OnePlus 6, avanza pero sigue perdiendo su esencia

Ya tenemos con nosotros el OnePlus 6, el último móvil de la empresa China que tanto da que hablar. Y en esta ocasión las novedades no son escasas. Como hemos publicado recientemente, el terminal tiene unas especificaciones punteras pero también algunos flecos, algunos de los cuales les alejan de su esencia.

Y es que cuando las marcas maduran muchas veces mutan. Y esto es lo que le ha pasado a OnePlus, que cada vez se parece menos a la marca que empezó con su OnePlus One. Sus terminales son cada vez más pulidos, pero también más masivos. Menos de nicho. Y esto tiene sus consecuencias.

Diseño

La primera crítica que se puede hacer a OnePlus es que el diseño de este terminal es excesivamente convencional. OnePlus se ha apuntado a la moda del notch sin que este aporte realmente algo, como todos los fabricantes Android que simplemente copian a Apple.

¿Para qué un notch? La única justificación es que la pantalla ocupe todo el terminal, y dejar un hueco para la cámara. Es la excusa de Apple (bueno, cámara y sensores variados) pero en este caso no cuela. En la franja inferior del teléfono no hay pantalla. Por tanto el móvil tiene una asimetría que personalmente me molesta, casi tanto como la muesca que no tiene ningún sentido, pues aporta más pantalla justo donde no sirve para nada.

Ese alejamiento de lo rompedor por OnePlus le distancia de sus orígenes, con sus acabados sorprendentes (esa trasera de tacto suave, color pizarra, de su primer terminal) o la introducción del alert slider como un acceso físico extra que es ahora tan característico de sus terminales.

Pero el notch no es el único cambio, los acabados en cristal son también una novedad. Y esta es una decisión de diseño que quizá tenga más sentido, aunque acerca el diseño a lo que últimamente nos está acostumbrando Samsung. Sinceramente, es complicado innovar mucho en el diseño de terminales móviles, al final los acabados de la trasera son limitados y la parte delantera acabará siendo solo cristal, pero en esta ocasión me parece que el OnePlus 6 está perdiendo su personalidad.

Precio y distribución

Como ya nos viene acostumbrando OnePlus en cada revisión de su terminal, ha habido aumento de precio. En esta ocasión el OnePlus 6 empieza en 520 euros. Ya no estamos hablando de "un gama alta a 300 euros" como en los inicios, sino de una aproximación a un gama alta (le faltan algunas cosas, como la resistencia al agua, que el puerto sigue siendo USB 2.0...) a más de 500 euros. Es cierto que los gama alta, que rondaban los 700 euros cuando salió el primer OnePlus, ahora rondan los 1000 euros, y por tanto este terminal seguirá siendo el recurso de los quieren mucho a un precio inferior, pero ya no es lo que era.

También pierde su esencia OnePlus por la distribución. En sus orígenes usó una estrategia muy eficiente para no quedarse con stock, que era el sistema de invitaciones. Luego lo logró quitar, pero siguió usando la venta directa para controlar el precio. Ahora nos encontramos que este terminal se venderá oficialmente en Amazon además de a través de su web. De ahí los motivos del aumento de precio: si vendes a través de distribuidor le tienes que dar algo de margen, y los precios no pueden ser tan ajustados. Lo bueno es que así alejarán a los asustados por el robo de tarjetas de crédito que sufrieron a finales del año pasado.

Marketing

Pero la esencia del OnePlus no se está perdiendo solo en el producto en sí, sino también en su departamento de marketing. En los inicios OnePlus usaba principalmente marketing de guerrilla, haciendo muchos teasers, usando redes sociales y por supuesto su sistema de invitaciones que se propagaban rápidamente por Internet. Lograron así crear también una comunidad muy interesante en sus foros y sus mejores embajadores de la marca eran los clientes.

En la actualidad, y aunque sigue existiendo esta parte de marketing, han pasado a ser una empresa mucho más convencional. De hecho ya ponen anuncios (no es raro escucharlos en podcast de EEUU, por ejemplo) y tienen una relación más fluida con la prensa: préstamo de terminales para análisis, información embargada antes de un lanzamiento e incluso informaciones exclusivas como la que proporcionó el CEO de OnePlus a The Verge hace unas semanas para acallar las críticas por el notch. Todo mucho más convencional que en los orígenes de la marca.

En definitiva, OnePlus empezó de una forma pero su esencia, que ya estaba perdiendo poco a poco, se está difuminando. Sigue siendo una buena opción para los que quieren un teléfono potente sin llegar a los 1000 euros que ofrecen las marcas más conocidas, pero ya no es el chollo del principio ni están en la misma liga. Esto tiene sus ventajas (stock abundante, software muy pulido) aunque también sus inconvenientes (diseño poco rompedor, precio más elevado). Veremos lo que les depara el futuro.