Justo antes de que empezase oficialmente IFA 2015 os comentamos el lanzamiento de nada menos que tres terminales Android por parte de la compañía alemana Gigaset.
Ya de primeras nos parecieron unos smartphones que, sobre el papel, apuntaban maneras y es algo que después de poder trastear con ellos durante la feria de Berlín han respondido bastante bien a nuestras expectativas.
Gigaset apuesta por terminales premium
Este fabricante, por si no os suena mirad la marca del teléfono inalámbrico que uséis en casa y probablemente sea de esta compañía, nació hace años como una escisión de la compañía Siemens, con la que actualmente no tiene relación alguna.
Gigaset ha querido desmarcarse de la batalla por la gama media, media-baja y se ha lanzado directamente a la gama media-alta y gama alta con, respectivamente, sus modelos Gigaset Me Pure y Gigaset Me y Me Pro.
Lo cierto es que cuando son los primeros pasos que una compañía da en el sector móvil, aunque tenemos que recordar que ya teníamos un teléfono fijo con Android, y nos ha parecido una apuesta arriesgada entrar con una gama de tres terminales, pero una vez probados incluso con versiones de software preliminares nos han dado muy buenas sensaciones.
Parte de ello es debido a la solución de diseño que ofrecen. Aquí tenemos dos diseños diferenciados, el del modelo Gigaset Me Pure (el más económico) con un frontal con Gorilla Glass de acabado 2.5D que junto con su chasis y trasera metálica con cantos redondeados ofrece una gran ergonomía a la hora de tenerlo en mano.
La otra línea de diseño compete al modelo Gigaset Me y Gigaset Me Pro (el phablet de la compañía) que parece cerrar el círculo de esta idea de diseño utilizando también Gorilla Glass 2.5D en la parte trasera.
Todos ellos montan un lector de huellas en la parte trasera que promete una gran fiabilidad y velocidad de reconocimiento, aunque tendremos que esperar a tener unidades finales para corroborarlo.
Software muy poco personalizado
Según nos comentó Gigaset en IFA 2015 no van a abusar de personalización software en los terminales, algo de agradeder, y salvo algunas aplicaciones de la compañía que sirven para sacar partido de los sensores de los modelos más avanzados como son sensor de pulso o bien UV e incluso el emisor/receptor de infrarrojos, nos encontraremos con una interfaz muy similar a Lollipop.
A día de hoy estamos a escasas semanas del lanzamiento oficial de MarshMallow, Android 6.0, y es la pregunta del millón. ¿Actualizarán a esta versión los nuevos Gigaset? La respuesta oficial de la compañía es que ya están trabajando en ello, y, cierto es que este es un punto diferencial a la hora de adquirir un nuevo smartphone.
Lo que hemos podido probar del software de cámara también nos ha convencido aunque habrá que probar las cámaras a fondo en nuestros futuros análisis para ver qué tal rinden los sensores Omnivision de los modelos Me Pure y Me o bien el Sony del modelo phablet.
Las primeras impresiones de ese modo de enfoque de las SLR (detección de fase) nos ha parecido muy apropiado, con un enfoque preciso y rápido aunque, como decimos, nos reservamos a los análisis con unidades finales tanto en hardware como en software para dar una opinión final fundada.
Diseño sin altavoz para llamadas, pero suena
Gigaset ha mostrado un gran esfuerzo en I+D, y valentía, a la hora de lanzar los primeros smartphones que hayamos visto que no tienen altavoz de llamadas como tal, de hecho, en la parte frontal no tenemos ranura ni altavoz alguno.
Esto no significa que no podamos hablar, ya que pudimos probar el sistema y corroboramos que funciona. Es una sensación rara la ausencia de ese punto que buscamos instintivamente a la hora de poner el smartphone en el oído y es que la pantalla es la que sirve como altavoz mediante microvibraciones. Para escuchar música/tonos de llamada tenemos un altavoz situado en la parte inferior pero para llamadas el sistema que comentamos.
¿Cómo suena? En la llamada que hicimos de prueba podemos comentar que el sonido era nítido, bien definido, y con una calidad similar a una llamada con un teléfono móvil tradicional o inalámbrico DECT.
Una gama con terminales para todo tipo de usuarios
Obviamente no estamos ante terminales chinos económicos con buenos acabados y el diseño y materiales es un apartado a tener en cuenta. Los usuarios que busquen un buen equipo con un acabado premium podrán optar por el modelo Gigaset Me Pure, aunque quizá, en especificaciones/precio (salvo su batería de 3.230 mAh), esté por encima de la media del segmento.
Si damos el salto al modelo Gigaset Me, con toda la línea de sensores, diseño Gorilla Glass por la parte trasera, mejor cámara y 3GB de memoria RAM DDR4 junto con el chip Snapdragon 810 pasamos al tope de gama actual, a un precio bastante competitivo, 469 euros.
Y si somos usuarios de smartphone grande tenemos el modelo Gigaset Me Pro que es, en resumidas cuentas, una versión de tamaño ampliado del Gigaset Me, donde se aprovecha el espacio bajo su pantalla de 5,5 pulgadas para incluir una batería de 4.000 mAh. El precio de este modelo phablet es de los más contenidos del mercado con estas especificaciones técnicas, 549 euros.
Todos los terminales hacen uso del sistema de carga rápida Quick Charge 2.0 de Qualcomm y montan el conector reversible micro USB-C, otra apuesta de futuro, que si bien tendrá sentido en un tiempo ahora limita, en cierta manera, al cable de carga/sincronización.
En definitiva, nos ha parecido una apuesta arriesgada, pero bien trabajada por parte de Gigaset que estamos deseando poder probar a fondo para desgranar todas las funcionalidades de los mismos y ofreceros una confirmación sobre su gran relación calidad/precio.
Más información | Gigaset.
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