El jurado del juicio de Epic frente Google ha emitido su veredicto tres años después de que comenzara la disputa: Google Play y el sistema de facturación de Google son un monopolio ilegal.
Mientras que Epic ve este veredicto como "una victoria para todos los desarrolladores" en una publicación en su blog, Google ya ha anunciado que impugnará el veredicto. Las consecuencias de este veredicto todavía están por conocerse, pues no será hasta enero que ambas partes se reúnan con el juez para discutir posibles acciones.
El jurado decide que Google Play es un monopolio
Las fricciones entre Epic y Google comenzaron con el lanzamiento de Fortnite para Android, que llegó primero como exclusiva para los móviles Samsung, en la Galaxy Store. Lanzar el juego en Google Play suponía que todas las compras en el mismo debían usar el sistema de facturación de Google, que cobraría un 30% de comisión, algo que Epic no veía como muy "eficiente económicamente".
Finalmente Epic creó su propio lanzador e instalador de Fortnite para Android, aunque siempre con la vista puesta en poder subirlo a la mayor tienda de aplicaciones de Android. Desde entonces, Epic intentó forzar la mano de Google con varias tácticas: desde subir el juego sin más (y ser rechazado por Google) a acatar las normas de Google inicialmente para después romperlas al incluir su propio sistema de facturación.
Esta última jugada hizo que Google eliminara Fortnite de su tienda de aplicaciones en 2020 y entonces comenzó la demanda de Epic vs Google, paralela a otra demanda de Epic vs Apple, que ya concluyó con el juez dándole la razón a Apple.
En Epic vs Google, ha sido el jurado quien ha decidido que Google tiene un vínculo ilegal de su tienda de aplicaciones y su sistema de pagos, que los distintos acuerdos con desarrolladores y fabricantes eran anticompetitivos y que en Epic resultaron perjudicados por el poder monopolístico de Google en los mercados de distribución de aplicaciones de Android.
En este veredicto han tenido especial peso los acuerdos secretos que Google tenía con determinadas aplicaciones, como Spotify o Netflix, o con fabricantes como Samsung, así como múltiples declaraciones de ejecutivos de Google que dejaron claro la intención de la compañía de ponerle trabas a otras tiendas de aplicaciones alternativas.
En Epic califican este veredicto como de una victoria para todos los desarrolladores y una prueba de que "las prácticas de la tienda de aplicaciones de Google son ilegales y que abusan de su monopolio para cobrar tarifas exorbitantes, sofocar la competencia y reducir la innovación".
En el transcurso del juicio vimos evidencias de que Google estaba dispuesto a pagar miles de millones de dólares para eliminar las tiendas de aplicaciones alternativas, pagando a los desarrolladores para que abandonaran sus propios esfuerzos de tiendas y planes de distribución directa, y ofreciendo acuerdos altamente lucrativos con fabricantes de dispositivos a cambio de excluir tiendas de aplicaciones competidoras.
Estos acuerdos estaban destinados a consolidar el dominio de Google como la única tienda de aplicaciones de la ciudad, y funcionó. Más del 95% de las aplicaciones se distribuyen a través de Play Store en Android.
Google impone un impuesto del 30% a los desarrolladores simplemente porque han impedido que surjan competidores viables para ofrecer mejores ofertas. Y los ejecutivos de Google reconocieron ante el tribunal que su oferta de una tasa del 26% en las opciones de pago de terceros es una elección falsa para los desarrolladores.
En cuanto a Google, ya han anunciado que impugnarán el veredicto y que Android y la tienda de aplicaciones de Google compiten con Apple y su App Store, otras tiendas de aplicaciones y consolas de juegos:
Planeamos impugnar el veredicto. Android y Google Play ofrecen más opciones y apertura que cualquier otra plataforma móvil importante. La prueba dejó en claro que competimos ferozmente con Apple y su App Store, así como con las tiendas de aplicaciones en dispositivos Android y consolas de juegos. Continuaremos defendiendo el modelo de negocio de Android y seguiremos profundamente comprometidos con nuestros usuarios, socios y el ecosistema de Android en general”.
Epic, Google y el juez se reunirán en enero para discutir los próximos pasos. Epic no ha demandado una indemnización a Google y, de hecho, es bastante probable que Epic deba pagar a Google 398.000 dólares por el corto periodo de tiempo en el cual Fortnite estuvo en Google Play con un sistema de pagos propio, saltándose las reglas (y las comisiones).
Lo que Epic pide es que el juez impida a Google bloquear tiendas de aplicaciones y sistemas de pagos alternativos. Sabremos si el juez concede la petición a Epic en algún momento de la segunda semana de enero de 2024.
Vía | The Verge
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