrega no supone un cambio radical con respecto a lo que teníamos en Oreo, sino que se centra en introducir una lista de mejoras y novedades más bien comedida, pero que esperamos aumente en sucesivas entregas. Ya ha pasado un mes desde que instalé la preview de Android P en mi Pixel 2 XL y me ha dado tiempo de sobra para saber qué es lo que más me gusta y lo que menos de lo nuevo de Android.
Lo mejor de Android P
Android P no trae novedades revolucionarias con respecto a Oreo, la actual versión, pero hay algunas funciones que he usado a diario en este mes y echo mucho de menos cuando manejo un móvil con una versión anterior.
El nuevo control de volumen es ❤️
El control de volumen es sin duda uno de los cambios más notables de Android P, y también uno de los que más me gusta. Además de tener un deslizador vertical que aparece cuando pulsamos los botones físicos, su funcionamiento facilita mucho ajustar el volumen de las distintas áreas del dispositivo.
Cuando quiero silenciar las llamadas y notificaciones sólo tengo que pulsar el boton que aparece en la parte inferior, donde puede elegir si quiero mantener la vibración o silenciarlo completamente. Si conecto unos auriculares Bluetooth también puedo ver el estado de la batería pulsando en el icono de las flechas que aparece justo debajo de 'multimedia' y si estoy viendo Netflix a través del Chromecast puedo ajustar el volumen de forma independiente. No es nada que no pudiéramos hacer antes, pero sin duda ahora está mejor estructurado.
La salvación para los que solemos tener la rotación de pantalla bloqueada
Lo confieso, suelo mirar el móvil un buen rato tanto cuando me voy a dormir como cuando me levanto. Eso de estar leyendo tumbado de lado es cómodo, pero como no bloquees la rotación de la pantalla puede ser un incordio, por lo que suelo dejar la rotación bloqueada para que la pantalla se quede en vertical.
Sea por el mismo motivo o por cualquier otro, si sueles tener la rotación bloqueada sabrás que es un incordio cuando queremos ver algo en modo apaisado ya que toca abrir el panel de ajustes rápidos y desactivarlo. Ahora con Android P no hace falta este paso. Por ejemplo si queremos ver una página web en horizontal, en la barra de estado aparecerá un cuarto icono que nos deja pasar a modo apaisado momentáneamente. Cuando hayamos terminado y pongamos el móvil en vertical de nuevo, aparecerá el mismo icono para que el contenido se adapte a la nueva posición.
No es una novedad increíble, pero a mí es de lo que más práctico me resulta. Espero que no desaparezca en sucesivas previews.
Las notificaciones de mensajería molan, aunque en algunas apps más que en otras
Las notificaciones de Android Oreo ya nos daban muchas opciones y ahora con Android P hay una mejora enfocada especialmente a las apps de mensajería. Podemos responder mensajes directamente desde el desplegable y ver imágenes a tamaño completo, pero no sólo eso, sino que además tenemos respuestas predefinidas para ir más rápido. Si alguien nos saluda, podemos pulsar directamente en 'Hola' y ahorrarnos teclear.
La parte mala, o menos buena, es que esta función no está disponible en cualquier app. La tenemos en Mensajes o en Google Allo, pero no está en Telegram. Esperamos que en próximas versiones esta opción esté disponible en más aplicaciones porque resulta bastante cómoda.
Lo peor de Android P
No todo iban a ser alegrías. Android P también estrena algunas funciones que tienen bastante que mejorar, concretamente una. Antes de entrar al trapo hay que recalcar que estamos hablando de una versión preliminar, por lo que es posible que muchas de ellas acaben cambiando, pero de momento esto es lo que no me gusta de Android P.
El menú de ajustes rápidos, todo él
¡Wow nuevo diseño! Esto es lo primero que pensé cuando desplegué el panel de notificaciones y vi los nuevos ajustes rápidos de Android P. Normalmente los cambios estéticos son bien recibidos, sobre todo cuando estamos demasiado acostumbrados a un estilo. Al principio, recibí este lavado de cara con entusiasmo, pero se me pasó rápido.
El primer problema que encontré es que no hay acceso directo al menú Ajustes cuando desplegamos el panel, sólo cuando lo abrimos completamente con un segundo gesto de arriba a abajo (o deslizando con dos dedos, bastante incómodo) aparece el icono del engranaje.
La otra pega es que ya no podemos expandir ajustes como WiFi o Bluetooth para elegir la red o dispositivo al que queremos conectarnos. Ahora sólo podemos mantener pulsado sobre ellos para que nos lleve al apartado correspondiente en Ajustes, pero no existe un término medio. Que digo yo que vale que cambien el diseño, pero por favor que no quiten funcionalidades por el camino.
El diseño que en un principio me pareció fresco y renovado ya no me lo parece en absoluto, especialmente en el modo oscuro. El azul sobre blanco queda bien, pero sobre gris oscuro a mí me genera ansiedad. ¿No había otro tono de acento menos intenso? No sé a vosotros, pero hay iconos que a mí me cuesta distinguir y no soy miope.
Pero el modo oscuro no es el único problema. El diseño en sí resulta demasiado tosco, los botones son muy grandes, igual que la separación entre ellos. En general es un aspecto menos sutil y más infantil que recuerda al diseño de algunas capas personalizadas (hola MIUI).
Para verlo más claro basta por enfrentar el diseño de los ajustes rápidos de Oreo con los nuevos de Android P. Da igual que fuera el modo claro u oscuro, en Oreo había coherencia y elegancia, en Android P no hay ninguna de las dos. Aquí el gusto personal juega un importante papel, pero factores como que ahora el panel sea bastante más grande o que los textos no se lean bien en el modo oscuro son puntos negativos se mire por donde se mire.
Y ya está, esto es lo que menos me gusta de Android P y cruzo los dedos para que Google corrija antes de la llegada de la versión final. Pero aunque creo que esta parte tiene mucho que mejorar, de momento hay más funciones que me gustan que funciones que no me gustan y así espero que se mantenga en próximas entregas.
Como decía al principio, en general la nueva versión no aporta cambios radicales por lo que la experiencia de uso se asemeja mucho a la de Oreo, para bien o para mal. Esperamos que Android P sea una actualización con más novedades, siempre que estén bien implementadas, claro. Seguiremos informando.
En Xataka Android | Android P, primeras impresiones: evolución sin revolución (por ahora)
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