Google ataca a ChatGPT donde más le duele: análisis de imagen y respuestas de voz

Nos encanta ChatGPT. Gracias a sus muchas utilidades, queda demostrado que es un sistema de inteligencia artificial que ha venido para quedarse. Aunque uno de los méritos que más se le puede asociar es el de haber inspirado (o metido prisa) a la competencia. Y en esas, que desde hace meses tenemos Google Bard.

Es la IA de Google la que, ya con su reciente llegada a España, demuestra tener más funciones adaptadas a personas con problemas de visión. No quizás para personas que no tengan nada de visión, pero sí para quienes tienen un problema parcial en ella.

Funciones aptas para todos e imprescindibles para otros

Que Google Bard siga llegando a nuevos territorios como España es noticia, pero también que lo haya hecho implementando nuevas funcionalidades inéditas hasta la fecha y que, como ya veníamos diciendo, superan a ChatGPT. No porque la IA de OpenAI lo haga peor, sino porque sencillamente no dispone de ellas.

Siendo más concretos, nos referimos a funciones como las de poder interpretar imágenes. Bard permite adjuntar un enlace a una imagen y pronto permitirá adjuntarlas directamente desde nuestros dispositivos. Con ello, la IA es capaz de realizar una descripción muy completa de la fotografía.

Esta funcionalidad es algo sumamente interesante para el público general, pero que se vuelve de un alto valor para aquellas personas que tengan problemas de visión y quieran conocer de qué trata una imagen. Por lo que hemos podido probar, todavía no es perfecto, pero funciona bastante bien.

Una de las pruebas que mejor reflejan esto la hicimos con la anterior imagen, perteneciente al análisis del Google Pixel 7a realizado por Xataka. Tras pasarle el enlace de esta imagen, Bard nos proporcionó una amplia respuesta contando con todo lujo de detalles las especificaciones del terminal e incluso detalles adicionales.

Sirve como ejemplo debido a la buena capacidad de saber con exactitud de qué trata la fotografía. Ahora bien, no toda la información que proporciona es correcta. Menciona algunas especificaciones que no tiene realmente el Pixel 7a, como es el jack de 3,5 milímetros para auriculares o los 6 GB de RAM (tiene 8 GB).

En ese sentido sí demuestra un punto débil compartido con ChatGPT y otros generadores de texto: la fiabilidad. Nos puede servir para hacernos a una idea de algo con bastante cercanía, pero no toda la información que ofrece está contrastada, quedando por tanto a cargo del usuario esa labor. Llegará un día en que no sea necesario, seguro, pero no a día de hoy.

La otra funcionalidad destacada de Google Bard con respecto a ChatGPT son sus respuestas por voz. Nuevamente se trata de una funcionalidad útil para la mayoría, sobre todo en situaciones en las que no podamos detenernos a leer una respuesta larga. Y, sobre todo, es también crucial para personas con problemas de visión, siendo probablemente su única opción de atender a las respuestas que les proporciona la IA.

Son más las mejoras que ha integrado Google Bard y a buen seguro que aún le queda un largo camino por recorrer en lo que a otras nuevas opciones se refiere, además de pulir las actuales. Por lo pronto, no es poco. Bienvenido a nuestro país, Google Bard.

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