Si tienes Android Auto en tu coche, es altamente probable que tanto tu teléfono como tu coche sean compatibles con el modo inalámbrico (si no es el caso, siempre dispones de alternativas para usarlo sin cables). Y aquí aparece una cuestión de gustos pero también de necesidades: ¿cuándo es mejor la conexión con cable que la inalámbrica y viceversa? Si no tienes claro cuándo conviene una conexión u otra, en este artículo te ayudamos a que tomes la mejor decisión de uso para tu Android Auto.
Android Auto con cable
La fiabilidad de lo de siempre. No tiene mucho misterior: el extremo del cable conectado al salpicadero de tu coche, el otro al puerto de tu teléfono y un par de segundos después, a tirar. Este es mi modo de conexión preferido por varias cuestiones:
- Tu teléfono se carga mientras está conectado, de modo que además de proyectar Android Auto en tu coche, su batería no solo no se agota si no que se va alimentando.
- Menos errores. Si simplificas el camino entre A y B, es menos probable que surjan errores, en este caso derivados de la conectividad inalámbrica (Bluetooth y a veces también Wifi), por ejemplo las interferencias, fallos de conexión, alcance.
- Es más fiable y rápido que la conexión inalámbrica. Con una conexión mediante cable te evitas perder la conexión (obviamente siempre puede romperse el cable o alguno de los puertos, pero también podría estropearse el módulo Bluetooth de tu teléfono y no es algo que pase a menudo). Además eliminas el retraso inherente de la transferencia de datos por el aire, por mínimo que sea, que puede hacer que Android Auto vaya lento.
Android Auto inalámbrico
Tener acceso a reproducir música, llamadas, mensajes, navegación GPS en la pantalla de tu coche y sin cables es la opción más limpia.
En función de la marca la sincronización varía, pero en esencia es entrar en la aplicación de Android Auto de tu móvil y en "Ajustes" > "Sistema", activar el deslizador de "Android Auto de forma inalámbrica".
Por otro lado, en la consola del coche tendrás que activar el Bluetooth o WiFi (compartiendo Internet) el móvil al coche, ir al menú de Android Auto y autorizar la conexión.
- Es más seguro. Tener un cable colgando por la zona del freno de mano y la palanca de cambio no es la mejor idea, ya que puede entorpecernos la conducción o hacer que ciertos movimientos sean más lentos, teniendo incluso que desviar la atención de lo que pasa en la carretera si nos topamos con el cable. Aunque sea cuestión de un par de segundos, a 100 km/h eso son más de 50 metros.
- Es menos molesto. Que cuando entres al coche y lo enciendas consola y teléfono se sincronicen para que Android Auto esté listo para funcionar resulta más cómodo y ágil. Además, si eres amante de la filosofía minimalista de Marie Kondo, agradecerás una zona de conducción despejada.
- Tienes más radio de acción. Aunque lo habitual es que el teléfono que esté conectado a la consola sea el de quien conduce, puede darse el caso que ese conductor habitual por lo que sea pase a ser un pasajero que esté en la parte trasera. Sin problema: Android Auto seguirá estando operativo en la consola y ese teléfono podrá usarse aún estando relativamente lejos o incluso, que el teléfono salga del coche sin afectar al funcionamiento, en situaciones como por ejemplo en un área de servicio consultando mapas en la consola mientras que el teléfono está en el exterior en una llamada.
¿Cuál es mejor?
Aunque en última instancia tú eres quien elige qué te gusta o te conviene más, estas son algunas sugerencias donde el modo inalámbrico o con cable ofrecen mejor rendimiento:
- Si el viaje es largo, elige el modo con cable. Así te aseguras que la batería no acabe seca por el uso de Android Auto. Además previsiblemente atravesarás zonas de baja cobertura, túneles y otros accidentes geográficos que sumados a la conectividad puede traducirse en que la conexión se pierda más veces.
- Si vas a hacer un viaje corto, el modo inalámbrico es una opción cómoda y sensata, ya que por un lado no será tanto rato como para devorar la batería y por otro, tendrás tu espacio de conducción libre de cables, lo que resulta más conveniente en cualquier situación.
- Si estás en ciudad, mejor inalámbrico. En este escenario lo habitual es que sea un desplazamiento relativamente corto por lo que el punto anterior aplica, pero además en entornos urbanos es frecuente que tengas que cambiar marchas (o posiciones, si es automático) en semáforos, atascos, aparcamientos., etc.
Una forma de tener lo mejor de ambos mundos radica en un sencillo pero práctico truco: buscar un lugar donde guardar tu móvil cerca donde no moleste y emplear un cable corto para que no estorbe.