El Samsung Galaxy S4 es el último de los buques insignia de una Samsung que ha vuelto a darle una vuelta de tuerca a este terminal.
Hemos tenido la oportunidad de analizar el Samsung Galaxy S4 en detalle, y además de un repaso detallado a todas sus prestaciones y a apartados como el diseño o el software integrado, también hemos ejecutado diversas pruebas de rendimiento que confirman la potencia de este smartphone.
Los últimos terminales, a examen
Al analizar el rendimiento del Samsung Galaxy S4 hemos tenido la oportunidad de confrontarlo frente a una selección de los que probablemente se encuentran entre los terminales más populares de los últimos meses.
Así, aunque nos hemos centrado en modelos basados en Android --con el Galaxy S4, el HTC One, el LG Optimus G, el Sony Xperia Z, y el Samsung Galaxy S III--, hemos querido incluir también una prueba de rendimiento del navegador que permite compararlo con modelos de distintas plataformas, como el iPhone 5, el BlackBerry Z10 y el Nokia Lumia 920.
Esas pruebas se han centrado en 3 apartados clave: el rendimiento de la CPU, el de la GPU, y el del navegador. En este último caso hemos comprobado cómo benchmarks como SunSpider se pueden convertir en una buena referencia para comprobar el rendimiento del navegador de serie de los terminales Android y también para compararlo con el navegador nativo de iOS, Windows Phone o BlackBerry OS. Como comprobaréis en las siguientes líneas, las conclusiones son variadas.
El Samsung Galaxy S4, el más potente en cálculos de CPU
En nuestras pruebas hemos comenzado trabajando con AnTuTu y con Quadrant, dos de los benchmarks más conocidos en este terreno, y que ofrece una buena referencia para conocer la potencia bruta de cálculo de la CPU de los smartphones.
En ambos casos se ha demostrado que hoy por hoy la CPU Qualcomm Snapdragon 600 que encontramos tanto en el HTC One como en nuestro protagonista, el Samsung Galaxy S4, da muestras de su poder ante sus rivales, con cifras claramente superiores a las de sus competidores en el segmento Android. La diferencia entre uno y otro son sensibles, pero no demasiado relevantes. La cosa, no obstante, cambia cuando comparamos estos terminales con el resto, que claramente quedan un escalón por detrás salvo quizás en el caso del Sony Xperia Z. En todos los casos se han ejecutado 3 pasadas de cada prueba y se ha generado la media de esos resultados. Cuanto mayor es el resultado, mejor.
Una tercera prueba que también es habitual aunque algo menos explícita es BenchmarkPi, una herramienta que calcula los primeros dígitos del número pi en el menor tiempo posible. Como en el caso anterior, los resultados son el fruto de la media de 3 pasadas para cada smartphone, y en este caso cuanto menor es el tiempo, mejor. De nuevo el S4 supera a todos sus rivales, aunque el HTC One le pisa los talones.
Las cosas cambian al analizar la GPU
Lo que parecía adelantar una victoria plena del nuevo buque insignia de Samsung se tornó en una pequeña sorpresa al analizar el rendimiento del apartado gráfico. Los benchmarks utilizados para comprobar el comportamiento de las GPUs y de los sitemas gráficos de estos terminales fueron 3DMark y Epic Citadel.
3DMark es todo un referente en el segmento del PC y portátiles, donde esta prueba sintética de FutureMark ha sido clave en todo tipo de análisis de tarjetas gráficas a lo largo de varias familias de chips gráficos de NVIDIA, AMD o Intel en ese segmento, pero sus responsables han dado el salto por fin al terreno Android, y desde hace poco esta solución también se puede usar en estos smartphones. De hecho, se ha convertido en una valiosa ayuda para comprobar el rendimiento gráfico en tareas gráficamente muy exigentes. Epic Citadel, una demo gráfica basada en el motor gráfico Unreal Engine --también muy célebre en el mundo del PC-- es otra solución perfecta para evaluar este apartado.
Tanto en un caso como en otro hemos podido comprobar que el HTC One era el que se adelantaba en este terreno, a pesar de que tanto este smartphone como el Samsung Galaxy S4 cuentan con una GPU Adreno 320 que tiene que mover esos gráficos en pantallas con idéntica resolución, 1.920 x 1.080 píxeles. Las diferencias que motivan esta victoria por parte del HTC One podrían ser las frecuencias a las que funcionan las memorias gráficas, puesto que curiosamente el Galaxy S4 utiliza una frecuencia de reloj mayor en su GPU (Adreno 320 a 450 MHz) que la que presenta el HTC One (Adreno 320 a 400 MHz). Parece que eso no es suficiente, como se puede comprobar en los resultados.
