La mayoría de móviles Android se pueden clasificar según su gama, pero en el caso de los móviles Huawei, la mejor clasificación posible es entre los móviles de antes y después del veto del gobierno estadounidense. Los móviles de después del veto no incluyen los servicios de Google, los de antes sí.
Para salir del apuro, Huawei ha trabajado contrarreloj para tapar los agujeros dejados por la ausencia de Google y sus servicios en sus nuevos terminales, principalmente a través de HMS, sus propios sevicios. Esto, sin embargo, deja en una situación complicada a los móviles pre-veto de Huawei, que cada vez viven más en una dualidad Google-Huawei que no siempre acaba bien.
Como hemos llegado aquí
De Huawei, Google y Android han corrido ríos de tinta, aunque la esencia del tema se puede resumir en pocas líneas. En mayo de 2019, el gobierno estadounidense añadió a Huawei a la lista de entidades, impidiendo así a empresas del país hacer negocios con Huawei. Este veto impide a Google colaborar con Huawei, por lo que la compañía no ha certificado nuevos terminales a partir del 16 de mayo de 2019.
Sin certificación, Huawei no puede preinstalar en los terminales ni las aplicaciones ni los servicios de Google, y desde entonces los únicos móviles de Huawei que han venido con Google Play han sido refritos: modelos certificados antes del veto que se han relanzado con el mismo hardware y pequeños cambios estéticos, como el Huawei P30 Pro New Edition.
Ante este panorama, Huawei ha tomado dos caminos. Por un lado, empezaron a desarrollar su propio sistema operativo, HarmonyOS, aunque por el momento no han anunciado ningún teléfono que lo use en lugar de Android. Por el otro, Huawei ha tenido que reforzar sus propios servicios para reemplazar a los de Google.
Los móviles Huawei ya traían sus propios servicios desde antes de todo este drama, pero con un enfoque en occidente complementario y no suplementario a los de Google. Este cambio de paradigma ha supuesto que Huawei ha tenido que añadir a HMS muchas cosas que antes no tenía, y potenciar su propia tienda, Huawei App Gallery, que es la que viene preinstalada en los nuevos terminales.
De este modo, los móviles pre-veto se sitúan en una complicada situación intermedia, donde mantienen todas las aplicaciones y servicios de Google pero reciben también los nuevos y reforzados servicios de Huawei. Es una duplicidad todavía mayor a la de otras capas de personalización y que se hace especialmente evidente en sus tiendas.
Dos tiendas peleándose por gestionar las apps
Esta duplicidad de servicios es especialmente preocupante cuando las dos tiendas de aplicaciones: Google Play y Huawei App Gallery, se pelean entre ellas. En un móvil Huawei que tiene ambas tiendas instaladas, Huawei App Gallery se encuentra siempre al acecho, listo para ofrecerte actualizaciones para las aplicaciones que has instalado, independientemente de desde dónde lo hicieras.
Sobre el papel, el sistema no está mal: Huawei App Gallery comprueba si cuenta en sus archivos con una versión más moderna de la aplicación que acabas de instalar. De ser así, te ofrece actualizarla y, en algunos casos, la actualizará por sí mismo sin tu intervención. En la práctica, el resultado es complicado.
El problema es que Google y Huawei no tienen las mismas políticas sobre qué permiten hacer a aplicaciones y qué no, de modo que hay aplicaciones que publican versiones "más recatadas" de sus aplicaciones en Google Play de las que hay en Huawei App Gallery. De este modo, sucede que instalas una aplicación desde Google Play, se actualiza desde Huawei App Gallery y después Play Protect bloquea la actualización.
Para ser justos, este proceso no siempre es perjudicial. Discutiblemente, algunos cambios de políticas de Google Play han obligado a algunas aplicaciones a eliminar funciones para poder publicarlas en la tienda de Google. Por el momento, App Gallery es más permisivo, de modo que allí los desarrolladores pueden publicar versiones menos restringidas de las aplicaciones.
Un ejemplo práctico sucede con la popular aplicación grabadora de llamadas ACR, cuya versión de Google Play no tiene permiso para leer el nombre de la llamada entrante y organizar así las grabaciones. La versión publicada en la tienda de Huawei no cuenta con dicha limitación y, por tanto, incluye funcionalidad adicional.
Claro está, esto es una navaja de doble filo. Los cambios en las políticas de Google Play, si bien polémicos y en ocasiones algo más restrictivos de lo que nos gustarían, suelen estar ahí para evitar el abuso de desarrolladores sin escrúpulos. Esto se pierde cuando App Gallery actúa a rebufo de Google Play, actualizando las apps con sus propias versiones.
Un punto aparte es que las actualizaciones de App Gallery a veces no tienen mucho sentido, ofreciendo versiones anteriores de una aplicación que, por el modo en el que funciona Android, no se pueden instalar encima, sino que antes debes desintalarlas y en la mayoría de los casos perder tus datos y configuraciones.
No obstante, el mayor problema en un móvil pre-veto es la incoherencia entre la tienda y la protección del sistema, que puede hacer que las apps instaladas desde App Gallery no pasen el filtro de Play Protect. De este modo, instalas una aplicación desde Google Play, se actualiza desde Huawei App Gallery y luego Play Protect la bloquea. Deberás volver a instalar la versión de Google Play para usar esa app (o deshabilitar Play Protect).
Por suerte, es fácil poner paz entre Google Play y App Gallery. En los ajustes de la tienda de Huawei, puedes deshabilitar Notificaciones de actualización y Actualizar automáticamente vía Wi-Fi. Al abrir Huawei App Gallery, se te mostrará que hay posibles actualizaciones de otras aplicaciones, pero no se actualizarán automáticamente y no te llegarán notificaciones al móvil tras instalar apps desde Google Play.
Muchos servicios duplicados
Que los móviles con capas de personalización cargadas tienen aplicaciones duplicadas no es algo nuevo. Lleva pasando desde los inicios de Android, aunque eseto es algo más pronunciado en el caso de los móviles Huawei con ambos sistemas. No tanto por las aplicaciones, sino por los servicios.
Es algo normal que cada fabricante incluya sus propios servicios para gestionar sus funciones exclusivas, cuentas, sincronizaciones, almacenamientos en la nube y funciones similares. Huawei ya lo hacía antes, pero los servicios de Huawei pre-veto y los que han venido después son bien distintos. Huawei ha tenido que incluir en sus HMS muchas funciones que antes estaban en los de Google, aumentando el tamaño y el consumo de recursos de sus servicios.
Pongamos por ejemplo Huawei Mobile Services 2.6.5.306, la última versión antes de la prohibición estadounidense. Su APK ocupaba 67,62 MB. Volviendo al presente, el APK de la versión más actual, Huawei Mobile Services 5.0.1.313 ocupa 94 MB, un 39% más. No es una cifra excesiva, pero no es la única aplicación que forma parte de los servicios de Huawei y, recordemos, estos móviles tienen a la vez los servicios de Google en funcionamiento. A día de hoy, sólo la app de Google ocupa unos 400 MB.
Más allá del espacio de almacenamiento, tener dos sistemas que hacen básicamente lo mismo supone también el doble consumo de recursos. De nuevo, no es una cifra excesiva y difícilmente notarás cambio en un móvil actual, aunque también hay que recordar que los móviles pre-veto tienen ya al menos un año de vida y en algunos casos no van muy sobrados de potencia.
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