Hay tres cosas que para mí hacen a cualquier Android mucho mejor que un iPhone. Hasta el más barato

¿Es mejor Android, un iPhone con iOS, los dos son iguales? Cuando los fabricantes se empeñan en diseñar sus smartphones calcando al contrario, lo que termina marcando las diferencias son los detalles. Y Android está plagado de ellos, al menos bajo mi opinión,

Se parecen prácticamente en todo, comparten las aplicaciones más importantes y funcionan casi igual: quien usa un iPhone puede pasarse a Android sin apenas aprendizaje, también al revés. Aunque eso sí, cada sistema tiene sus peculiaridades, aspectos concretos que logran anclar al usuario más afín. Tras años compaginando iOS y Android, me sigo quedando con el segundo. Tengo tres razones muy poderosas.

La mayor apertura de Android juega a su favor

Llevo en el camino de los dos sistemas desde sus inicios, los he visto evolucionar, hacerse grandes, comprobé cómo Apple y Google fueron copiándose sin tapujos hasta obtener una experiencia smartphone que no resulta demasiado distinta la una de la otra. Con dos diferencias de partida que se siguen manteniendo:

• Android alardea de ser un sistema libre. Cualquier fabricante puede utilizarlo con todas las ventajas en ahorro de costes, de desarrollo y de personalización.
• iOS ofrece una experiencia más controlada. En el lado opuesto, Apple mantiene una política mucho más restrictiva con el sistema operativo de sus iPhone; lo que favorece la seguridad y privacidad.

Con dos vías aparentemente opuestas, tanto Apple como Google convergen hacia una carretera que circula justo por el centro. De hecho, Google está cerrando cada vez más su Android y Apple se ve obligada a abrir su iOS, resulta casi paradójico. Esto se refleja en una experiencia homogénea.

Sí, ambos sistemas fueron acercándose hasta casi discurrir paralelos, pero siguen ofreciendo diferencias que, al menos en mi caso, logran que la balanza se incline del lado androide. Allá van.

Mayor facilidad para instalar aplicaciones

No es que el iPhone esquive la opción de subir apps directamente, ya que no resulta complicado instalarlas en formato IPA tras firmarlas con certificados de desarrollador (APPDB o Signulous, por ejemplo). Aun así, no hay duda de que Android es mucho más permisivo: basta con localizar el APK para colarlo sin problemas en cualquier móvil.

Dado que pruebo infinidad de aplicaciones, tener la opción de acudir a plataformas como GitHub o F-Droid facilita enormemente mi trabajo. Es una de las principales razones para preferir Android antes que iOS.

Qué decir de la personalización, Android no tiene rival

Launchers, widgets, capas y temas, cambios profundos a nivel de interfaz y cualquier opción que a uno se le ocurra: si puedes imaginarlo puedes hacerlo en un Android. En cualquiera, ya sea un móvil barato como el más premium del mercado.

Seguirán pasando los años y no terminaré de acostumbrarme a los escritorios del iPhone, sin cajón de aplicaciones. Apple se acercó ligeramente a Android con la Biblioteca de apps, pero ni funciona igual ni resulta tan útil. Y así con muchas otras personalizaciones, como las de color o las de tamaño.

El uso avanzado resulta más factible

Más fácil a la hora de obtener un acceso de administración (ROOT en Android y Jailbreak en iOS), mayores y mejores herramientas para quien desee profundizar en el funcionamiento avanzado del sistema, Android ofrece más utilidades para gestionar cualquier aspecto de hardware y software (las aplicaciones para monitorizar el sistema están a años luz de las de iOS), conjunto de permisos mucho más granular, limpieza de caché por aplicación... Y así hasta un largo etcétera.

Pese a sus similitudes, fruto de la constante evolución fijándose en lo bueno del contrario, ambos son dos sistemas maduros que pueden contentar las necesidades de cualquiera más allá de sus preferencias personales. Yo sigo, y seguiré, decantándome por Android, tengo razones de peso para hacerlo. Sin que por ello deje apreciar las bondades que brinda cualquier iPhone.

Imagen de portada | Iván Linares

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