Después de incumplir la promesa de actualizaciones rápidas por fin OnePlus logró actualizar su primer (y de momento único terminal) a Lollipop. Y lo hizo en dos sabores, Cyanogen OS (como hasta la fecha) y con una nueva ROM, Oxygen OS, esta vez desarrollada directamente por OnePlus.
La elección era dura pero decidí quedarme con Cyanogen OS, ya que la experiencia era muy buena y la garantía de la ROM Android con la mayor experiencia en el mercado (a pesar de los coflictos con el fabricante) eran puntos claves. Juan Carlos ha reseñado hace poco la experiencia con esta nueva ROM y yo aquí hago lo propio con Cyanogen OS. Os adelanto que estoy contento con algunos importantes peros.
Instalación: fácil, muy fácil
La primera ventaja de seguir usando Cyanogen en el OnePlus One es que actualizar es muy sencillo, basta esperar a la OTA. Cuando llega hay que aceptar la instalación y esperar a que el proceso se complete. En el caso de tener, como yo, root y un recovery modificado hay que actualizar antes el recovery ya que la instalación puede fallar (me pasó) pero no presenta más problemas. La instalación no hace perder el root siempre que se haga con un recovery modificado.
Realmente hubo dos OTAs bastante seguidas, aunque algunos usuarios sólo tuvieron acceso a la segunda (ya que se interrumpió la primera). La primera tenía un fallo bastante molesto y era que nada más iniciar salía un mensaje de cierre forzado de la aplicación de Mensajes. Con la segunda OTA se soluciona este error y se habilita el modo de escucha para despertar el teléfono con pantalla apagada diciendo "OK, Oneplus". Eso sí, no he logrado hacerlo funcionar.
Lollipop en todo su esplendor
Una vez actualizado el OnePlus tenemos Lollipop en todo su esplendor. En el último mes he podido disfrutar de todo lo que os hemos ido contando por aquí de las novedades que trajo la versión 5.0. Recordad, de momento OnePlus está en 5.0.2 y por tanto no tenemos las ventajas de 5.1.
Lo más destacable viniendo de Cyanogen 11S (KitKat) son los cambios de aspecto. Todas las transiciones tienen un origen y un destino, con animaciones suaves y agradables. No hay elementos que aparezcan de la nada. Visualmente es muy atractivo y es lo que más noté.
Eso sí, todo sigue estando más o menos en el mismo sitio. Los ajustes, las notificaciones, el desbloqueo... pero hay algunas diferencias que llaman la atención y que requieren acostumbrarse.
Lo que más destaca es el cambio del panel de notificaciones (aunque sigue siendo igual de funcional) y que hay que deslizar de nuevo para ver el panel de accesos directos. Esto se une a que se pierden los accesos rápidos en el panel de notificaciones que tenía Cyanogen 11S. Aún así es rápido y cómodo acceder al panel de accesos directos de Lollipop estandar, ahora es mucho más cómodo que antes (había que dar otro toque o deslizar dos dedos, cosa que, por cierto, sigue funcionando).
Otro aspecto interesante es que el menú de multitarea es distinto, con fichas que se apilan. Si lo activamos, además, tendremos ahí el botón para "pinear", es decir, bloquear las aplicaciones en pantalla completa y que no se pueda salir de ahí. Es bastante útil para prestar el teléfono por ejemplo a un niño. Para salir basta con presionar multitarea y atrás a la vez (a pesar de que el mensaje es presionar "menú"; esto es porque OnePlus One tiene botones físicos con la tecla de menú, pero yo los tengo desactivados a favor de los botones software).
La pantalla de bloqueo también sufre cambios. Desaparecen los widgets de aplicación (aunque hay formas de recuperarlos) y por contra tenemos el panel de notificaciones en la propia pantalla de desbloqueo. Al principio no me gustaba mucho, pero después de un mes estoy completamente acostumbrado y es bastante versátil, ya que se puede interaccionar con las notificaciones sin desbloquear el teléfono.
Por cierto, en Lollipop aparece el Smartlock, que permite métodos alternativos de desbloqueo. Me parece muy útil para desbloquear por cercanía si tienes un Android Wear, es una pena que no funcione con dispositivos Bluetooth LE (por ejemplo Fitbit).
El otro gran cambio de Lollipop son los modos de interrupciones (normal, prioridad y nada). La mayor pega que se achaca a estos nuevos modos es que en el normal no se puede poner silencio sin vibrar. Para que no vibre hay que ponerlo en prioridad y añadir únicamente las aplicaciones que queramos que vibren o suenen (las alarmas siempre suenan) o en nada (no habrá notificaciones ni sonidos de llamadas). Los "perfiles" de Cyanogen no solucionan esto, simplemente hacen uso de los modos del sistema.
