ZTE es otro de esos fabricantes que, aunque tienen grandes cifras de venta de smartphones, son bastante discretos. Ocupan mucho la línea de entrada con terminales baratos y sólo brillan en las ferias cuando presentan sus modelos punteros, que no terminan de llegar.
ZTE Grand X Pro viene a engrosar las filas de la gama media. Un terminal que hoy analizamos en Xataka Android. ¿Una buena opción dentro de su rango de precio? Veamos qué ofrece.
ZTE Grand X Pro, especificaciones técnicas
ZTE Grand X Pro | |
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Pantalla | TFT 720p de 4,5 pulgadas |
Resolución | 720x1080 píxeles |
Procesador | MediaTek MTK6577T 1.2GH 2 núcleos |
RAM | 1 GB RAM |
Memoria | 4 GB. Permite microSD hasta 32 GB |
Versión S.O. | Android 4.0 |
Conectividad | Wireless 802.11a/b/g/n, Bluetooth |
Cámaras | Trasera: 8 MP / Frontal: 2 MP |
Dimensiones | 132,6 x 64,4 x 9,4 mm |
Peso | 146 gramos |
Precio oficial de salida | 220 euros |
Sobre el papel, las especificaciones no nos dejan nada en especial. Un procesador de dos núcleos que cumplen para mover una versión de Android algo desfasada ya y un tamaño de pantalla que lo hace atractivo para quienes buscan un terminal barato pero grande.
Lo cierto es que cuesta ver las diferencias y elementos que lo hacen único frente a otros terminales y esto juega en su contra: a priori lo único que tiene que ofrecer es un buen precio por especificaciones modestas, pero sin nada que lo haga único.
Diseño
Aunque en gama alta nos hemos acostumbrado a un nivel de exigencia elevado en cuanto al peso y el grosor, a veces gusta probar un terminal algo más modesto. No sólo para ver el contraste sino también para valorar las diferencias y que no siempre más ligero y fino es mejor.
Visualmente el ZTE se limita al clásico esquema de smartphone con esquinas redondeadas y color negro. Plástico por todos los lados, con un marco que intenta parecerse al aluminio pero se queda en una simple pintura metálica.
En propoción tamaño peso es correcto con 146 gramos: es muy cómodo en mano y al tacto es agradable. Los botones están bien distribuidos salvo el de encendido que está en la parte superior, personalmente lo encuentro de más fácil acceso en el lateral.
El altavoz, situado en la parte trasera, no tiene el mejor lugar del smartphone. Fácil de bloquear cuando lo tenemos en la mano o cuando lo dejamos boca arriba en la mesa. En general, un smartphone bien contruido, robusto pero sin personalidad alguna.
Pantalla
En la pantalla nos encontramos 4,5 pulgadas de tamaño con tecnología TFT. La resolución de 720x1080 píxeles es buena para el tipo de terminal que se trata. El ángulo de visión es bastante completo y la nitidez nos permite ver imágenes y textos con buen nivel de detalle.
Sin embargo, nos encontramos con un par de pegas: el nivel de reflejos y brillo en la pantalla es bastante alto. Con mucha luz de frente resulta difícil ver y es que, incluso con mucho brillo, no tiene muchos nits en la pantalla.
La gestión de los colores tampoco es la mejor y da la sensación de estar algo blanqueados. Con un perfil diferente, en la parte de software, podría verse algo mejor. Por lo demás, una pantalla competente donde se agradece que hayan metido 720p con semejante pantalla, menos habría dejado una densidad mediocre.
Software
En la parte de software, nos encontramos con Android 4.0 Ice Cream Sandwich con una capa de personalización parecida a la que hemos visto en otros terminales de ZTE: personalización en los fondos de pantalla, los iconos y algunas aplicaciones preinstaladas.
Poco se le puede achacar al software. Introduce algunos detalles curiosos, como la pantalla de desbloqueo con menú radial lleno de accesos directos. Se agradece que no tenga una personalización muy intrusiva, aunque ZTE podría haberse esforzado más en mejorar el teclado por defecto.
