La familia de smartphones Samsung Galaxy S se ha convertido en toda una seña de identidad para Samsung, que tras vender más de 100 millones de dispositivos de la serie presentará mañana el nuevo integrante de la familia, el Samsung Galaxy S4.
Este modelo es realmente prometedor, pero en lugar de centrarnos en él --cosa que haremos en la cobertura en directo y en los análisis que estamos preparando-- hemos querido hacer un repaso a los modelos que han hecho de esta serie lo que es ahora, con un recorrido por sus principales características.
Samsung llegó con cierto retraso en su apuesta por Android: los primeros terminales de este tipo fueron los Samsung Galaxy (GT-i7500), unos modelos con pantalla táctil AMOLED de 3,2 pulgadas y con Android 1.5 Donut como base. Anunciados en abril de 2009 y disponibles en agosto de ese mismo año, sentaron las bases de lo que sería el futuro de una familia mucho más ambiciosa que llevaría un apellido más. La famosa S.
Samsung Galaxy S (GT-I9000)
El primero de los integrantes oficiales de esta familia apareció en tiendas en junio de 2010, y representaría esa apuesta por Android (en este caso, Android 2.1 Eclair) que comenzaba a ganar cuota de mercado.
Ya en aquel primer modelo se demostraría el gusto de Samsung por las pantallas de gran formato: los competidores (HTC Desire, Nexus One, iPhone 4) no pasaban de las 3,7 pulgadas, pero Samsung dio el salto a las 4 pulgadas. La cámara posterior, con un sensor de 5 Mpíxeles, y su calidad de audio fueron algunos de los puntos claves de un primer smartphone que vendería 24 millones de unidades en todo el mundo.
Samsung Galaxy S II (GT-I9100)
Presentado en el Mobile World Congress de febrero de 2011 --algo que no se ha vuelto a repetir--, el Samsung Galaxy S II llegaría al mercado en mayo de aquel año, y lo haría como una potente evolución del anterior modelo y una confirmación de la tendencia de Samsung en este campo.
Aunque la resolución de pantalla no cambiaba, sí lo hizo su tamaño: Samsung volvió a dar un paso al frente con una diagonal de 4,3 pulgadas que volvía a dejar atrás en ese apartado a la mayoría de sus rivales. El procesador dual-core Snapdragon S3 a 1,2 GHz y el uso de Android 2.3 Gingerbread fueron características destacadas, como también lo fue la inclusión de su capa TouchWiz 4.0 que por primera vez incluía la importante aceleración hardware, o la del chip NFC que lo convertía en uno de los primeros smartphones con esta capacidad.
Aunque el primer Samsung Galaxy S fue sin duda un buen paso para esta empresa, el Galaxy S II fue el verdadero punto de inflexión en la historia de esta familia. Las críticas por parte de los medios especializados fueron excelentes, y en Samsung tuvieron detalles interesantes de cara a la comunidad: cedieron varios dispositivos a cuatro desarrolladores del proyecto CyanogenMod para que prepararan versiones de esa ROM que fueran compatibles por aquellos dispositivos. Las ventas del Galaxy S II fueron fulgurantes con 10 millones de dispositivos en 5 meses y un récord especialmente notorio: ayudar de forma clara a lograr superar a Apple en venta de smartphones, lo que se produjo en el tercer trimestre de 2011.
Samsung Galaxy S III (GT-I9300)
El Samsung Galaxy S III, heredero de la corona de esta prestigiosa familia llegaría a finales de mayo de 2012, y antes incluso de comenzar a venderse su presentación generó el efecto esperado: más de 9 millones de dispositivos habían sido reservados en las más de 100 operadoras que comenzarían a venderlo en esas primeras semanas de disponibilidad.
El Galaxy S III volvió a incrementar el tamaño de pantalla llegando a unas 4,8 pulgadas que de nuevo parecían exageradas para un teléfono móvil. El tiempo les dio la razón, y de hecho pocos meses antes Samsung había lanzado al mercado unos Samsung Galaxy Note que iniciarían sin saberlo la fiebre phablet.
El Galaxy S III también se convirtió en referente en otras características, como su procesador quad-core y su cámara de fotos posterior, con sensor de 8 Mpíxeles y apertura f/2.6 que se convirtió en un importante elemento para atraer aún más ventas. La inclusión de Android 4.0.4 Ice Cream Sandwich, de la capa TouchWiz "Nature UX" y de características como S Voice (un asistente de voz similar a Siri en su comportamiento y prestaciones) fueron algunos de los principales cambios en el apartado software. Cambios que por supuesto serían muy bien recibidos por sus usuarios. El Samsung Galaxy S III había vendido 40 millones de unidades hasta enero de 2013. La misma cifra que sus S II, pero con un año menos de existencia, aunque obviamente la aparición del S III ralentizó y acabó frenando las ventas de su predecesor.
Los otros miembros de la galaxia
Aunque la familia Galaxy S cuenta únicamente con 3 miembros oficiales (4 si metemos en el saco al esperado S4), existen un buen número de smartphones que en mayor o menor medida se han podido aprovechar del éxito de esta serie.
Los Samsung Galaxy Note, Note II y el reciente Note 8.0 son ejemplos perfectos de esa herencia, aunque han logrado aportar su propia personalidad y se han convertido en representantes de esa familia de dispositivos híbridos que ya conocemos por el nombre de phablets.
Pero alrededor de aquellos primeros dispositivos fueron apareciendo otros muchos, como los Samsung Galaxy Mini, Halo, Ace, Fit, Pro, o unos dispositivos especialmente notorios: los Samsung Galaxy Nexus, que se desarrollaron en colaboración con Samsung y que se convirtieron en el smartphone de referencia de la propia Google hasta la llegada de los recientes Nexus 4 fabricados por LG. Y sin duda veremos más y más dispositivos que formarán parte no solo de la familia S, sino de esa gran familia Samsung Galaxy que ha ido cosechando más y más éxitos en el mercado.
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