Samsung tiene una patente para un sistema de reconocimiento facial avanzado

Los sistemas de reconocimiento facial ya estaban en muchos móviles antes de que Apple lanzara el iPhone X el año pasado. Sin embargo, la realidad es que este método de identificación ha tenido una nueva vida tras el lanzamiento de la manzana. Negarlo es negar la evidencia.

Ahora casi cualquier móvil integra el reconocimiento facial pero, salvo contadas excepciones, es el sistema nativo de Android que no es tan seguro como el escaneo que hace Face ID. A juzgar por una patente registrada por Samsung, hay indicios de que a Face ID le va a salir un competidor más fuerte.

Una cámara biométrica y una luz infrarroja

Con esto de las patentes no hay garantía de que las funciones que describen vayan a hacerse realidad. Es posible que sí o es posible que queden en un cajón. Sin embargo, en el caso del posible Face ID de Samsung, tendría todo el sentido ahora que hay una nueva ola de equipos con reconocimiento facial.

Hay que destacar que la patente en cuestión se registró en 2014, por lo que parece que la compañía lleva un tiempo trabajando en ella. El sistema consiste en nuevos elementos de hardware que se colocarían junto a la cámara delantera, concretamente una cámara biométrica y una luz infrarroja-cercana (NIR).

La luz NIR se encargará de proyectar luz sobre el rostro del usuario y el sensor recogerá la información, mientras que la cámara biométrica y la cámara delantera comprobarán también la información del iris, por lo que será un reconocimiento que combina el rostro y el iris.

Según la patente, además del propio reconocimiento facial, el sistema también será capaz de rastrear el movimiento de los ojos (algo que nos recuerda a las funciones smart que se estrenaron con el Galaxy S3) y funcionará de noche. Ahora queda ver cuándo se presenta esta tecnología, pero todo parece indicar que no estará a tiempo para el Galaxy Note 9 y habrá que esperar al Galaxy S10 que llegará en 2019.

Vía | Patently Apple
En Xataka Android | Face ID en el iPhone X y el escáner de iris de Samsung: soluciones diferentes a un mismo problema