Las operadoras son esas compañías que nos proporcionan nuestras tarifas de datos y llamadas para que podamos comunicarnos con nuestros seres queridos. El filón que supuso hace un tiempo el mercado de los móviles hizo que, para ganarse un extra de dinero, las operadoras ofrecieran smartphones a unos precios supuestamente ventajosos.
Pero más allá de que esos precios reducidos hacían que adquiriéramos automáticamente un compromiso de permanencia, en casi todos (si no todos) los casos la operadora metía mano al software de los teléfonos para ofrecernos algunas características que ellos consideraban interesantes para nosotros.
Bloatware adicional cortesía de las operadoras
Esas aplicaciones que ellos consideraban tan útiles para los clientes, en realidad, no era más que un bloatware adicional que nadie o casi nadie usaría, lo que hacía que con las aplicaciones que ya venían en nuestro limitado almacenamiento nuestro teléfono fuera incluso algo más lento (hablo de hace ya unos cuantos años).
A día de hoy, si te digo la verdad, desconozco si las operadoras se han cortado con la instalación de aplicaciones propias, siguen igual o, aprovechando la mayor cantidad de almacenamiento, meten más de sus apps, incluso desconozco si siguen metiendo su animación de inicio en los teléfonos que ellos venden. El motivo es que desde hace un par de años no compro ningún móvil de operadora.
Lo que es indiscutible es que ese bloatware que instalan y que en la mayoría de los casos no podemos desinstalar tienen consecuencias negativas para nosotros (sobre todo si no lo usamos para nada), y es que ocupan un almacenamiento por el que hemos pagado y, en el caso de los móviles de operadora, por el que tendremos que permanecer obligatoriamente un tiempo determinado.
Es cierto que en el rendimiento, salvo casos muy raros, no se resiente, pero lo que sí se resiente es el soporte de software, y estoy seguro de que alguna vez has sufrido la excesiva calma con la que las operadoras se toman las actualizaciones, e incluso que hayan decidido no distribuirla cuando el fabricante sí lo ha hecho.
Las actualizaciones, el mayor problema desde hace mucho
Dado que hace tiempo que no compro móviles de operadoras, desconozco también cuánto tiempo tardan en liberar una actualización de software tras haberlo hecho el fabricante, pero recuerdo mis tiempos con el HTC One S en los que Orange tardó la friolera de 3 meses en actualizarnos a Jelly Bean tras haberlo hecho el fabricante taiwanés.
Por aquellos tiempos había casos aún más extremos, por supuesto, al igual que había algunas honrosas excepciones que liberaban la actualización antes que el propio fabricante, o al mismo tiempo. Muchos nos vimos en la obligación de rootear nuestros móviles para instalar una ROM libre del fabricante o, directamente, una ROM cocinada.
La tardanza de las operadoras en actualizar el software viene directamente por esa personalización extra que se empeñan en meter, y no hablo sólo del bloatware, sino de la animación de inicio con el logo de la operadora o el "bloqueo" que hace que no funcione la SIM de otra compañía en ese teléfono. Todo eso trae como consecuencia un retraso o una anulación de las actualizaciones.
¿Hasta qué punto tienen derecho las operadoras a personalizar aún más los teléfonos?
Es un hecho que cuando un fabricante vende un lote de teléfonos a una operadora, tiene permiso para añadir cierta personalización, aunque a nosotros no nos guste, pero es parte del acuerdo entre ellos. La operadora va a tratar de meter toda la publicidad posible en ese terminal en forma de aplicaciones, fondos de pantalla, animaciones y mil cosas más.
¿Pero qué ocurriría si una operadora hiciera un cambio casi radical al software instalado por el fabricante original? Esto es algo que ha sucedido con el Galaxy Note 7 de la operadora norteamericana Verizon. Y es que modificó el software de formas desconcertantes como que tiene una versión del menú de ajustes que no es con la que viene la versión libre.
También decidieron, por sus colgantes, quitar Samsung Cloud, que ofrece 15 GB gratis, para poner su propia nube, que ofrece 5GB, o que venga sin Samsung Pay, y más cosas aún. Esto es lo que me ha hecho plantearme si las operadoras tienen derecho a hacer algo de ese calibre o es que les trae sin cuidado lo que digan los fabricantes.
¿Te imaginas que la práctica de Verizon se convirtiera en norma en todas las operadoras del mundo? Las hojas de reclamaciones lloverían a mares. Todo esto, para nuestra desgracia, está contribuyendo aún más a la fragmentación de Android, que ya de por sí es un tema polémico, y las operadoras, por vender sus productos, deciden ser parte del problema en lugar de la solución.
En Xataka Android | WhatsApp necesita aclararse y dejar de tener miedo
Ver 19 comentarios