Los radares están instalados en las carreteras para que quienes vamos al volante moderemos nuestra velocidad de acuerdo a lo establecido por la normativa de tráfico, lo que se traduce en una conducción más segura, menos accidentes y por supuesto, menos multas. Así que cuando vemos un radar (o nos avisa la aplicación correspondiente), lo normal es reducir velocidad.
¿Hasta dónde hay que reducir la velocidad en un radar? Cabe recordar que la velocidad marcada por las aplicaciones de radares y por ende, mostrada en Android Auto, no es la del velocímetro del coche. Y que a su vez, es normal que antes del radar o hasta pegada en el propio radar aparezca la indicación de velocidad del tramo.
Pero es que existe un margen de error entre la velocidad marcada por el velocímetro y lo detectado por un radar, lo que abre las puertas o bien a no recibir multas pese a que técnicamente vamos por encima de la velocidad o a poder reclamar esa sanción. Y pasa con todos: radares fijos, los cinemómetros o de tramo , móviles y hasta los drones.
¿A qué velocidad saltan los radares?
Es la propia ley la que indica que debe existir un margen de error para que, cuando el radar salta, sea porque se ha superado la velocidad máxima determinada para esa vía. Vamos, que si pasas por una zona con radar y limitación de 80 km/h y tú vas a 81 km/h según tu velocímetro del coche, no recibas multa.
Aquí es donde entran en acción la regla del siete y la del cinco. Allá por 2016 la Dirección General de Tráfico explicó en una publicación en X/Twitter qué margen es ese: la clave está en la regla del siete (veremos más adelante que aunque hay matices, esta es la importante).
Toca para ir a la publicación de X/Twitter
Es decir, que para velocidades por debajo de 100 km/h tienes que sumar 7 km/h a la velocidad indicada en tu velocímetro para que salte el radar y si estás por encima de los 100 km/h, entonces tendrás que sumar el 7% de la velocidad. Lo vemos mejor con un par de ejemplos: si el límite de velocidad es de 50 km/h, el radar saltará por encima de los 57 km/h, pero si vas a 120 km/h, entonces la barrera está por encima de los 128 km/h.
Esta normativa funciona así desde la modificación del código de circulación de 2014, ya que anteriormente este margen era de hasta 10 km/h. Así que si quieres una conducción más segura y evitar la multa por exceso de velocidad, que recordemos es de como mínimo 100 euros, pueden ser también hasta 6 puntos menos en el carnet o la cárcel, sigue la regla del siete.
La elección del siete no es una cifra casual: por un lado las velocidades inferiores 100 km/h resultan difíciles de percibir para los radares móviles y además los errores permitidos en los cinemómetros de los coches van entre el 3% y el 7%, siendo este último el más desfavorable y común en los modelos más antiguos.
Aunque la regla del siete es la más conocida e importante, en realidad los márgenes de error difieren en función del radar, aquí tienes un resumen de la Orden Ministerial ICT/155/2020 donde verás que en la práctica es un mix de la regla del siete y de la del cinco.
- Radares fijos: margen de error de 5 km/h en velocidades inferiores a 100 km/h y de un 5% por encima.
- Radares móviles: margen de error de 7 km/h por debajo de los 100 km/h y del 7% por encima.
- Radares de tramo: margen de error de 5 km/h en velocidades inferiores a 100 km/h y de un 5% por encima.
- Drones y Pegasus: margen de error del 10%.
Eso sí, según la DGT, en sus sanciones siempre tienen en cuenta la regla del siete, así que es la que debes aplicar sin miedo.
Vía | El Periódico
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