Mucho ha llovido desde aquel Sony Ericsson Xperia Neo V con el que me estrenaba, no solo en Android, sino también en el mundo de los smartphones. Después, incontables móviles han pasado por mis manos. Muchos Android y, sí, muchos iPhone también. Y de todas las virtudes de Android solamente eché en falta una que ni siquiera era software. No al menos de base.
Se trata del ya mítico LED de notificaciones. Esa pequeña lucecilla que, ubicada generalmente en la parte superior del móvil, me/nos servía para saber si teníamos avisos pendientes sin desbloquear el móvil. Algo así como la información que podemos tener hoy con el 'Always On Display', pero sin tanto consumo de batería. Este elemento no solo debutó en los iPhone, sino que poco a poco se ha ido esfumando de Android.
Verde, WhatsApp. Naranja, llamadas
Si no has vivido la época en la que abundaban los móviles Android con LED para notificaciones, o sencillamente no te acuerdas, recuerdo que se podía personalizar muchísimo. Casi siempre.
Y es que, como sucede ahora con muchas opciones de Android, dependía un poco del fabricante. En algunos casos nos encontrábamos esas opciones en los ajustes, otras veces dentro de las apps en cuestión y en otras tantas había que descargar una app de terceros. En los más completos, era una maravilla poder personalizarlo al máximo.
Recuerdo como podía elegir el color para cada aplicación, dentro de un límite, claro. Luz blanca, luz naranja, luz verde, luz azul, luz morada... Algunos admitían muchos tipos de luz y tantas como admitiese, tantas se podía configurar. Aquello de elegir el verde para WhatsApp era lo más obvio, aunque ya digo que no en todos los móviles era posible.
La principal utilidad que ofrecía este elemento luminoso era la de poder saber si hemos recibido notificaciones sin necesidad de tocar el móvil. De hecho, podía ni siquiera estar a mano y en silencio absoluto. El LED era visible y viéndolo encendido ya sabíamos qué habíamos recibido.
Se fue yendo de la forma más dolorosa: poco a poco, y sin decir adiós
El paso del tiempo nos ha ido trayendo mejoras en cámaras, pantallas, batería... En todo. Sin embargo, perder pequeños detalles como estos no es bueno. Lejos de exagerar, es evidente que no es un elemento imprescindible, pero sí de lo más útil como para seguir encontrándole espacio.
El LED de notificaciones se fue marchando sin despedirse y, por supuesto, sin tampoco dar una explicación que justificase su partida. Las leyendas urbanas dicen que su eliminación se debió fundamentalmente a optimizar el espacio de la parte delantera de los móviles y así hacer que la pantalla ganase un mayor protagonismo. Tan solo la cámara o el altavoz están presentes, estando esta primera incrustada en la parte superior del panel y el último a veces incluso debajo del mismo.
Pese a todo, considero que también debió influir el ahorro de costes. Por desgracia no tengo cifras de cuánto podía costarle al fabricante añadir un pequeño LED de este tipo, pero al final entiendo que todo posible ahorro que le suponga a una empresa, por pequeño que sea, es recibido de buen agrado. Y comprendo también que tampoco nos echamos en masa sobre ellos para pedir su vuelta. Aunque muchos en la intimidad le llorásemos.
No ha muerto del todo, pero su presencia en móviles actuales es muy reducida
La gran mayoría de smartphones Android de la actualidad han pasado a ignorar esta función. A cambio, implementan opciones similares con el flash de la cámara trasera o lo fían a informarlo visualmente en la pantalla siempre encendida. Aunque lo más normal es que ni siquiera le hayan buscado sustituto.
Actualmente solo unos pocos fabricantes lo siguen manteniendo y no en todas sus gamas. Uno de los últimos ejemplos lo tuvimos en el Xiaomi Mi 10T Pro. Precisamente es el fabricante chino de los que más ha seguido apostando por ello, pero no de forma continuada y en sus smartphones más recientes está ausente.
Por el contrario, tenemos algo que podría calificarse como el sucesor moderno del LED de notificaciones. Y es integrar LEDs en la parte trasera del terminal que acepten configuraciones como las que en su día ofrecía el LED. Uno de los primeros ejemplos fue el OPPO Reno 7 Pro integrando una pequeña tira de LEDs alrededor de su módulo de cámaras traseros.
Mayor impacto parece haber tenido el Nothing Phone (1). El primer smartphone de Nothing utiliza precisamente los LEDs como elemento de diferenciación ocupando toda la parte trasera del terminal. Algo que ya imitó el Unihertz Luna, un dispositivo al que calificamos como uno de los smartphones más raros vistos en el MWC 2023, pero cuya propuesta también es de agradecer.
Reciente es también el caso del Realme GT3, la versión global del Realme GT Neo 5 chino. Este dispositivo apuesta por una pequeña ventana en su trasera con luces RGB. Otra propuesta interesante que puede ir empujando a que otros fabricantes se sumen a esa intención de modernizar el LED de notificaciones.
Eso sí, cambia una cosa de ese LED de antaño a lo que vemos ahora. Y es que quizás ganemos en diseño, pero perdamos en comodidad. Y es que si te fijas, los tres ejemplos comentados anteriormente fijan las luces en la trasera, por lo que si acostumbramos a tener el móvil boca arriba en una superficie, no servirá de mucho.
Imagen de portada | Álvaro García M. con Midjourney
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