A pesar de que HTC no está en su mejor momento, parece que la llegada del U11 les está aliviando un poco las cuentas, y es que el hecho de que sea un terminal que se ha vendido mejor que sus dos antecesores puede dar ciertas esperanzas a los que aprecian a la marca taiwanesa. Si será el inicio o no de la resurrección de HTC es algo que sabremos en un futuro.
Como ya sabrás por algún artículo anterior, actualmente soy poseedor de un HTC U11, un terminal con el que estoy satisfecho. No obstante, una vez pasados esos días en los que todo es amor y admiración por el terminal, es hora de ponerme un poco más analítico y contaros qué es lo que más me gusta de este teléfono y lo que menos.
Lo que más me gusta del HTC U11
Si el HTC U11 se ha vendido mejor que sus dos antecesores más inmediatos es porque el fabricante taiwanés ha hecho unas cuantas cosas bien, y es que este terminal tiene bastantes virtudes. A continuación detallaré qué es lo que más me está gustando de este móvil, siempre bajo mi punto de vista (ya se sabe que cada uno tiene el suyo).
Su diseño
Una de las señas de identidad de HTC es la elegancia en sus terminales estrella, pueden gustar más o menos (según cada persona), pero son teléfonos realmente 'premium'. Muchos criticaron al fabricante taiwanés en el pasado por ser tan continuistas con el diseño de sus smartphones, pero con el U11 hicieron unos cuantos cambios muy notables.
El resultado es un teléfono que, además de la elegancia característica de la que presume HTC en sus buques insignia, supone una bocanada de aire fresco. Mantiene la esencia de la marca, pero ha hecho una serie de cambios que hacen del U11 un terminal atractivo a la vista con ese cristal y su brillo cuando lo miras en todo su esplendor.
A pesar de que sus marcos no son los más pequeños precisamente, es un teléfono bastante cómodo de sujetar y con ese tacto 'premium' que tanto gusta. Sin duda, en los años que he estado probando otras marcas tras el HTC One S, el fabricante no ha perdido su toque cuando se trata de diseñar un móvil de gama alta.
Edge Sense
Ya hace unos días hablé sobre Edge Sense, la característica más novedosa del HTC U11, y acerca de mi experiencia con ella. Sin lugar a dudas, aunque no sea algo que vaya a usar a cada momento, es algo realmente cómodo con las funciones que trae y que, espero, se amplíen con el tiempo.
El hecho de que se encuentre en la mitad inferior de los bordes lo hace realmente cómodo y, al poder configurar la fuerza necesaria para activarlo evitarás usarlo accidentalmente, pero tampoco tendrás que tener los músculos de Hulk para, por ejemplo, ejecutar la app de cámara. Por lo tanto, gracias a su sencillez, utilidad y comodidad, se encuentra entre las cosas que más me gustan del HTC U11.
Cámara
Vamos a dejar de lado eso de que DxOMark le haya dado la puntuación más alta y vamos a centrarnos en la experiencia personal. La interfaz es muy sencilla e intuitiva y, aunque a veces me da la sensación de que le falta algún modo, con los ajustes manuales esto se puede remediar fácilmente, pero los más básicos (macro, noche y panorámica) están ahí.
En cuanto a la calidad de las fotos, considero que HTC ha hecho aquí un gran trabajo y de verdad le ha dado el mimo que merece una cámara de gama alta. No es perfecta, y hay algún momento concreto donde flaquea, pero estamos hablando de una cámara de móvil, no de una réflex para profesionales.
De día las fotos tienen unos colores muy reales, un buen nivel de detalle y un rango dinámico bastante bueno. Por la noche deja ver que es toda una bestia captando bastante luz y, por lo tanto, haciendo que no sean necesarios tiempos de exposición muy altos. Aun así, en algunas ocasiones tiende a usar tiempos algo más altos que hacen que la foto se vea excesivamente iluminada, con colores menos realistas de los que podríamos esperar y con cierto nivel de ruido. No obstante, la del HTC U11 será candidata a la mejor cámara de smartphone del año.
El sonido
Otra de las señas de identidad de HTC es la calidad de sonido que es capaz de desplegar y una de las razones por las que decidí darle otra oportunidad a HTC. Este tiempo con el smartphone me ha hecho sentir que he acertado de lleno en este aspecto, tanto cuando uso los altavoces internos como cuando uso auriculares.
