Las pantallas flexibles son una realidad, pero su llegada en forma de dispositivos plegables todavía no se ha materializado. Hace poco os contábamos que la industria apunta a 2018 como el año de la popularización de este tipo de soluciones y, mientras seguimos esperando, Samsung continúa registrando patentes de dispositivos plegables.
De momento no hay un dispositivo final, si no que la marca estaría trabajando con distintos prototipos en lo que internamente denominan 'Project Valley' y, si el terminal descrito en la última patente se acaba haciendo realidad, además del diseño plegable, la biometría será un aspecto clave. Además, Samsung ha ideado un concepto de dispositivo enrollable que permitiría llevar una pantalla más amplia en menos espacio.
Más allá de la huella y el iris
Samsung continúa investigando las posibilidades que podría ofrecer la tecnología de pantallas flexibles y antes de final de 2016 completaron dos nuevas patentes que describen dispositivos de lo más interesantes.
La primera hace referencia a un terminal con un diseño que se dobla por la mitad y que cuenta con varios sensores de identificación biométrica como un lector de iris y el ya clásico lector de huellas.
La implementación de este tipo de medidas de seguridad permitiría bloquear el terminal para que sólo se pueda abrir cuando el usuario es reconocido correctamente. Es lo mismo que encontramos en los actuales smartphones de la marca, con la diferencia de que aquí el bloqueo no sólo sería a nivel software, si no a nivel físico ya que nos impediría abrir el dispositivo.
Pero Samsung iría más allá. Además de estos dos sensores también estarían estudiando la posibilidad de incluir otras formas de identificación biométrica como las líneas de palma de la mano, el reconocimiento facial o reconocimiento de voz.
Pantallas enrollables para ahorrar espacio
Doblar una pantalla tal y como propone Samsung en su 'Project Valley' nos permitiría reducir su tamaño a la mitad, pero todavía se podría reducir más si en lugar de doblarla ésta se enrolla en un pequeño tubo. Esto es justo lo que refleja la segunda patente que Samsung registró a final de año, aunque no es la primera vez que estudian este diseño.
Gracias a este diseño sería posible llevar pantallas mucho más amplias en menos espacio. Además, dependiendo de cuanto trozo se despliegue, el usuario podría elegir si quiere tener la superficie completa o sólo un área.
Esta propuesta podría esquivar el dilema de cómo de flexible puede ser una pantalla. Según Kolon Technologies, uno de los principales proveedores del film para la creación de estas pantallas, los primeros modelos podrán doblarse con un radio de 5 milímetros, lo que haría que un terminal plegable no esté del todo cerrado, pero con una pantalla enrollable no supondría un problema grave.
Como decíamos, 2018 podría ser el año del despegue definitivo esta tecnología, aunque no sería la primera vez que escuchamos eso de "el año que viene". Habrá que seguir esperando.
Vía | Patently Mobile
En Xataka Android | Móviles flexibles y plegables: la evolución tecnológica que se sigue posponiendo, ahora para 2018
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