Xiaomi, Samsung, Sony y LG, comparativa: cuatro formas de entender la gama alta

Se acaba ya, la feria más importante del año para el mercado de la telefonía móvil cierra puertas hoy mismo después de cuatro -o más bien cinco- intensos días que han convertido ya a esta edición de 2016 del Mobile World Congress en la más interesante que hemos vivivo en los últimos ejercicios.

Cuatro también han sido las marcas que han venido a Barcelona renovando la parte alta de su catálogo, con los ya esperados Samsung Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge y LG G5 a la cabeza y escoltados por una gama Xperia X totalmente inesperada y un Xiaomi Mi5 que no quiso quedarse en China para su presentación. Cuatro smartphones y cuatro formas muy diferentes de entender la gama alta.

A estas alturas nadie podrá negar que el mercado de smartphones está más que saturado, y de hecho incluso ha habido voces en este MWC 2016 que apuntan ya a cierta desaceleración. ¿Habrá tocado techo la venta de smartphones?

Eso es muy difícil de decir, pero lo que sí es cierto es que cada vez es más complicado encontrar diferencias entre dispositivos, lo que indudablemente nos lleva a alargar los plazos de cambio. Hoy en día, prácticamente no hay gamas diferenciadas, pues la gama media se funde ya por debajo con la económica gracias a precios muy atractivos por terminales compensados, y por arriba aprieta cada vez más la competencia de una súper-gama media con posibilidades de gama alta y costes más contenidos.

Primero fue la carrera del hardware, caída ya de madura, y luego hemos empezado a ver cómo el multimedia o la cámara tomaban protagonismo, así como una creciente competición por mejorar los acabados para conseguir ese toque diferenciador que destaque a unos frente a otros.

Este Mobile World Congress 2016 nos deja cuatro nuevos smartphones diseñados para la gama alta, cuatro dispositivos de la mejor calidad llamados a comandar el catálogo de cuatro de los fabricantes más importantes de la industria, como lo son Samsung, LG, Sony y Xiaomi, y que sin embargo no podrían haber sido más diferentes desde la misma mesa de diseño.

La evolución lógica de un producto exitoso (Samsung), la búsqueda de un golpe de efecto (LG), el punto de inflexión a una estrategia (Sony) o la demostración de que se puede lanzar un gama alta a precio atractivo (Xiaomi), son los motivos principales por los que unos y otros han tomado caminos tan dispares en su asalto a la gama noble en 2016, un año que parece que vivirá de nuevo una dura batalla en el mercado de smartphones.

Obviamente, siempre nos gusta analizar y comparar, ¿y por qué no íbamos a juntar a los cuatro gallos recién llegados al catálogo Android para ver qué nos ofrecen?

Sobre el papel, especificaciones técnicas

Samsung Galaxy S7 y S7 Edge, el smartphone 'redondo'

Es un titular resultón y también un juego de palabras, lo sabemos, pero que el Samsung Galaxy S7 es un smartphone redondo no es algo aplicable sólo a su curvado y pulido diseño, en un ejercicio de regreso al pasado hasta un Galaxy S3 inspirado en los cantos rodados.

Para alegría de muchos, el gigante coreano no se conformó con retocar al alza un diseño y construcción ya buenos, sino que además quiso escuchar a sus usuarios para no dejarse nada en el tintero con un smartphone que busca sin duda el convertirse en la referencia del mercado en 2016.

Así pues, tenemos un Galaxy S7 que mejora su diseño para humanizar el tacto de su trasera y conseguir una certificación IP68 que lo hace impermeable, y además, se recupera para la causa un slot microSD que nunca debió irse. Queda por probar su rendimiento, pero la hoja de especificaciones no miente cuando habla de una de las mejores listas de componentes del mercado, y que suma además las baterías más amplias que todos pedíamos el ejercicio pasado.

Todo esto nos llevaría a pensar en el smartphone definitivo, pero nada más lejos de la realidad, pues Samsung ha sacrificado elementos interesantes como el puerto IR, la olvidada radioFM o un conector USB 3.0 Tipo-C convertido ya en el peor punto de este nuevo buque insignia de Samsung. Por la resistencia a líquidos podemos perdonar, eso sí, la batería no extraíble.

Sea como fuere, Samsung ha entendido que la gama alta necesita un smartphone de construcción premium que suba la apuesta del hardware a lo mejor disponible. Pero también ha buscado mejorar en software y servicios con las posibilidades de la realidad virtual, la optimización para juegos y su cámara con innovaciones de corte profesional.

LG G5, la sorpresa del primer smartphone modular

El caso de LG es muy diferente al de Samsung, aunque ambos venían de buenas críticas heredadas del año pasado. Para LG estas alabanzas supusieron un buen empujón a su moral, y es que ideas como el Knock Code o los botones traseros han sido de lo mejor que hemos visto en este mercado en los últimos años, pero lo cierto es que no se habían traducido completamente en un éxito de ventas.

