Cualquier persona que lleve cierto tiempo probando aplicaciones se ha topado antes o después con todo tipo de abusos relativos a las suscripciones en una aplicación. El más común es el fleeceware, suscripciones disfrazadas de periodos de prueba, aunque hay más, pasando por suscripciones por hacer relativamente nada. Google quiere cambiar esto.
Google ha actualizado la política de publicación de apps para Google Play clarificando lo que está permitido y lo que no en cuanto a suscripciones. Los cambios entrarán en vigor el próximo 17 de enero y se indica claramente que una suscripción debe proporcionar un beneficio recurrente y no de un solo uso, entre otros cambios.
El estafar se va a acabar
Un recurso bastante común en las peores aplicaciones disponibles en Google Play es que intentan que te apuntes a una suscripción con todo tipo de trucos. El más recurrido es integrar la suscripción en el propio asistente de bienvenida, esperando que el usuario pulse el botón sin pensar mucho, deseoso de cerrar el asistente. Esto, y el uso de terminología confusa, ocultación de los costes reales o disfrazar la suscripción bajo la idea de una prueba gratuita.
Hasta ahora, la política de Google Play con respecto a las suscripciones era bastante escueta, de apenas dos párrafos. Se indicaba que los desarrolladores no debían intentar engañar a los usuarios, ser transparentes con lo que se ofrece y lo que no, los costes y cuotas, describir correctamente qué pasará al terminar el periodo de prueba y poco más. Google ha enriquecido su política con dos nuevos párrafos y más ejemplos de uso indebido:
Las suscripciones deben proporcionar a los usuarios un valor constante y recurrente a lo largo de su duración, y no se pueden usar para ofrecer a los usuarios ventajas que en la práctica sean de un solo uso (por ejemplo, SKUs que ofrezcan un pago único de saldo o dinero en la aplicación, o potenciadores de un solo uso para el juego). Tu suscripción puede ofrecer bonificaciones incentivadoras o promocionales, pero estas deben ser un complemento al valor constante o recurrente proporcionado a lo largo de la duración de la suscripción. Los productos que no ofrezcan un valor constante y recurrente deben ser productos de compra en la aplicación en lugar de productos de suscripción.
No debes falsear ni describir de forma inexacta ventajas de un solo uso para que los usuarios crean que son suscripciones. Esto incluye modificar una suscripción para convertirla en una oferta de un solo uso (por ejemplo, cancelando, desactivando o minimizando el valor recurrente) después de que el usuario haya comprado la suscripción.
Se indica ahora explícitamente que las suscripciones deben proporcionar al usuario un valor recurrente durante su duración, en lugar de un beneficio de un solo uso, como fuera un potenciador para un juego. Para estos casos, no se deben usar suscripciones, sino un producto de compra con pagos integrados.
Los cambios aclaran además la importancia de no falsear o camuflar las ventajas de un solo uso para que los usuarios crean que son suscripciones, así como modificar los beneficios de la suscripción después de que haya sido comprada por el usuario. Los nuevos ejemplos añadidos por Google ponen estos cambios en perspectiva.
El primer nuevo ejemplo integra la compra de la suscripción en la pantalla de bienvenida, incitando al usuario a pulsar el botón de suscripción para intentar cerrar al asistente. Google no quiere que las apps inciten al usuario a suscribirse por error.
El segundo ejemplo que ha añadido Google a la documentación sin lugar a dudas nos resulta familiar: una aplicación en la que la información con el precio que cuesta la suscripción es casi imposible de leer. Según Google, en este ejemplo "la cantidad que se cargará al usuario al final del periodo de prueba es difícil de leer, de modo que el usuario creerá que es gratis".
Los cambios entran en vigor a partir del próximo 17 de enero de 2022. Con suerte, veremos una disminución de este tipo de prácticas en las aplicaciones publicadas en Google Play a partir de entonces.