He descubierto el uso ideal para el espacio privado de Android 15: separar mis apps del trabajo de las personales

Si hay tres novedades destacadas de Android 15, esas son el bloqueo de protección antirrobos, el espacio privado o el archivado de aplicaciones. La primera y la tercera tienen un uso claro: proteger tu móvil ante potenciales robos por un lado y ahorrar espacio por el otro. En cuanto a espacio privado, pensaba que no iba a usarla demasiado porque mi móvil solo lo uso yo y no tengo nada especialmente sensible que quiera proteger más (cuido bastante de mi privacidad y lo llevo al día y configurado a medida de mis necesidades), pero entonces descubrí un uso que ha cambiado mi percepción de espacio privado: separar aplicaciones.

Me explico: aunque tengo un teléfono para lo personal (un iPhone) y un Google Pixel para experimentar y estar al día de lo que sucede con Android, al final uso los dos en mi día a día para cosas personales y profesionales. ¿El problema? Ese mensaje que te llega fuera de tus horas de trabajo o esa tarea que dejé a medias y que podría solucionar en un momentín. Reconozco que me cuesta desconectar y que aprovecho en cualquier momento para resolver tareas pendientes o tomar ideas. Pero desconectar es importante y en espacio privado he encontrado mi aliado perfecto.

Espacio privado es la herramienta perfecta para la organización de lo profesional y lo personal

Ya te hemos contado al detalle cómo funciona espacio privado, pero en esencia crea una especie de caja fuerte donde puedes duplicar aplicaciones (o dejarlas solo allí), proteger especialmente su contenido o simplemente, para separar apps... precisamente lo que he hecho yo. Puedes usar otra cuenta de Google, está "escondido" en la zona inferior del menú (aunque puede ocultarse perfectamente) y añade una capa de seguridad extra donde poner tu huella digital, patrón o un PIN.

Porque al fin y al cabo lo que hace espacio privado es crear un entorno digital perfectamente diferenciado para almacenar medios, apps y hasta información. Aplicado al trabajo, por ejemplo para guardar aplicaciones que solo uso en ese escenario, como Slack o mi cuenta profesional de Gmail y todo lo que ella alberga. La idea era crear un equilibrio en mi móvil entre lo personal y lo profesional, pero obviamente también he ganado en organización y privacidad.

Porque al crear un espacio privado, tiene su propia Play Store, Google Fotos, Files, Contactos y Chrome y si usas tu cuenta de trabajo, pues todo queda organizado y recluido allí, por supuesto, con la misma sincronización que usándola de normal en mi móvil o en el ordenador.

Pero es que además tiene su propia configuración, lo que permite bloquear por defecto el espacio privado (de este modo no recibes alertas procedentes de allí) y acceder en cuestión de segundos tras desbloquearlo con mi huella. De este modo paso de lo personal a lo profesional solo posando el dedo.

No obstante, espacio privado se creó pensando en la privacidad y la seguridad y se nota. No me pasa porque mi móvil Android suelo llevarlo encima o dejarlo en mi estudio o en la bolsa del portátil, pero si cayera en manos ajenas y de algún modo consiguieran desbloquearlo, todavía tendrían que romper un nivel de seguridad más para llegar a todo lo que guardo allí. Ojo que esto tiene otra ventaja: esas apps que instalamos y piden permisos de más no van a tener acceso tampoco a los contactos profesionales que tengo almacenados en mi espacio privado.

Que sí, que ya sé que existen modos como el No Molestar que ayudan a la desconexión digital al minimizar las notificaciones, pero al final tener a la vista tus aplicaciones de trabajo tienen como efecto colateral que acabes entrando cuando no toca, así que con espacio privado las tengo en el móvil pero como si no las tuviera (porque no las veo de buenas a primeras y no caigo en la tentación).

Portada | Eva Rodríguez de Luis

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