Como suele suceder, abril se ha convertido en el mes elegido por los principales fabricantes para lanzar al mercado los terminales presentados durante el Mobile World Congress 2015, entre los que nunca falta algún que otro primer espada de alguna firma importante.
Este año quienes han abierto fuego han sido HTC y Samsung, que con los HTC One M9 y Samsung Galaxy S6 Edge se han quedado a la espera de más competencia entre la gama alta Android, pero confirmándonos de forma clara el giro que está dando el mercado.
Seguramente no será una sorpresa para nadie que hoy os hablemos de diseño y construcción de smartphones, y suponemos que tampoco vamos a pillar a nadie desprevenido si afirmamos que esta es la forma que ha encontrado el mercado Android de acercase a competir directamente en la liga de Apple y su iPhone.
Los acabados no son la única forma de hacerlo, pero bien es cierto que el catálogo de terminales Android empezaba a saturarse en exceso y necesitaba un cambio, y qué mejor que empezar a crecer en un apartado donde Apple se llevaba las mejores críticas.
La potencia ya no marca diferencias
Es evidente que un smartphone de gama alta no puede quedarse cojo con su plataforma de hardware, aunque también está más que demostrado que la potencia ha llegado a tal punto en que las diferencias son ya suficientemente inapreciables para convertir a otros factores en diferenciales.
Nadie se espera hoy en día un terminal de gama alta que no esté a la altura en hardware, porque la propia gama media empieza a tirar ya del carro con dispositivos muy compensados que mantienen la experiencia de uso en niveles muy altos con precios contenidos.
En esta tesitura, Samsung y HTC han recorrido caminos diferentes, pues mientras los primeros han querido montar el hardware más potente del mercado para abanderar la gama alta, HTC se ha afanado en compensar el hardware para mantener a raya la autonomía sin hacer locuras con los números.
De Samsung nada que decir, pues los coreanos tienen que mantener el status de la gama Galaxy S, que suele incorporar lo mejor que el mercado dispone, pero de la apuesta de HTC sí podríamos decir que es acertada en el modo de competir con argumentos distintos, aunque luego habría que compensar un precio en el que HTC se queda fuera de mercado.
El diseño como factor diferenciador
En esta tesitura es cuando podemos empezar a hablar ya del diseño como el nuevo caballo de batalla de la gama alta para este 2015, sobre todo en cuanto a materiales y acabados de unos terminales que ahora van a tener que justificar sus elevados precios también en el aspecto y en la sensación en mano.
No cabe duda que esta era una batalla ganada por Apple de forma histórica, con terminales bien construidos y buenas críticas que no recibían respuesta por parte de la plataforma Android, aunque con tamaños realmente pequeños que el iPhone 6 se ha encargado de arreglar.
En Android, sólo se acercaban al lado del diseño algunos terminales puntuales sobre todo del catálogo de Sony, como un precioso Sony Xperia Arc que sin embargo no cosechó demasiado éxito, así como el Xperia Z, que demostró que los terminales Android también podían estar diseñados y construidos con gusto y materiales de calidad.
Este año parece ser el elegido por la mayoría de fabricantes Android para dar ese salto de calidad que hemos ido atisbando en cuanto a diseño y materiales en la gama alta, y ya la mayoría han ido dejando ver que sus dispositivos estarán a la altura de las circunstancias.
HTC ha mantenido unas líneas de éxito que, sin embargo, necesitaban una ligera renovación en cuanto a aprovechamiento frontal, sin renunciar eso sí a una carcasa unibody de aluminio mecanizado que nos parece una obra de ingeniería más que digna de la gama alta.
Samsung, por su parte, necesitaba este giro para dar un golpe de efecto, aprovechado todavía más por una versión con pantalla curvada que consigue un efecto 'WoW' que en la firma coreana han buscado con ahínco. Arriesgando, eso sí, rompiendo tradiciones como la trasera extraíble, pero con mucho acierto.
Cuidado en el software y foco para las cámaras
Sin embargo, no sólo en construcción peleará Android ya de tú a tú con otras plataformas, sino también con una apuesta clara por la mejora en las capacidades fotográficas de los dispositivos, así como con un ecosistema de software ya maduro y funcional en casi todas las situaciones.
Samsung se ha acercado a la excelencia en la cámara de su Galaxy S6, nuestro análisis lo atestigua, y HTC ha dado un paso para atrás olvidando sus UltraPixel para intentar un salto adelante con un sensor Sony de 20.7 megapíxeles de probada solvencia. Huawei y LG parecen ser los siguientes en presentar sus mejoras en la cámara de sus próximos buques insignia, el primero de ellos este mismo mediodía.
En cuanto al software, Android 5.0 Lollipop ha vuelto a dar un salto en la buena dirección, unificando guías de estilo y mejorando rendimiento sin penalizar el consumo energético gracias a su nuevo Android RunTime y al soporte para hardware de 64 bits.
Por si esto fuera poco, Android for Work ya presenta una buena solución para entornos profesionales y los principales fabricantes se han decidido a aportar mejoras más que cambios estéticos con sus personalizaciones.
Sin duda que Android y su gama alta caminan en buena senda, aunque no hay que olvidar que este mercado se mueve muy rápido y de forma continua, así que esperemos que las mejoras de las próximas versiones de Android continúen dando pasos adelante que los principales fabricantes puedan aprovechar.
Sabremos más en verano durante el Google I/O 2015, así que de momento habrá que conformarse con ir guardando el sitio para las presentaciones de Huawei -hoy mismo-, LG el próximo 28 de abril y Sony, OnePlus y demás actores del mercado de los que todavía no tenemos fechas.
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