Si el año pasado el teléfono más gafado fue el Xperia Z3+ y su fácil sobrecalentamiento, este año le ha tocado al Galaxy Note 7 con su batería capaz de explotar y provocar serios daños materiales y físicos. Samsung declaró en su día que se debía a un defecto de fabricación en SDI según el cual el ánodo y el cátodo se unían hasta provocar el sobrecalentamiento.
Samsung delegó, pues, en ATL y LG Chem la fabricación de las nuevas baterías y reemplazar esos terminales por los "peligrosos". No obstante, los casos siguieron sucediendo en varios países, por lo que al fabricante coreano no le ha quedado más remedio que parar la producción del phablet y pedir su devolución.
El CPSC (Consumer Product Safety Comission), encargado de asegurarse de que los productos son seguros para que el consumidor no tenga problemas con ellos, ha dado una serie de datos acerca de los casos que han recogido en Estados Unidos. El primer dato es que Samsung recogerá 1,9 millones de Galaxy Note 7 en terreno estadounidense.
Más allá de eso, segun el CPSC, Samsung ha recibido 96 reportes de baterías que se sobrecalientan en aquel país, entre los que se encuentran 23 casos posteriores al 15 de septiembre, fecha en la que se anunció el primer 'recall'. De esos 96 casos, 13 de ellos son casos de quemaduras producidas a personas y 47 casos en los que se han producido otros daños materiales.
Samsung recomienda apagar los teléfonos y aprovecharse de las alternativas que proponen de adquirir un Galaxy S7 o S7 Edge con la devolución de la diferencia o la devolución el importe total. Las principales operadoras de Estados Unidos (AT&T, Verizon, etc), así como tiendas online como Best Buy han decidido dejar de vender el phablet.
Vía | CPSC En Xataka Android | Samsung Galaxy Note 7, crónica de una muerte anunciada
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