Sony Xperia S, análisis a fondo (II). Sony se pone al día con las especificaciones

Ayer os hablábamos, en la anterior entrega de nuestro análisis, del diseño y funcionalidades básicas del nuevo Sony Xperia S. Hoy vamos a continuar el paso por el microscopio a este dispositivo, intentando no dejarnos ningún tema de interés sin comentar.

Dejaremos para la tercera y última entrega las conclusiones y alternativas, así que en esta segunda parte nos centraremos en los apartados de hardware y software del dispositivo, que básicamente componen la hoja de ruta de cualquier comprador al tomar la decisión.

También vamos a tratar de desgranar las buenas posibilidades multimedia del terminal, que cuenta para esto con todo el potencial de la tecnología de Sony, una empresa que lleva mucho tiempo en la vanguardia.

Pantalla BRAVIA y alta definición

La pantalla se ha convertido sin duda en el elemento más importante de un smartphone, no en vano, en prácticamente todos los últimos diseños es el medio único de interactividad entre usuario y dispositivo, por dónde el usuario recibe los contenidos y realiza casi cualquier tipo de acción con el terminal.

En este caso, no podríamos comenzar un análisis hardware del Sony Xperia S sin detenernos en su espectacular pantalla, que se queda en un adecuado tamaño de 4.3 pulgadas y está realizada con tecnología Reality Display, en realidad un panel de tipo Backlight TFT-LCD mejorado por Sony.

El motor BRAVIA Mobile Engine vuelve a estar presente para mejorar la calidad de colores en reproducción multimedia, y la resolución será de 1280 × 720 píxeles, una resolución en alta definición que parece el estándar de este 2012, pero que en este tamaño nos lleva a una densidad increíble de 342 puntos por pulgada.

La reproducción de colores en la pantalla es extremadamente buena, y cualquier ser humano será incapaz de distinguir un píxel concreto en tamaña densidad, lo que hace que los textos se lean de manera muy nítida y clara.

Con respecto a SuperAMOLED, tecnología de referencia en este caso, Sony ha hecho un trabajo estupendo, y es que la pantalla del Xperia S es superior en muchos aspectos a la de, por ejemplo, el Galaxy Nexus.

SuperAMOLED conserva la supremacía en los negros, insuperables, en la visión en diferentes ángulos, y en la vivacidad de los colores, siempre sobresaturados. La pantalla Reality Display del Sony Xperia S muestra sin embargo mejor definición de colores, más reales y menos saturados, y aunque los negros se ven penalizados por la tecnología del panel, mostrando blancos supera con creces a SuperAMOLED, que suele mostrarlos amarillentos.

En definitiva, la pantalla del Xperia S es más agradable a la vista, al mostrar colores más naturales, y con la mejor definición del mercado, se muestra intratable en la claridad al mostrar textos o cualquier imagen.

La visión en exteriores es buena, aunque el dispositivo no cuenta con recubrimiento antirreflejos, y el rango de brillos configurables también es amplio. El brillo automático no es desactivable, y aunque ajustemos manualmente el brillo, éste se autorregulará con +/- 10% de nuestra configuración indicada.

Plataforma de hardware y rendimiento

La plataforma de hardware se basa en un chipset Qualcomm S3, nacido ya el año pasado y que ya tiene a su sucesor en el mercado, aunque el terminal no adolece problemas de rendimiento por este hecho.

El SoC en cuestión se compone de un procesador de doble núcleo Qualcomm Snapdragon S3 MSM8260 a 1.5 GHz y una GPU Adreno 220, que se ven asistidos por 1 GB de memoria RAM. El almacenamiento se queda en 32 GB internos, sin posibilidad de ampliación al no disponer de lector de tarjetas de memoria.

En cuanto a benchmarks, no hemos hecho ni lo creemos necesario, ya que la mayoría de comparaciones posibles están ya en Ice Cream Sandwich, y no es comparable el rendimiento de la última versión de Android con Gingerbread. Además, los números sólo gusta verlos cuando no se tiene el dispositivo en mano para probar su uso.

El hardware del Sony Xperia S no presenta una mejora espectacular respecto a lo que está en el mercado, y mucho menos se destina a competir en la carrera de los núcleos que llevan los fabricantes, ya con dispositivos quad-core en el mercado.

Más bien, la compañía Sony, ha apostado por la optimización, y el sistema del Xperia S se mueve completamente fluido y sin problemas. Es seguro que Ice Cream Sandwich supondrá un rejuvenecimiento y una mejora sustancial, aunque en realidad Sony ha hecho un buen trabajo con Gingerbread en este caso.

El sistema está bien diseñado y bien optimizado, e incluso jugando con títulos que presentan altos requerimientos de hardware no se advierten calentones evidentes en ninguna parte del terminal, algo que agradecerán muchos usuarios y que si sucede en otros dispositivos, como por ejemplo en el Galaxy Nexus.