Una mezcla un poco rara que por un lado parece querer decirnos que quieren diferenciarse de Android por defecto pero tampoco demasiado. Al final queda algo entre medio camino que no convencerá ni a quienes busquen un terminal con Android puro ni a quienes quieran una capa con muchas filigranas.
Se echa de menos una versión de Android más reciente. No por estar actualizado y ya sino por la mejora de rendimiento que, como veremos en el próximo apartado, sigue siendo un apartado en el que ZTE tiene que poner más trabajo.
Rendimiento y autonomía
Aquí es donde ZTE demuestra que su Grand XM Pro es un terminal de entrada sin aspiraciones a acercarse a otros smartphones más potentes. Su doble núcleo empieza a acusar que ya es un poco lento para Android.
A esto, hay que sumarle una mala optimización de software por parte de ZTE. El launcher, por ejemplo, va realmente lento y sólo hay que hacer una prueba muy sencilla para verlo: instalar cualquiera de Google Play, por ejemplo Nova Launcher.
Aún así, se nota que las animaciones le cuesta mucho y casi se pueden contar los frames cada vez que movemos algo en el escritorio. Es cierto que luego con las aplicaciones funciona mejor, algo de agradecer, pero hay muchos gama de entrada que responden bastante mejor.
Puede con las aplicaciones del día a día y los usuarios poco exigentes no tendrán problemas con él. Eso sí, si vuestra intención es abrir el último juego de Gameloft y compañía, yo iría pensando en otro terminal.
En cuanto a la autonomía, la batería cumple bien con 2.000 mAh. Para muchos aguantará un día sin problemas, pero en cuanto le demos un uso bastante extenso acabaremos muy justo. No hay demasiado optimización en el software para dar de sí a la batería.
Tened en cuenta, luego recogeré esta idea en las conclusiones, que se trata de un terminal orientado a un público que quiere un smartphone para el Whatsapp y cuatro aplicaciones más. Dentro de este contexto, la batería aguanta sin ningún tipo de problema el día entero.
Cámara
Los ocho megapíxeles de la cámara trasera nos demuestran que todavía hay un gran contraste entre las fotos diurnas y las nocturnas o de interiores y que no se trata de metes más megapíxeles. Pocos gamas de entrada ofrecen una buena calidad en ambos casos.
En el caso del ZTE Grand X Pro, las fotos que realiza con mucha luz tienen una calidad bastante buena. Sin embargo, con poca luz le cuesta bastante enfocar, tiende a sacar brillos y la foto final deja algo que desear. Los menos exigentes no tendrán problemas, pero no esperemos hacer grandes fotos con él.
La interfaz de la cámara es la que lleva Android de stock en la versión 4.0. Sencilla, minimalista, aunque con una banda de color que bien podrían haber eliminado para darle un aspecto similar a Jelly Bean y Kit Kat y, de paso, aprovechar un poco más la pantalla.
ZTE Grand X Pro, la opinión de Xataka Android
Siempre he sido de la opinión que un smartphone debe ser evaluado en función de a quién va dirigido y cuáles son las intenciones del fabricante. En este caso es claro: ZTE busca crear un smartphone económico pero con la pantalla grande.
Lo cierto es que en este sentido lo consigue: es cómodo en mano y para las aplicaciones básicas cumple su objetivo. Sin embargo, tiene algunas carencias frente a sus principales competidores.
Por un lado, su diseño es bastante insípido. No transmite nada y da la sensación de ser un smartphone genérico, uno más dentro de un mercado con infinitas elecciones. Esto le resta bastante atractivo de primeras.
Por otro, se podía haber hecho una gestión del software preinstalado bastante más eficiente. El terminal es un poco lento, y buena parte de culpa la tiene una capa de software poco optimizada. Igualmente, Android 4.0 a estas alturas no es aceptable.
Venderá bien, gracias a las operadoras, pero hay ofertas más interesante en esa línea de precio ligeramente superior a los 200 euros. Una buena opción si nos lo ofrecen con algún contrato y queremos Whatsapp y cuatro aplicaciones más, pero hasta ahí.
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