No hace mucho tiempo Xiaomi significaba móviles con una calidad precio casi imposible de superar, y aún mantiene ese concepto en la mayoría de sus teléfonos, que es lo que le está dando renombre en el mercado mundial y el principal motivo de que la gente se compre sus productos. Pero el fabricante chino ha dado un paso en una dirección distinta esta vez.
Xiaomi, en un alarde de poder, ha sacado al mercado al Mi Mix, un terminal que reúne una serie de características que le permiten reducir los marcos más allá de los soñado por muchos de nosotros. Es un móvil grande, sí, pero bastante más pequeño de lo que sería cualquier otro terminal de 6,4 pulgadas de pantalla. Pero, ¿qué más nos trae este phablet?
Xiaomi Mi Mix, análisis en vídeo
Su casi ausencia de marcos, lo más vistoso del Xiaomi Mi Mix
Posiblemente sea el teléfono que más sorprenda sólo con mirarlo un momento desde hace algunos años, ni siquiera tienes que ponerte a nombrar la cantidad de cosas impresionantes que tiene, con su aspecto físico es suficiente. Sorprende especialmente en el momento que enciendes la pantalla y muestras la casi ausencia de biseles.
Es el teléfono que más efecto de todo pantalla consigue, incluso por delante del Sharp Aquos, y esto se nota tanto a la vista como en el momento de usarlo. Para suprimir casi por completo los marcos han tenido que hacer auténticas virguerías al colocar la cámara frontal en la parte inferior y suprimir el altavoz de llamadas y sensor de proximidad tal y como lo conocemos.
Para las llamadas, el auricular se oculta bajo la pantalla y los sonidos se emiten por vibraciones. Xiaomi tiene que trabajar aún en este aspecto para mejorar la calidad del sonido en las llamadas. En cuanto al sensor de proximidad, éste sí ha tenido un éxito completo al usar los ultrasonidos de una manera completamente eficaz.
Pero no descuidemos el resto del diseño, pues además de grande y sin marcos, es un teléfono elegante, construído en cerámica. Lo malo de esto es que es muy resbaladizo, pero Xiaomi quiere a sus usuarios e incluye una funda de piel para que el teléfono no se te escape de las manos. En cuanto al tamaño, a pesar de sus 6,4 pulgadas, es bastante cómodo si lo comparamos con otros terminales con el mismo panel.
Además de sorprendente en diseño, es potente
Como teléfono cuyo precio oficial (otra cosa es el que tengamos que pagar en España) ronda los 600€, y siendo Xiaomi, no podemos esperar que tenga unas especificaciones malas, ni mucho menos. Se trata de un phablet que, además de tener un diseño que atrae miradas allá por donde pasa, tiene potencia a raudales para que lo machaques con los juegos de última generación.
Como no puede ser de otra forma, su procesador es el más reciente de Qualcomm, el Snapdragon 821, un Quad-core a 2,35 GHz y la GPU Adreno 530. En cuanto a memoria RAM, tenemos dos versiones, de 4 GB y 6 GB con almacenamientos de 128 GB y 256 GB respectivamente que, como es habitual en la firma china, no se pueden ampliar (como si fuera imprescindible).
La enorme pantalla tiene un tamaño de 6,4 pulgadas y tiene 2.040 x 1.080 píxeles de resolución. Su batería tampoco se queda atrás al contar con una capacidad de 4.400 mAh que mantendrá vivo a este gigante. La cámara trasera de este dispositivo es de 16 MP con PDAF cuyos resultados son mejorables, mientras que la delantera es de 5 MP.
En cuanto a software, viene de fábrica con Android 6.0 Nougat bajo la capa propia del fabricante, MIUI 8. Si quisiéramos comprar este terminal, tendríamos que pagar, a día de hoy, 886,95€ al tener que importarlo de China, un precio alto, pero que asegura al usuario que tiene algo único.
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