(*) Aunque los FPS indicados como resultado son la principal referencia, también lo son las resoluciones de ejecución. El Galaxy S III (1.280x720) y el LG Optimus G (1.280x768) usaron resoluciones inferiores al resto, con pantallas FullHD lo que hace menos contrastables esos datos.
Los navegadores también importan
Otro de los escenarios en los que hemos querido comprobar el rendimiento de los últimos terminales del mercado aprovechando la llegada del Samsung Galaxy S4 ha sido el del comportamiento de los navegadores nativos integrados en estos dispositivos.
Para ello hemos utilizado una de las pruebas más veteranas en este sentido, Sunspider, un benchmark desarrollado para evaluar el rendimiento de los motores JavaScript de todo tipo de navegadores y que calcula el tiempo de ejecución de diversas funciones.
Aunque hay muchas opciones en este terreno --de hecho, también llegamos a comprobar este escenario con Peacekeeper, de FutureMark, pero los resultados fueron anómalos de forma continua-- estas pruebas también fueron interesantes porque nos permitían comparar la potencia del hardware no solo en terminales Android, sino también en iOS 6, Windows Phone 8 y BlackBerry 10. Los resultados no son especialmente concluyentes, pero sí pueden dar una idea de la fluidez de las sesiones de navegación con los navegadores nativos en cada smartphone analizado.
Aquí el HTC One supera a sus competidores, y de hecho el S4, el iPhone 5 y el Lumia 920 luchan por una reñida segunda posición. Especialmente extraño es el resultado del Sony Xperia Z, que se mantuvo a pesar de repetir la prueba varias veces más.
Uso real del Galaxy S4... en juegos
Por último hemos querido evaluar un escenario más real y menos "sintético" con la ejecución de algunos juegos de última hornada, en concreto Super Hexagon y NightSky HD, integrados en el último Humble Bundle para Android.
Aunque no hay resultados numéricos, sí nos quedamos con unas claras sensaciones en este sentido, donde quedó claro que el rendimiento del HTC One y del Samsung Galaxy S4 era de nuevo espectacular. En realidad el resto de terminales Android se comportaron de forma adecuada, pero se notaban ligeras pérdidas de fluidez en los terminales menos potentes (como el LG Optimus G o el Galaxy S III) que sin embargo no eran en absoluto preocupantes. Salvo en casos en los que el juego sea especialmente exigente en recursos hardware, cualquiera de nuestros protagonistas puede ofrecer una experiencia más que adecuada.
Conclusiones
La potencia del nuevo Samsung Galaxy S4 es la esperada en un terminal con esa configuración hardware --en este caso, la versión que hemos analizado contaba con el Snapdragon 600--, y hoy por hoy se sitúa como el terminal de referencia al menos en lo que se refiere a los resultados de las pruebas sintéticas en el apartado de su CPU.
Las cosas, como hemos ido viendo, cambian en el caso de la GPU, y el escenario gráfico está dominado por el HTC One, que se ha comportado de forma más sólida que nuestro principal protagonista. Lo que queda claro es que en ambos casos nos encontramos con las verdaderas bestias del procesamiento móvil actual, mientras que un paso más atrás encontraríamos al Sony Xperia Z, que aún así se comporta de manera notable. El Galaxy S III ha perdido mucha comba en tan solo un año y eso deja claro que el avance de la tecnología móvil en cuestión de CPUs y GPUs es especialmente dramático en estas últimas generaciones.
Aún así, y como mencionaba en ese repaso al benchmarking en móviles que publicamos recientemente en Xataka, hay que tener en cuenta que estas pruebas dan una visión general del rendimiento de este y otros smartphones, mientras que en condiciones reales esas diferencias se aprecian en aplicaciones intensivas y, sobre todo, en juegos de última hornada que sacan todo el partido tanto a la CPU como a la GPU. Y aún así, es probable que las diferencias en la mayoría de los escenarios sean imperceptibles para la mayoría de usuarios: estos pequeños han vuelto a demostrar que será difícil que los veamos en problemas, y eso debe tranquilizar a cualquier usuario.
En Xataka | Samsung Galaxy S4, análisis
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