La cercanía a la ya pasada presentación de los Samsung Galaxy S20 está haciendo que la última generación de teléfonos móviles del fabricante coreano cope buena parte de la actualidad del sector. Hoy mismo conocíamos que los teléfonos montan el primer chip seguro del constructor, su Elemento Seguro, y veíamos un vídeo con el desmontaje y ensamblaje del Samsung Galaxy S20 Ultra.
Ahora le toca el turno al sistema de alimentación de los teléfonos, pues son los primeros en llegar certificados con el estándar USB PD PPS, o el estándar que dictamina cómo debe funcionar un sistema de alimentación programable. Un estándar que tiene ya algún tiempo, casi tres años, pero que ahora llega de forma oficial al entorno móvil. Veamos en qué consiste.
Qué es el USB PPS
Los usuarios de teléfonos móviles no dejan de demandar mayores autonomías para sus teléfonos móviles, pero eso choca frontalmente con los elogios que reciben los terminales más delgados y ligeros. De ahí que los fabricante hayan optado por un camino intermedio, el de ofrecer sistemas de carga rápida para devolver la energía a los teléfonos de la forma más veloz posible, aunque estos sistemas tienen un claro problema de base: a mayor energía, mayor calentamiento del dispositivo y, por tanto, una degradación más veloz de las baterías.
Para tratar de evitar esto, la asociación USB introdujo el estándar PPS en la certificación USB PD 3.0, o USB Power Delivery 3.0, un estándar de carga rápida que Google lleva tiempo impulsando para que se adopte de forma estándar. Esta certificación se introdujo en el año 2017, por cierto, aunque no ha llegado oficialmente a los móviles hasta este arranque de 2020 a bordo de los Galaxy S20.
Normalmente, los cargadores de teléfonos móviles ofrecen un rango de envío de energía medido en voltios y amperios, lo que multiplicado se traduce en vatios. Esto significa que tenemos unos mínimos y unos máximos que el cargador soporta, y el teléfono toma aquella energía para la que está programado. Por ejemplo, un cargador puede enviar desde 10W (5 voltios, dos amperios) hasta 30W (7.5 voltios, cuatro amperios) y el teléfono adecuarse a sus necesidades.
Con el estándar PPS, o Programmable Power Source que se traduce como Fuente de Alimentación Programable, pasamos a un voltaje que varía para proteger la salud del teléfono, y también la seguridad de los usuarios del mismo. "El anuncio de certificación de la serie Samsung Galaxy S20 es otro testimonio de los amplios beneficios que la Iniciativa de carga USB certificada por USB-IF proporciona a la industria móvil, que incluye capacidades confiables de carga rápida por USB", ha declarado Jeff Ravencraft, Presidente y COO de USB-IF.
Gracias a este estándar PPS, los dispositivos compatibles entre sí, tanto teléfonos móviles como cargadores, intercambian información sobre el estado de las necesidades energéticas en todo momento. Concretamente, se produce un intercambio de información cada diez segundos, de forma que la tensión de la entrega de energía se hace dinámica. Así, el voltaje de esta carga PPS se mueve entre los 3V y los 21V, con saltos de 0,02 voltios.
El PPS permitirá, por tanto, reducir la temperatura del dispositivo durante el proceso de carga, así como prevenir posibles subidas de tensión del lado del cargador, que serían frenadas mediante este intercambio de información constante además de por los propios mecanismos de seguridad del cargador en sí.
Vía | BusinessWire
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