Conocíamos ayer una nueva propuesta de la Unión Europea que impondría al menos 5 años de actualizaciones de software a los smartphones. En concreto, tres con actualizaciones completas y dos más con parches de seguridad. Poco o nada afectará a Apple y su política de actualizaciones que ya marca 5 años de media, pero el panorama en Android se antoja complicado si finalmente esta propuesta sigue adelante y se convierte en normativa.
En general, los fabricantes de Android parecen haber entendido la importancia de las actualizaciones y más en concreto de los parches de seguridad. Sin embargo, tal cantidad de capas de personalización hace que sea sumamente complejo garantizar tantos años de actualizaciones y más habiendo dispositivos tan variopintos y en diferentes gamas.
Altas exigencias de Europa para el panorama actual
Haciendo un repaso a lo que comentábamos en la ya citada noticia, la Unión Europea se encuentra aún en una fase temprana de elaboración de la normativa y de conversación con todos los implicados. De ahí que pueda sufrir variaciones en sus exigencias o que incluso acabe en un cajón, cosa que parece poco probable en vistas de como otras medidas como el cargador único USB-C ya tienen fecha.
Europa plantea que los fabricantes garanticen un mínimo siempre de tres años de actualizaciones del sistema operativo, mientras que alacen al menos los cinco con parches de seguridad. A esto le suman la imposición de que estas actualizaciones no afecten al rendimiento y la batería, combatiendo así los mitos (o no) de la obsolescencia programada.
Que los fabricantes lleguen a asumir unas medidas así tiene consecuencias directas sobre sus planes de desarrollo e incluso su impacto comercial en lo que a número de dispositivos lanzan en territorio europeo, el cual podría reducirse. Sin embargo, podría no ser lo peor, ya que la UE también mete prisa con las actualizaciones.
Además de que móviles de cualquier gama tengan esos comentados años de actualizaciones, desde Europa también quieren que estas actualizaciones no se demoren más de dos meses en llegar a todos los dispositivos. Así, desde el momento en que se lanza la actualización en los primeros modelos, el resto deberán haberla recibido en un plazo máximo de 60 días.
En Xataka Android, nos hemos puesto en contacto con los principales fabricantes Android. En líneas generales, les ha pillado por sorpresa la propuesta de la Unión Europea. Sin embargo, todos afirman que seguirán de cerca la evolución de esta posible normativa y, llegado el caso, se ajustarán a la legalidad.
Algunos fabricantes ya traen los deberes hechos
Algunas de las compañías con las que hemos contactado, independientemente de que les haya pillado por sorpresa o no, se muestran tranquilos al estar cumpliendo ya con lo que pide la Unión Europea. Por tanto, de cara al futuro solo les quedaría seguir ampliando más su soporte.
Como ejemplos de compañías que ya practican total o parcialmente políticas de actualizaciones como las que se exigen, nos encontramos a Samsung. La compañía coreana ya promete actualizaciones durante cuatro años de su capa de personalización One UI y uno más con parches de seguridad.
Otras como Realme van por buen camino, dado que desde 2022 ya prometen hasta tres años de actualizaciones de Realme UI para todas sus gamas medias y altas, mientras que para los más económicos ofrecen Android stock. En todas estas actualizaciones incluyen parches de seguridad, aunque en caso de aprobarse lo que propone la UE, deberán ampliar un año más el periodo de parches de seguridad.
Vivo es otra de las marcas que garantiza años de actualización para sus dispositivos. En sus series más altas, ofrecen tres años de actualizaciones completas que seguirían la normativa de la UE. En gamas medias y más económicas son dos los años que se garantizan. Adicionalmente, todos tienen como mínimo tres años de parches de seguridad. En cualquier caso, también deberían adaptarse a la nueva circunstancia si la imposición de la UE sigue como hasta ahora.
En el caso de Apple, aunque no sea fabricante Android, tendrá también que adoptar la legalidad si llega a buen puerto la propuesta. Y, como ya te comentábamos al inicio, es una de las mejor posicionadas. Oficialmente no lo especifican, pero los iPhone alcanzan una media de 5-6 años de actualizaciones completas y en ocasiones incluso más. Véase como ejemplo de esto último, que recientemente se lanzó iOS 12.5.6 con parches de seguridad que llegaba a dispositivos con 9 años en el mercado.
Hay otros casos curiosos como el de Xiaomi y sus submarcas POCO y Redmi. Actualmente la compañía ofrece un portfolio de smartphones amplísimo en diferentes rangos de precio y, si bien es cierto que los gamas alta suelen actualizarse al menos uno o dos años, no es una garantía que oficialmente dé la compañía.
¿Menos gamas de móviles en nuestro territorio?
Actualmente nos encontramos con un mercado de telefonía dominado por marcas de origen chino y con buen arraigo en países asiáticos. De ahí que muchas veces ya veamos móviles presentarse en otros territorios y que tarden meses en llegar a nuestras fronteras o incluso nunca lleguen a salir. O que lo hagan con otro nombre o cambiando alguna especificación.
Si la propuesta de la UE acaba convirtiéndose en normativa, podríamos asistir a dos posibles escenarios. El primero de ellos es que los ingenieros de software agilicen sus tareas y las marcas puedan garantizar el ajuste a la legalidad en lo referente a actualizaciones. El otro es más tajante y es que se dejen de comercializar algunos móviles.
Como ya decíamos, es pronto aún para conocer reacciones de los principales fabricantes. No obstante, no resultaría descabellado que algunos fabricantes opten por no lanzar en nuestros mercados móviles de gamas más económicas. Y es que podrían no resultarles rentable la inversión en desarrollo de software adaptado a ellos en comparación con los ingresos obtenidos por ventas.
Así pues, nos esperan unos meses claves para conocer el devenir de la industria en el viejo continente. Como ya indicábamos, los implicados deben mantener conversaciones antes de firmarse la normativa europea y que entre en vigor. Esto como mínimo nos situaría a finales de 2023 e incluso 2024, pero a buen seguro que iremos ya conociendo reacciones y movimientos por parte de los fabricantes.
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