Una de las grandes ventajas que tenemos los usuarios de móviles Android es, sin duda, la personalización. Si no te gusta algo o te aburres, es sencillo cambiar la apariencia. Lo mismo pasa con la capa de personalización de Android gracias a los launchers.
Hay launchers de todo tipo y para todos los gustos, pero hoy te voy a contar cuál es el que llevo usando los dos últimos meses y por qué ha cambiado mi relación con mi móvil Android. Y no, no es uno nuevo, es el veterano Niagara Launcher, que incluso viene genial si no tienes Android Auto.
Tras dos meses de uso, no cambio Niagara por nada (quizá sólo por Nothing OS…)
Cuando quieres cambiar la apariencia de tu Android, hay dos maneras. La sencilla es descargar un launcher, la complicada es cambiar la ROM, algo en desuso aunque igualmente recomendable para darle una segunda vida a un móvil antiguo. En cambio, un launcher permite cambiar la estética y la funcionalidad, en parte, del móvil, pero detrás del launcher sigue corriendo tanto la capa de personalización del fabricante (que se suele dejar ver en elementos como la configuración o el panel de atajos y notificaciones) como Android.
Una ROM es distinta, ya que lo que estás haciendo es sustituir la capa del fabricante por algo nuevo. De hecho, puede ser tan curioso como pasar de un POCO F3 con MIUI a un POCO F3 con la ROM de los Pixel. Tengo varios móviles con ROM personalizadas, pero en el móvil que uso en el día a día, prefiero los launchers.
He pasado por muchos móviles Android, que me han encantado tanto en prestaciones como en sofware. Sin embargo, las capas de personalización me terminan aburriendo. Eso me ha llevado a pasar por varios launchers estos últimos meses. Durante un tiempo, me quedé con Microsoft Launcher, una capa muy funcional, con integración de varios servicios de Microsoft y una doble zona de apps oculta bajo un simple gesto.
Me ayudaba a tener el móvil más limpio, pero seguía teniendo una estética muy similar a la de cualquier capa de Android, con los iconos en cuadrícula, el reloj en grande y no cambió, realmente, mi manera de relacionarme con el teléfono. Además, esa integración con la suite de Microsoft es genial… si trabajas con ella, y yo soy más de la de Google. Por eso, volví a probar launchers y me decanté por Niagara.
Ahora sí (al menos de momento) estoy encantado con el teléfono, ya que he descubierto que este launcher minimalista (aunque los hay aún más minimalistas) es perfecto tanto en mi día a día como en mi coche.
Si ya conoces Niagara, no tengo mucho más que contarte, pero si no, ya estarás viendo en las imágenes que todo es extremadamente limpio. Tengo las aplicaciones que más uso al alcance del dedo y, seguramente, debería tener menos para que fuera aún más minimalista, pero es que la búsqueda del resto de apps que uso frecuentemente, pero que no quiero tener todo el rato en pantalla, es rapidísima.
Si deslizas el dedo hacia arriba, se abre un buscador de aplicaciones y, realmente, no hay un cajón de apps, sino una lista de ellas ordenadas alfabéticamente. Si deslizas el dedo por la zona izquierda en el eje vertical, tienes acceso a todas las apps del teléfono.
Y sí, me he dado cuenta de que tengo un montón que no uso, pero con ese gesto, mi memoria muscular ha asimilado que se debe parar a cierta altura de la pantalla para encontrar la app del banco, Slack, Magic Earth, o la app de Amazon.
Pero si hay dos cosas que me flipan de Niagara, aparte de esa estética minimalista, son las notificaciones dinámicas y, sobre todo, la interfaz, ya que se adapta genial al coche. Lo primero es genial, ya que al lado de la app correspondiente aparece una previsualización de la notificación y, por ejemplo, si es un mensaje, puedes pinchar en esa notificación y no abre la app, sino una ventana emergente de respuesta rápida.
Además, tienes la opción de deslizar por un icono de izquierda a derecha para realizar algunas funciones rápidas. En algunas apps es más útil que en otras, pero está bastante bien. Y en el coche es un puntazo. No tengo Android Auto (utilizo una tablet que he convertido en mi Android Auto), por lo que uso el móvil tanto en horizontal como en vertical gracias a un soporte en la rejilla del aire acondicionado.
Niagara se puede configurar para que rote cuando pones el móvil en horizontal y sus iconos son como los que tendríamos en Android Auto. Si ahí colocas Waze, Google Maps, Magic Earth, Apple Music o Telegram, es similar (nunca será igual, claro) al sistema de infoentretenimiento en el coche. Cuando estoy parado esperando dentro del coche, es muy rápido interactuar con los iconos y responder algo gracias a esa previsualización dinámica.
¿Lo malo? Bueno, no tenemos posibilidad de poner Google Discover (te tienes que meter en la app de Google si quieres consultar Discover) y, además, hay muchísimas funciones básicas, como la del widget del reloj con clima, que es para usuarios de pago. Sí, hay una versión Pro de Niagara, pero no pienso comprarla porque tan pronto como estoy enamorado de este launcher, puede salir otro que me guste más y habré tirado el dinero.
Pero bueno, con las opciones gratuitas estoy encantado, me ayuda a relacionarme con el teléfono de otra forma y, si estás cansado de tu capa de personalización, te recomiendo encarecidamente que des una oportunidad a Niagara.
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