Esto les ha llevado a buscar un golpe de efecto que les coloque directamente a la vanguardia, algo así como lo que Sony intentó con el panel 4K del Xperia Z5 Premium, pero en forma de smartphone modular. El LG G5 es la primera aproximación a este tipo de teléfonos modulares, que no un smartphone modular como lo entenderíamos, todo sea dicho.

LG ha optado también por materiales premium y el mejor datasheet para su G5, pero haciendo sacrificios también ha dejado a un lado el puerto IR y la optimización del tamaño, buscando sorprender con un marco inferior desmontable que da acceso a la batería y permite colocar periféricos o módulos extra para ampliar funcionalidad. Los llamados LG G5 Friends.

Hay que reconocer la valentía de LG, y es que nadie se había aventurado todavía en dispositivos de este tipo, pero tenemos reservas en cuanto al precio que los módulos incrementen por encima del propio dispositivo, y además eso implicará cargar con más cacharros cuando precisamente la razón de ser de un smartphone es juntar las capacidades muchos gadgets en un teléfono móvil.

El mercado hablará en su momento, y de hecho algunos módulos como el de Bang & Olufsen se van a convertir en objeto deseo de los audiófilos, pero todo dependerá de los precios del teléfono y los mencionados friends.

Sony Xperia X Perfomance, el punto de inflexión de Sony

Sony ha sido la gran sorpresa de este MWC 2016, y no precisamente por presentar casi con corte bajo su nueva gama Xperia X, que esperó al primer día de feria para enseñarse al mundo sin hacer demasiado ruido.

Una de las noticias bomba de la feria este año iba implícita en el anuncio de Sony, que abandona definitivamente la gama Xperia Z para centrarse, en palabras de su VP de Comunicación en Europa, en el Internet de las Cosas y en smartphones más inteligentes que puedan aprovechar lo mejor del ecosistema de Sony.

Los primeros en salir de este nuevo horno son los Xperia XA, Xperia X y Xperia X Perfomance, tres dispositivos con tres objetivos diferentes en el mercado pero que tienen la responsabilidad de convertirse en el punto de inflexión de una Sony que no deja de perder dinero en su división de móviles Sony Mobile tras la rotura de la joint-venture con Ericsson.

No ha roto Sony totalmente con su filosofía OmniBalance, aunque esta vez se apueste directamente por el metal dejando a un lado el diseño totalmente en cristal que caracterizaba a los Xperia Z. La hoja de ruta del Xperia X Perfomance es de lo mejor del mercado, apostando además por un panel FullHD en 5 pulgadas que nadie ha visto animado por el mejor chipset de Qualcomm y que seguramente romperá moldes en las pruebas de rendimiento.

Muchos auguran un futuro incierto para Sony en el mercado de smartphones, y otros como yo piensan que los japoneses saben hacer muy buenos teléfonos, así que el test más duro que pasará Sony en 2016 será el de reconvertirse para conseguir precios más atractivos.

Xiaomi Mi5, el mejor ejercicio de calidad/precio del mercado

El último en discordia es el más controvertido de la nueva gama alta que hemos conocido en el MWC 2016, y es que primero anunciado para el 24 de febrero en China, finalmente el Xiaomi Mi5 vino a Barcelona con toda la artillería que suele usar la exitosa firma china.

Su leitmotiv no es otro que ser la nota discordante del catálogo Android, con posibilidades de gama alta pero a precios reducidos, y sin que ello repercuta en peores acabados o peor experiencia de usuario. De hecho, su MIUI es todo un éxito en China, y muchos en Europa todavía se pelean en tiendas de importación para hacerse con lo último de Xiaomi.

Aunque todo parece muy bonito alrededor de este Xiaomi Mi5, lo cierto es que el fabricante chino se ha vuelto a rajar, retrasando por enésima vez su expansión internacional y dejándonos a todos con cara de tontos mientras esperábamos que su viaje a Barcelona sirviese como trampolín perfecto para dejarse caer también por nuestros mercados.

Eso sí, Xiaomi apuesta muy fuerte con un smartphone que hereda líneas parecidas a las de Samsung con materiales cerámicos de alta calidad, y que con uno de los mejores elencos de hardware del mercado dejará su precio entre los 280 y los 365 euros al cambio dependiendo de su configuración de memoria, no ampliable eso sí.

El fabricante chino no tiene rival a la hora de fabricar teléfonos de altos vuelos y venderlos a precios totalmente ridículos si los comparamos con su competencia directa, así que este Mi5 se lleva de calle el título de la mejor relación calidad/precio de 2016 en cuanto a gama alta (y todavía estamos en febrero).

La parte mala está en que Xiaomi juega con ventaja, pues no se equivocan al pensar que es más sencillo vender cerca de precios de coste en mercados emergentes, y eso lo tienen más que dominado. De momento aquí, seguiremos esperándolos.

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