El correo electrónico. Una y otra vez hemos oído eso de que el correo electrónico estaba muerto, pero cada vez que abro mi cuenta de Gmail y le compruebo la temperatura corporal y los signos vitales, parece que está todavía bien vivo, y sin ninguna intención de irse a ninguna parte.
Una cosa es innegable, el correo electrónico se está haciendo ya algo mayor (tiene 40 años, lo cual en tecnología es una eternidad y media) y no está del todo preparado para los tiempos de hoy en día, donde lo mismo consultas tu mail en una pantalla 4K de 40 pulgadas que en una tablet de 8 o un teléfono de 4. La web lleva ya tiempo luchando contra este problema mediante el diseño 'responsive' - es decir, que se adapta al espacio disponible - pero el correo electrónico sigue anclado en el pasado. Quizá no por mucho tiempo.
Google nos ha adelantado que el soporte para diseño 'responsive' llegará a Gmail en la web y en aplicaciones para finales de mes, y no podemos salvo congratularnos al respecto. Eso sí, guarda por ahora el cava porque no es tan simple como pulsar un botón y que todos los correos se adapten perfectamente a tu móvil: es necesario que sean diseñados y formateados especialmente, y costará que se haga la norma pues supone un esfuerzo extra.
El problema
A la hora de diseñar un correo electrónico generalmente se utiliza un PC, y aunque se tome la mínima consideración para que el mismo diseño no se vea demasiado mal en una pantalla pequeña, el resultado a veces lo que consigue es que no convenza en ninguno de los dispositivos: ni grande, ni pequeño.
Mismo mail en Android y PC: bastante aceptable aunque las capturas son muy pequeñas en el móvil
El ejemplo anterior es un buen ejemplo de hasta dónde un mismo diseño puede dar de sí en un móvil y en un PC sin usar diseño adaptable. Es bastante aceptable, pero no es nada comparado con lo que el diseño responsive es capaz de crear.
La solución
La solución, al menos por ahora hasta que se nos ocurra una mejor, es diseñar los correos electrónicos igual que diseñamos páginas web, con hojas de estilo CSS que incluyen distintas instrucciones según condiciones para por ejemplo ocultar un elemento o cambiar su tamaño si la pantalla tiene un tamaño mínimo.
En la práctica, el soporte del diseño responsivo en Gmail debería traernos correos electrónicos más bonitos y mejor adaptados a nuestro dispositivo, aunque todavía falta que quienes los diseñan se animen a hacer uso de estas nuevas y potentes herramientas a su disposición.
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