En general, el Sony Xperia S cuenta con un hardware más que suficiente para sobrevivir en la gama alta al menos hasta la próxima versión de Android, Jelly Bean, y no advertimos ninguna falta de potencia en el dispositivo.

Software y funcionalidades multimedia

En este punto es sin duda donde encontramos el punto más débil del Sony Xperia S, y no nos referimos precisamente a las funcionalidades multimedia, donde el dispositivo cumple con creces, si no al sistema operativo que utiliza.

En el Sony Xperia S tendremos que conformarnos con usar, al menos hasta mediados de año, Android 2.3 Gingerbread, lo que es absolutamente imperdonable en un terminal presentado varios meses después del lanzamiento de Ice Cream Sandwich.

Sin embargo, la personalización que Sony realiza sobre Android es de lo mejor que hemos probado, con poco instrusismo en el sistema operativo y una mejora evidente en la interfaz, tanto gráfica como funcional. Además, se añaden nuevas opciones como el cambio de temas, integración con Facebook nativa, capturas de pantallas al mantener pulsado el botón power y una buena cantidad de aplicaciones y widgets de calidad.

Entre las aplicaciones que encontraremos de serie veremos un completo centro de actualizaciones, el gestor para SmartTags, un gestor de conectividad DLNA, una serie de widgets personalizados por Sony como el de la galería o el control de energía, etc.

Además, se ha presintalado WhatsApp y otras aplicaciones muy utilizadas por los usuarios, y al contar el dispositivo con la certificación PlayStation se añaden también las aplicaciones necesarias para comprar juegos y emularlos.

En cuanto al apartado multimedia, el dispositivo está perfectamente dotado, con una muy buena aplicación de reproducción de música personalizada al estilo Windows Phone, que mejora con creces la aplicación nativa incluyendo incluso ecualización con clear bass. Evidenemente, también están presentes los servicios Music Unlimited y Video Unlimited de Sony en este dispositivo.

La reproducción de contenidos es genial, el sonido cuenta con la mejora de refuerzo de bajos que supone la tecnología xLOUD, lo que hace que la reproducción musical sea excelente casi con cualquier tipo de auriculares, y muy superior a otros dispositivos. El altavoz principal del dispositivo también suena muy bien, con un sonido aceptable y mejor que el del Galaxy Nexus o el Galaxy SII, por ejemplo.

Reproduciendo vídeo FullHD el terminal es completamente solvente, sin saltos ni congelaciones, y en la pantalla que monta este Sony Xperia S es una gozada ver vídeos con una calidad tan buena.

Si deseamos compartir contenido con el televisor mediante el cable HDMI el terminal también cumple a la perfección, aunque en realidad necesitaremos que éste sea compatible con FullHD para comprobar todo el potencial del Xperia S. Y si además disponemos del accesorio LiveDock de Sony Ericsson, podremos incluso conectar un teclado y ratón inalámbricos o un mando para juegos como podremos ver en este vídeo.

Cámara de 12 MP con sensor Exmor R Mobile

En cuanto al apartado de cámaras, el nuevo terminal de Sony cuenta con una cámara frontal de 1.3 megapíxeles y resolución 720p, aunque donde realmente puede presumir es en la cámara principal.

El sensor Exmor R Mobile de tipo retroiluminado llega esta vez a los 12.1 megapíxeles, con una apertura de 2.4 y zoom digital de 16 aumentos. Al conjunto se añade un flash LED convencional y un botón físico específico que muchos apreciarán. Por si esto fuera poco, la toma de fotografías es ultrarrápida, llegando a realizar capturas en 1.8 segundos desde bloqueo manteniendo pulsado el botón físico.

La aplicación de gestión de la cámara es así mismo muy buena, con opciones avanzadas como barridos panorámicos en 3D incluso desde diferentes ángulos, detección de sonrisas, reducción de ojos rojos, reconocimiento automático de escena, geotagging o función de inicio rápido con captura automática.

En cuanto a la toma de vídeos, el dispositivo captura en formato FullHD con buena calidad, y añade también varias opciones como diferentes escenas, balance de blancos, estabilización de imagen o enfoque automático al detectar rostros.

Si comparamos al Xperia S en este apartado, ridiculizará a casi cualquier terminal actual, así que no cabe más que decir que la cámara es un aspecto sobresaliente en el nuevo dispositivo de Sony.

Para que podáis comprobarlo, os dejamos cuatro tomas realizadas con el dispositivo:

Ver galería completa » Cámara del Sony Xperia S (4 fotos)

Sony Xperia S, análisis

Sony Xperia S, análisis (I). Un diseño exquisito para iniciar un ciclo

Sony Xperia S, análisis (II). Sony se pone al día con las especificaciones

Sony Xperia S, análisis (III). Conclusiones, alternativas, especificaciones y galería fotográfica

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