Siguiendo la máxima de que si algo funciona, es mejor no tocarlo, la recién aterrizada actualización de Android 13 es una de las versiones con menos novedades que se recuerdan. Sin embargo, incorpora pequeños detalles que ayudan en el día a día y que, si se volviesen a quitar, sí que causarían cierta revolución.
Es el caso del acceso rápido al lector de QR. Por sorprendente que parezca, de forma nativa esta no era función que estuviese presente en Android 12 y versiones anteriores. En esta '13' sí que llega, pero quizás muy tarde para lo que fue el punto álgido de estos códigos.
Se configura en 5 segundos y se acciona en 1
Si tienes un Google Pixel con Android 13 o cualquier otro dispositivo que vaya a recibir la correspondiente actualización, podrás deslizar la barra de ajustes rápidos y, pulsando en Editar, mover el lector de QR para que te sea más accesible. Una vez que lo tengas, es tan fácil como pulsarlo para que se abra la cámara con el escáner de códigos QR.
Como verás, no entraña misterio alguno y no va a ser algo que te cambie la vida. A mi tampoco me la ha cambiado, pero sí habría sido de mucha más ayuda hace 2 años. ¿La razón? La pandemia de la COVID-19 y la propagación de códigos QR en cafeterías y restaurantes para consultar la carta.
Más allá de analizar si realmente el virus se podía contagiar con facilidad con el manoseo de cartas en papel, lo cierto es que todos (o casi todos) los establecimientos lo ofrecían así. Y aunque muchos siguen con ello, no cabe duda de que una integración del lector de QR como acceso rápido habría sido mucho más útil entonces, ya que nos habría evitado tener que descargar apps de terceros para una función tan simple.
Y ojo, que yo particularmente no estoy en contra de instalar apps. De hecho, creo que sería cliente VIP de Google Play si tal distinción existiese. Sin embargo, me parecía demasiado absurdo tener que descargar una app para algo tan simple. Y más en vistas del auge de malware en apps para leer códigos QR que por la época se extendió y que todavía permanece en algunos lectores de QR.
Los ciberdelincuentes aprovecharon la circunstancia. Todos los que acudíamos a un establecimiento a tomar algo o a cenar teníamos que escanear estos códigos. Tener que instalar en nuestros Android una app para ello se convirtió en una excelente tapadera. La culpa de Google en este caso es no haber aplicado bien los filtros de seguridad de su tienda. Y, de forma indirecta, ciertamente culpables por no haber integrado una función tan sencilla y de tanta necesidad en un momento como aquel.
Sea como fuere, y sin querer tampoco hacer un drama absoluto de la inexistencia de esta función hasta ahora, aplicaré otra máxima: mejor tarde que nunca. Y agradecido de este pequeño detalle que, unido a otros muchos vistos durante años en Android, sirvan para hacer cada vez más maduro el sistema operativo de Google.
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