Hasta ahora hemos hecho un buen repaso de lo que va a cambiar con Android N en términos generales. Pero la versión preview que ya tienen los desarrolladores hila más fino en aspectos como las posibilidades de Android for Work, ese modo bajo control para separar el uso personal y el laboral con un solo smartphone o tablet.
Hasta 22 novedades y mejoras llegarán con la versión estable de verano. La mayor parte de ellas están centradas en mejorar la seguridad y aumentar el control por parte de los administradores del sistema en una empresa. Pero también hay unas cuantas que hacen más fácil y rápido su implantación y su uso.
Instalación y primeros pasos
En Google saben que la primera barrera para empezar a utilizar una nueva plataforma es la instalación y la configuración. Por eso ha habilitado un sistema de personalización rápido mediante código QR mediante el que introducir los parámetros en unos segundos.
Lo más importante es determinar qué puede hacer y que no con su hardware mientras lo usa en modo trabajo, especialmente qué aplicaciones puede instalar y a qué redes puede conectarse. Pero también da pie a otras acciones más sencillas como la posibilidad de que introduzca los colores y logos corporativos de la compañía o establecer un mensaje concreto en la pantalla de bloqueo de los usuarios que se antepone al personal, en caso de tenerlo.
En general, los patrones que establece Android for Work son limitaciones al uso normal del aparato para mantener bien separada la información personal y la profesional. Hasta tal punto de que, dentro de ese modo, quedan bloqueados conceptos como la selección de fondo de pantalla o la modificación de iconos.
Medidas de seguridad y de control
La versión para el trabajo incorpora una capa inicial de seguridad adicional, equivalente pero no idéntica a la personal. Los mecanismos de autentificación entre los que escoger son los mismos, los de siempre, el pin, el patrón de desbloqueo o la huella. Pero hay una diferencia, y es que el administrador general, que debería ser el técnico de la empresa que gestiona toda la plataforma Android for Work, puede establecer unos mínimos que garanticen una contraseña más segura.
Para tener aun más control sobre el contenido relacionado con la empresa pero sin retrasar la tarea, este modo ofrece ahora la opción Always-On VPN, una conexión directa a una red virtual concreta en el momento del arranque. Su razón de ser es que en Android for Work el administrador puede bloquar el acceso al resto de redes a las aplicaciones seleccionadas.
Se puede ir incluso más lejos, porque tanto el usuario como el administrador tienen la opción de deshabilitar Android for Work en un terminal de forma temporal. Lo apaga por completo, de modo que su contenido queda inutilizado para el resto de la interfaz. Sus apps desaparecen de todos los menús, y congela las notificaciones o la vibración. En ese caso, Google pide a los desarrolladores que muestren las apps que quedan inutilizadas con un distintivo como un tono grisáceo.
Hay otros mecanismos de control centralizado y remoto, como por ejemplo la desactivación de los datos en roaming, la monitorización de inicios de sesión y de arranque de aplicaciones, del estado del hardware o sus fallos y la retirada de certificados y credenciales. El usuario también tiene la posibilidad de limitar su dispositivo, por ejemplo, desconectando la localización para las apps laborales mientras sigue siendo útil para su uso particular.
Por último, y como medida final de control en Android for Work, los administradores tienen la posibilidad de reiniciar los aparatos de forma remota.
Uso por parte del trabajador
No todo son limitaciones y protección, también hay ciertos retoques en su integración con el resto del sistema operativo que van a facilitar su uso diario por parte de los trabajadores.
La primera y más importante es que los smartphones y tablets con este modo tendrán un botón en la barra de ajustes rápidos con el que activar y desactivar Android for Work. Sirve para detener momentáneamente todas las funciones relacionadas, tanto notificaciones y sincronización como el uso de las aplicaciones que están encajonadas en él. No queda claro si cada vez que se vuelva a poner en marcha pedirá el patrón de seguridad adicional.
Trae también una mayor interrelación entre la lista de contactos personal y profesional. Las aplicaciones de trabajo van a poder acudir a la lista de contactos si el desarrollador lo habilita y el administrador lo consiente en el momento de la configuración. Desde el punto de vista contrario, el usuario va a poder decidir si los contactos laborales aparecen en su agenda particular o no. De hecho, Android N distingue en todo momento entre llamadas entrantes profesionales o particulares y crea un registro único para las que pertenecen a Android for Work.
Frente a todas las medidas de control, el usuario también va a ganar ciertas mejoras de agilidad en entorno seguro a través de aplicaciones no limitadas. Si se aprueba que una app pueda gestionar certificados en adelante no será necesario que solicite más permisos para instalarlos, e incluso se puede establecer que haya algunas apps con poder para gestionar restricciones de otras.
Limitación o protección
Para saber qué es lo que se puede hacer y lo que no, e incluso los motivos de cada restricción, Google ofrece a los administradores la opción de incluir mensajes aclaratorios más amplios que complementen el genérico de "acción no permitida" cada vez que los usuarios traten de ejecutar algo bloqueado.
Tras poco más de un año de vida, Android for Work recibe su primer gran impulso técnico. Excepto un par de medidas que van a hacer más sencillo su uso, casi todo lo añadido tiene como objetivo evitar los fallos y que ese uso dual del aparato no acabe teniendo consecuencias. Tiene pinta de que Google ha escuchado más de una vez este argumento cuando ha presentado su producto a las empresas.
Bastantes mejoras para un proyecto poco conocido por el momento, que va pidiendo algo de publicidad si Google quiere que llegue más lejos.
Más información | Android Developers
Imagen | Andrew Quebe