El altavoz principal del HTC U11 se encuentra en el borde inferior, pero también usa el de llamada para reproducir sonido estéreo, y la combinación de ambos es muy buena, sobre todo porque consigue, aunque tapes el del borde inferior, todavía puedas oir lo que esté sonando el móvil sin problema.
En cuanto a los auriculares, me he llevado una grata sorpresa con los que vienen en la caja (que usan el conector USB-C). Al ponértelos por primera vez, el software configura los auriculares de forma automática según tu oído para que se adapte lo mejor posible a tus canales auditivos.
El resultado de todo eso es un sonido de gran calidad para ser unos in-ear que vienen de fábrica con el móvil (HTC USonic), que vienen, además, con cancelación activa de ruido. Puedes salir a la calle sin miedo a que el ruido típico de la calle te deje sin escuchar tu música favorita. Buena calidad y buena potencia en este aspecto hacen que el HTC U11 sea una buena opción.
El software
Para mí HTC Sense, desde la primera vez que lo pude comparar con otras capas de personalización, me ha parecido de los mejores. En los años venideros, aunque he optado por otras marcas, no he dejado de vigilar puntualmente los cambios que se han ido implementando. Lo mejor que han hecho ha sido mejorar la implementación de la capa y hacerla más ligera.
Pero su valor no se encuentra sólo en que tenga un parecido mayor a Android puro, sino en aquellas funciones propias que ha implementado que pueden ayudar en más de una ocasión. Ejemplos pueden ser las funciones de Edge Sense, sino los gestos de Motion Launch (que se encuentra en el apartado de pantalla) que permite personalizar cinco acciones cuando tocas la pantalla estando apagada.
No todo el software adicional de HTC tiene una gran utilidad, pero creo que uniendo este punto junto a una gran implementación, este apartado puede ser perfectamente el punto positivo para casi cualquier usuario. Tienes cierta libertad de personalización y un funcionamiento impecable.
La autonomía
Aquí matizo que es la autonomía lo que me gusta y no la capacidad de la batería, que me parece algo corta. Cuando me compré el HTC U11 no esperaba una autonomía muy allá, y asumí que tendría que cargarlo sí o sí todos los días. Me llevé una grata sorpresa cuando descubrí que no tenía por qué ser así.
Es cierto que con un uso muy intensivo tendría que cargarlo cada día, pero no siempre se está horas y horas con el móvil, hay días en los que lo tienes casi ignorado. Como puedes ver en la captura superior, he conseguido cerca de tres días de duración con casi cinco horas y media de pantalla, aunque esto ha coincidido con días en los que no le he dado mucho uso.
Normalmente le doy un uso mediano y suelo tener unas siente u ocho horas de pantalla con dos días de batería (aproximadamente), y fue aquí donde me sorprendí. En reposo y sólo con el Wi-Fi conectado tiene un gasto casi nulo, algo que hará que no sea necesario ponerlo a cargar mientras duermes y puedas esperar a la mañana siguiente para enchufarlo mientras haces las típicas tareas matutinas.
Si con 3.000 mAh es capaz de conseguir estos números, es difícil imaginarse lo que haría con 4.000 mAh, la cantidad que yo considero indónea para una pantalla de 5,5 pulgadas y resolución QHD. Ahora sólo queda comprobar si con el tiempo la batería aguanta igual de bien o se deteriora más rápido que la de otras marcas.
Lo que menos me ha gustado del HTC U11
Por mucho que me guste mi HTC U11, es una realidad que no es perfecto (ninguno lo es), y desde el momento en el que se me pasó la típica euforia de lo bonito que es y todo eso, empecé a analizar cuáles eran las cosas que menos me gustaban de este teléfono. Dicho esto, veamos qué es lo que menos me ha gustado de este teléfono.
Las huellas se quedan marcadas con mucha facilidad
El HTC U11 es un teléfono muy bonito y atractivo, con un cristal que permite hacer auténticas obras con los colores, pero tiene un problema (muy común a este material): que las huellas se quedan marcadas con una bastante facilidad. En gran parte ya era consciente de que esto iba a suceder antes de comprarlo, pero no deja de ser un defecto.
Es cierto que viene un pequeño paño de microfibra dentro, pero tendrás que limpiarlo cada dos por tres si quieres lucir toda su belleza. También está la posibilidad de ponerle fundas (viene una en la caja), incluso las hay "transparentes", pero aun así el diseño del móvil queda algo eclipsado.
