Malware en Android, haberlo, haylo, aunque un problema más extendido son las apps que simplemente son muy malas. Generalmente te das cuenta de que una app es mala después de instalarla y probarla, pero a veces te puedes saltar ese paso fijándote en algunos indicios.
En este artículo te mostraremos en qué fijarte antes de descargar una aplicación de Google Play, para ahorrarte la mala experiencia de terminar con una app llena de publicidad, que te engaña o toma tus datos prestados.
1. Lee las reseñas, aunque no te fíes 100%
Probablemente ya te fijes en la puntuación de una aplicación en Google Play, pero desgraciadamente la nota media es cada vez más irrelevante. A pesar de los esfuerzos de Google para que las reseñas sean fiables, sigue habiendo mucha manipulación de las mismas, previo pago a granjas de clics.
Una aplicación con casi cinco estrellas de media puede ser muy mala y lo mismo se aplica al número de descargas. Lo que es más difícil de manipular son las reseñas, pues los desarrolladores no pueden eliminar aquellas que no les favorecen. Así, hasta en una app con un montón de reseñas falsas diciendo que es genial, antes o después empezarán a aparecer las reseñas reales de gente quejándose de que es mala o no cumple lo prometido.
Google Play solo te muestra un puñado de reseñas en la vista predeterminada, así que mi primera recomendación es que muestres todas las reseñas y veas también las Más recientes, que podrían hacer referencia a novedades introducidas en las últimas actualizaciones.
2. ¿Tiene página oficial?
Ejemplo de app sin página web
En el apartado de información adicional de la aplicación puedes consultar la página web oficial de la aplicación. Que no tenga página web oficial es generalmente una mala señal que puedes combinar con otros datos para tomar la decisión de si instalar o no. Aunque no todas las apps que no tienen web son de mala calidad, la mayoría de apps de mala calidad no tienen página web.
Por supuesto, también hay buenas aplicaciones que no tienen página web porque el desarrollador no ha tenido tiempo o ganas de llevarla a cabo. Ahora bien, si se presenta como un gran proyecto o aplicación importante, que ni siquiera tenga una página web de soporte o información es cuanto menos raro.
3. Otras apps del mismo desarrollador
Dime qué aplicaciones has publicado en Google Play y te diré quién eres. En más de una ocasión el listado de una aplicación parece muy serio y real, pero cuando miras el resto de aplicaciones del mismo desarrollador te das cuenta de que igual no es muy de fiar. Por ejemplo, si tiene otras aplicaciones que imitan a grandes conocidos (WhatsApp, Facebook, etc) o que prometen lo imposible.
Vale, podría ser que un desarrollador tenga un proyecto principal que mima con especial cariño y otras aplicaciones publicadas como tests o cuando estaba aprendiendo, de peor calidad, pero todo suma. Si sospechas que una app puede no ser lo que parece, no cuesta nada mirar qué otras apps ha creado ese desarrollador. Por cierto, si no tiene ninguna otra aplicación es una mala señal: podría ser una cuenta de Google Play de usar y tirar.
4. Los permisos
Con Marshmallow, Android cambió cómo funcionaban los permisos de una aplicación. En lugar de pedirlos todos de golpe al inicio, se podían otorgar en tiempo de ejecución. Si necesitas hacer una foto, pide permiso para acceder a la cámara. Si nunca haces fotos, no es necesario. Esto ha reducido en cierto modo el fraude con los permisos, aunque los desarrolladores de apps maliciosas nunca se rinden.
Echar un vistazo a los permisos de una aplicación antes de instalarla es un buen modo de librarte de apps maliciosas. Por ejemplo, la captura anterior es de una aplicación de linterna que necesita acceso a tus contactos, teléfono, ver las apps instaladas, acceso a los archivos, cargar al inicio, añadir accesos directos y mil cosas más. No, gracias. Por cierto, que tiene 100.000 descargas y una nota media de 4,2.
5. Los iconos y capturas de pantalla
No todos los desarrolladores son muy hábiles en el diseño gráfico, aunque una cosa es no dominar Photoshop y otra es crear auténticas aberraciones. El problema no es tanto que las imágenes sean feas o no, sino que no se muestre la interfaz de la aplicación en sí. Con frecuencia esto indica que la app es un fraude y no cumple lo que promete.
Si no se muestra la interfaz en las capturas de pantalla, mala señal
Hazte un favor a ti mismo y a tu móvil y no descargues aplicaciones con capturas de pantalla en Google Play donde no se muestra la aplicación, sino imágenes genéricas con textos. En el mejor de los casos son apps malísimas, y en el peor podrían espiarte o inflarte a publicidad.
6. La descripción
Es casi a lo que le prestamos menos atención, pero también es importante: la descripción. Aquí hace falta tener un sexto sentido, pues hay aplicaciones buenísimas con descripciones muy cortas y simples y apps con descripciones excelentes pero que dejan mucho que desear.
Hay casos en los que la descripción te da una pista de qué te puedes esperar. Por ejemplo, en la captura de pantalla anterior la descripción es un texto aleatorio que poco tiene que ver con la aplicación en sí. Esto nos hace pensar que pueden ser apps generadas automáticamente o por alguien con poco aprecio por lo que está haciendo. Casi seguro que no te pierdes nada.
