Google inventó su propio '3D Touch' mediante el cual la pantalla es capaz de detectar diferencias de presión. La "magia" de esto viene en que no utiliza ningún tipo de hardware para realizar estas funciones, sino que se vale de aprendizaje automático para ello.
La compañía ha desvelado cómo logra hacer esto, en una explicación bastante interesante y curiosa que nos muestra cómo se logra hacer una pantalla sensible a las distintas pulsaciones sin necesidad de hardware dedicado para ello.
Detectando presión sin sensores que se encarguen de ello
Google ha hecho una aproximación algo distinta a lo que podíamos pensar respecto al funcionamiento de su '3D Touch'. En primer lugar es necesario entender que los paneles táctiles se componen de distintos electrodos y células, las cuales son sensibles a presión. Estas células no responden a cambios a presión, pero sí que responden de forma correcta a pequeños cambios en lo que se refiere a superficie del dedo. Con una fotografía se entiende de forma sencilla.
Cuando hacemos una pulsación fuerte, hay más superficie del dedo aplicada en el panel respecto a cuando hacemos una pulsación ligera. Basándose en este principio, Google ha diseñado un algoritmo que permite identificar este tipo de pulsaciones. Es decir, aunque el panel no tenga hardware para detectar la presión que ejercemos, se puede detectar en tiempo real si la pulsación es más intensa o no por los cambios a nivel de superficie.
De todo esto se encarga una red neuronal que analiza la entrada táctil, la pasa por un modelo de clasificación y determina qué tipo de pulsación hemos ejercido, en términos muy resumidos. Básicamente, Google analiza cuándo un gesto es una pulsación intensa, como la de un interruptor, para distinguirla de una pulsación normal.
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