Después de un tiempo rumoreándose, HyperOS se anunció como el nuevo sistema operativo del popular fabricante chino, Xiaomi. Por suerte, hemos podido adelantarnos a su despliegue con las aplicaciones nativas, el nuevo launcher y el rediseñado Centro de Control.
Ayer mismo conocíamos cuál será el primer dispositivo que actualizará en su versión Global, y curiosamente no es de Xiaomi. De paso, la firma china desvelaba el despliegue para sus móviles, que empezarán por la gama alta y por uno de los superventas de la actual generación. Ahora, podemos conocer algunas de sus claves y promesas, que si terminan resultando en realidad, le permitirán superar a Android.
La maquinaria interna de HyperOS asusta
Con el anuncio del despliegue de HyperOS, Xiaomi ha aprovechado para desvelar también el sitio web oficial que nos da muchísimos detalles sobre el funcionamiento del sistema operativo. Que está basado en Android no es algo nuevo, pero no por ello lo hace menos apetecible.
En primer lugar, Xiaomi resalta el target del SO, y no son sólo los móviles. Con el lema "the 'Human x Car x Home' smart ecosystem", nos deja claras sus intenciones: quieren ir más allá del smartphone y convertirse en la plataforma elegida por los usuarios también en vehículos y como no, en nuestro propio hogar.
Como segundo reclamo para convencernos, empiezan las diferencias con el sistema operativo de Google. El fabricante asiático presume de optimización comentando que HyperOS "maximiza de forma eficiente una amplia variedad de capacidades de hardware de dispositivos para obtener el máximo rendimiento". ¿Qué nos quiere decir? Que los dispositivos que actualicen verán su hardware exprimido al máximo, para así sacarle partido a toda su potencia y capacidades.
Atención a lo que se viene: "fluido en todos los aspectos". Si hay un elemento determinante que mejora la experiencia de usuario, esa es la fluidez. Según Xiaomi, HyperOS mejora en Android hasta en un 17% la latencia media de programación para tareas críticas (elementos del sistema que son indispensables). No sólo eso sino que la latencia máxima la reduce en un 72%, cifra nada desdeñable. Estas promesas deberían otorgarle mayor fluidez al sistema operativo, que como veremos más adelante, la necesita para destacar las animaciones.
El kernel, ese elemento que es importante y pocas veces actualiza en Android, ha sido mejorado para hacerse notar en pequeños detalles de esos que importan: reduce en un 17% el retraso en la entrega de mensajes (un aspecto criticado en ciertas versiones de MIUI). De igual manera, mejora el rendimiento en el cambio de tareas, por lo que la multitarea será más potente.
Sistema de archivos mejorado, apartado estético y más almacenamiento libre
En relación al sistema de archivos (cómo gestiona el almacenamiento interno), Xiaomi vuelve a presumir de optimización: asegura un rendimiento continuo con el paso del tiempo, incluso en dispositivos con menos capacidad. Además, el tamaño de las actualizaciones OTA (las que llegan directamente al móvil) ha decrecido en un 79%, lo que será de utilidad en móviles con poco espacio.
Estas actualizaciones, que suelen tomarse un tiempo para dar la bienvenida a las novedades que llegan con ellas, tardarán bastante menos en instalarse: en porcentaje, del 24%. No sólo ocuparán menos espacio las actualizaciones, sino el sistema en sí mismo. Xiaomi compara HyperOS con MIUI, sacando pecho sobre el ahorro de almacenamiento, que ha pasado de 12.53 GB a 9.14, algo más de 3 gigas libres para el usuario.
Para ir terminando, nos muestra el apartado estético de HyperOS que sigue las tendencias de la industria: basado en lo material y natural, con animaciones renovadas, una fuente única (MiSans) y una pantalla de bloqueo personalizable (presente en las novedades de Android 14). Por último, se centra en la seguridad con soluciones en el hardware, y las opciones de privacidad que alberga (álbumes privados de fotos, reconocimiento facial, etc).
Todas estas novedades deben trasladarse a la práctica
De nada sirve que Xiaomi presuma -más allá de intentar convencernos para que dejemos Android y nos pasemos a su sistema operativo- si luego estas características no se aprecian en el día a día. Los aficionados a la tecnología estamos acostumbrados a este despliegue de novedades técnicas que prometen el cielo y terminan cayendo en saco roto.
Precisamente ahora, que Xiaomi tiene la urgencia de vendernos su "nuevo" sistema operativo, debe demostrarlo. Si consigue que estos cambios se aprecien en la práctica, ganará muchos adeptos rápidamente. No en vano, son muchos los usuarios que esperan con ganas el despliegue global, que se ha demorado algo más desde el primer anuncio.
Sea como sea, la popular firma de smartphones (y otros muchos dispositivos) se ha embarcado en una nueva aventura que le deparará muchos desafíos, pero a la vez le servirá para afianzarse en una industria cada vez más complicada. Los primeros pasos los dio Huawei con HarmonyOS, y ahora es el turno de Xiaomi con su HyperOS.
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