Aunque las primeras huellas no se notan demasiado, cuando lo llevas sujetando un rato empiezan a hacerse notar, y esto es algo que a un teléfono tan bonito le resta atractivo, así que la solución, si no quieres ir con el paño a todos lados, es una funda lo más transparente posible para lucirlo lo mejor posible.
Blinkfeed
En su aparición (en el HTC One M7), la idea de Blinkfeed, una pantalla a la izquierda de la principal que mostraba noticias de tu interés, me parecía buena para no tener que acudir a varias apps de feeds. No obstante, la forma en la que ha evolucionado hasta llegar al HTC U11 no me ha gustado.
Tanto ha sido así que decidí desactivarlo a los pocos minutos de comprobar cómo había evolucionado hasta ahora (puede hacerse desde la lista de pantallas, haciendo el gesto de zoom para alejar, dejando pulsado sobre la de Blinkfeed y arrastrándolo a donde pone 'Borrar'). A día de hoy prefiero usar mis propios feeds, consultarlos a mi antojo y ahorrarme la batería que usaría Blinkfeed.
El tamaño y situación del sensor de huellas
En lo referente al funcionamiento no hay problema alguno, es muy rápido y preciso, lo malo que he visto es que le falta altura y estar más centrado. En el terminal podemos ver que está bastante pegado al borde inferior y, sumado a que es bastante fino, puede hacer que más de uno no acierte a darle adecuadamente al principio.
Una vez te acostumbras no hay problema, pero igualmente debería ser de un tamaño similar al que tiene el del OnePlus 5, siendo que tienen un borde inferior de un grosor similar (yo diría, sin compararlos, que el del U11 es ligeramente mayor). Si te vas a comprar este teléfono, al menos que sepas que necesitarás algo de tiempo para acostumbrarte.
¿Y qué pasa con la ausencia de mini-jack?
Cuando me hice con este terminal, ya había pensado hacer un post de este tipo y pensaba incluir entre las partes negativas este punto, pero antes necesitaba experimentar para tener un argumento lo más sólido posible. Al final, a golpe de probarlo y reflexionar sobre si lo veo mal, noté que no echaba de menos el mini-jack.
Para empezar, he podido aprovechar ese pequeño extra de calidad en el sonido gracias a que, además, en la caja vienen los ariculares USonic, que son bastante buenos para venir por defecto en un móvil. Si me pongo a jugar a ser Nostradamus, creo que el mini-jack tiene los años contados contra el USB-C, sobre todo en aquellos móviles que quieran apostar por una calidad de sonido más alta.
El mini-jack puede ofrecer una gran calidad, y tiene una serie de virtudes, mientras el USB-C ofrece otro tipo de ventajas. Las interferencias entre el sonido original y el que llega finalmente a nuestros oídos serán menores al alojar el conversor analógico digital, los circuitos de filtrado y los amplificadores en un lugar más cercano a la salida final del auricular (al haber menos distancia que recorrer a través de los cables, que ofrecen resistencia, habrá menos ruido).
Claro, si aun así quieres seguir usando tus auriculares de toda la vida, en la caja viene un adaptador que, aunque no es demasiado estético, es un buen apaño (y el USB-C está preparado para el sonido analógico). En este terminal, además de mejorar ligeramente la calidad del audio, eliminar este puerto le sirve tanto para ayudar a implementar la resistencia al agua (es un puerto menos que proteger) y ahorrar espacio (que ojalá hubieran aprovechado para meter una batería algo más grande).
Quizás el único problema real que te encuentres sea que quieras escuchar música mientras cargas el teléfono, ya que el U11, además, no dispone de carga inalámbrica, pero dado que es un terminal con buena autonomía, no creo que sea algo muy grave. Cada uno puede sacar conclusiones acerca de este apartado por sí mismo, pero yo lo veo como algo que no es ni malo ni bueno, es algo a lo que me he acostumbrado, y creo que es un sacrificio que merece la pena si buscas un mejor sonido.
A lo largo de este artículo he expuesto mi opnión personal acerca de lo que más me ha gustado y lo que menos del HTC U11, un teléfono que puede suponer el principio de la resurrección del fabricante taiwanés. Ahora es el momento de que cada uno dé sus impresiones acerca de las virtudes y defectos de este teléfono.
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