Todavía estamos digiriendo las novedades que nos ha dejado la conferencia Google I/O, que no han sido pocas. Hemos visto mejoras en Google Assistant, la nueva app Google Lens, tres nuevas funciones para Google Fotos y, por supuesto, Android O. Además, Google se ha sacado de la manga Android Go, una versión de la plataforma pensada para la gama baja.
Android Go se centra en tres áreas: optimizar el sistema, ofrecer aplicaciones más ligeras y cambios en la Play Store para priorizar las apps pensadas para terminales más básicos. Concretamente, Google habla de smartphones con 1 GB de memoria RAM o menos. Es una iniciativa pensada para mercados emergentes en los que la conectividad y el hardware están limitados, pero creemos que sería mucho más interesante una iniciativa para que los fabricantes subieran el listón del hardware para ofrecer una buena experiencia.
La carrera de la RAM no llega a todos...
Las especificaciones técnicas son una de las armas al alcance de los fabricantes para competir entre sí y a lo largo de los años hemos asistido a varias guerras. Lo hemos visto con los núcleos del procesador, con la resolución de sus pantallas, los megapíxeles y más recientemente con la memoria RAM.
Los 4 GB de RAM se han convertido en un estándar para la gama alta, algunos incluso suben el listón a 6 GB y ya hay quien se atreve con 8 GB. Sin embargo, cuando bajamos a la gama de entrada, la carrera por la memoria RAM brilla por su ausencia.
Obviamente, estamos hablando de smartphones económicos que no van a contar con el hardware más puntero, pero todo tiene un límite y creemos que en pleno 2017 ya es hora de dejar atrás los móviles con 1 GB de RAM. La tendencia del mercado va por ese camino, pero todavía son muchas las marcas que siguen apostando por configuraciones excesivamente básicas para su gama de entrada.
Como ejemplo reciente tenemos a los Moto C y el Huawei Y3 2017, terminales con precios y características igualmente ajustadas en los que ese solitario GB de RAM combinado con chipsets muy básicos auguran una experiencia de uso bastante mejorable. Si queremos un móvil que nos cueste sobre unos 100 euros y lleve como mínimo 2 GB de RAM toca rebuscar bastante, eso o irnos a marcas chinas como Xiaomi, Meizu o Nokia por citar algunas.
Android Go sigue haciendo falta, esperamos que no por mucho tiempo
Google asegura haber diseñado Android Go para 'los próximos mil millones de usuarios', un concepto que se refiere a aquellos mercados emergentes en los que una mayoría no puede acceder a una conectividad ilimitada ni tampoco se pueden permitir comprar dispositivos muy avanzados. En este escenario, Android Go tiene todo el sentido.
Además de que el sistema se optimiza para esos equipos más básicos, también vendrá de serie con aplicaciones especialmente diseñadas para consumir poca memoria y pocos datos. Un ejemplo es YouTube Go, que nos permite descargar los vídeos para poder verlos en cualquier momento, sin depender de la conexión, o Chrome con su función de ahorro de datos.
Otro punto será la Play Store. Aunque los terminales que salgan de serie con Android Go tendrán acceso a todo el catálogo de la tienda de Google, estará distribuido de forma que se destacarán aquellas apps que consumen menos recursos del sistema.
Sin embargo, a pesar de las ventajas, la llegada de Android Go no hace sino poner de manifiesto un desequilibrio entre un software que avanza a pasos agigantados y un hardware que no puede con todo, siempre refiriéndonos a la gama de entrada.
Nos parece genial que no se ponga límites a características como las pantallas 4K o los 8 GB de RAM en la gama alta, aunque no sean necesarias, pero ya va siendo hora de que los fabricantes suban el listón con sus móviles más básicos y aseguren una buena experiencia de uso. Mientras tanto, Android Go seguirá haciendo falta.
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