Sigue siendo Cyanogen OS
Pero aparte de las novedades que nos trae Android Lollipop la actualización sigue siendo Cyanogen y trae muchas opciones que normalmente no veremos en las ROM de otros fabricantes. Lo más llamativo es la capacidad para personalizar el aspecto del sistema operativo.
Los temas Cyanogen son simplemente espectaculares. Se acceden a ellos dentro de Ajustes y podemos descargar desde ahí los temas gratuitos y los de pago (aunque para esto se nos abre Google Play). Lo mejor del asunto es que podemos personalizar los temas, crear el nuestro propio. Por ejemplo podemos usar el tipo de letra de un tema, la barra de navegación inferior de otro, los iconos de la parte superior de otro, etc. Como digo es muy personalizable e interesante.
Los perfiles de Cyanogen, que eran bastante útiles en versiones anteriores, siguen estando presentes, pero debido a que ahora existen los modos prioridad y nada creo que ya no son tan interesantes. Es algo que debería reorientarse o integrarse mejor con Lollipop.
Además seguimos teniendo las cosas conocidas de versiones anteriores de Cyanogen OS y CyanogenMod: configuración de los botones inferiores, del reloj de la barra superior, la forma del icono de batería... estos pequeños detalles hacen de Cyanogen OS una ROM muy potente adaptable a los gustos del usuario. En este aspecto estoy muy contento, al igual que lo estaba con la versión anterior.
En la versión 12 Cyanogen también sigue incluyendo el menú de Privacidad, una de las grandes diferencias con las ROMs estandar de los fabricantes. Aquí podremos denegar permisos a las aplicaciones a pesar de que nos los pidan a la hora de instalar. Esto es lo que quizá veamos de forma estandar en Android M.
Cyanogen OS 12 también trae algunas novedades en las aplicaciones pre-instaladas. El cliente de correo oficial es Boxter, claramente superior al que viene de serie en Android. Y trae también una aplicación que promete mucho, Baton, que permite hacer copias de seguridad en la nube de forma completamente automática. El problema de Baton es que de momento sólo funciona con Cyanogen OS y no con todas las aplicaciones (sólo 19 de las 190 aplicaciones que tengo funcionan). En teoría si tuviéramos varios terminales con Baton funcionando los datos de las aplicaciones estarían sincronizados y podriamos pasar la aplicación de un terminal a otro. Muy pensado para la pareja móvil-tablet (cada vez menos usual) pero bastante inútil mientras sólo funcione en Cyanogen OS.
Eso sí, algo ha perdido Cyanogen OS al pasar de KitKat a Lollipop, las opciones de rendimiento. Antes era posible tunear parámetros que gustan a los más frikis del rendimiento o del consumo, ahora en cambio no es posible. Habrá que jugar con aplicaciones específicas y kernels a medida, con el sistema tal cual viene no se puede.
No todo iba a ser positivo
Eso sí, no todo son puntos positivos para Cyanogen OS 12. Lo primero que sorprende es que hayan dado tanta importancia el tema del "OK, OnePlus" y sea prácticamente imposible hacerlo funcionar. Es algo que comenta todo el mundo. Me parece una función útil y hubiera sido mejor que no la implementaran si no iba a funcionar.
Otro tema destacable es que desde que enciendes hasta que pide el PIN de la SIM tarda aproximadamente un minuto. Esto es, te aparece la pantalla de desbloqueo, metes el patrón (o la forma de desbloqueo seleccionada), puedes empezar a hacer cosas y de repente aparece la solicitud de PIN (y de nuevo, patrón). Es algo bastante molesto.
Más grave es, sin duda, que los reinicios son bastante frecuentes. Cada dos días suele suceder y no me parece muy normal que una ROM sin pulir en este aspecto esté ya desplegada. Al menos esa es mi experiencia.
Otro problema que le veo es que el consumo de batería se ha disparado. En la primera OTA se suponía qua había un bug reportado por un uso excesivo de Google Play Services, cosa que debería estar solucionada con la segunda OTA pero que no es así. Yo he decidido optar por la solución de no permitir a este servicio que despierte al terminal (es lo bueno de tener una parte tan flexible de Privacidad) pero es una chapuza.
Realmente las conclusiones de Cyanogen OS 12 tras un mes de uso es que Lollipop en el OnePlus One es una versión de Android redonda y que los añadidos de Cyanogen OS son muy interesantes, un complemento perfecto. Aún así tienen que pulir cosas bastante importantes como los reinicios y el uso de batería. Si solucionaran esto desde luego estaríamos ante una ROM que aprovecha completamente este magnífico terminal. A la espera estamos de Cyanogen OS 12.1 que traerá Android Lollipop 5.1 con todas sus novedades.
Ver 33 comentarios