Cualquiera que tega uso de razón (o edad suficiente) conocerá a Nokia, ese fabricante que tuvo su gloria en la época de los teléfonos móviles anteriores a la generación smartphone. Durante años fue un fabricante de éxito, todo un número uno en el mercado y en el corazón de muchas personas.
Es probable que tú seas uno de los que tuvieron un móvil del fabricante finlandés, e incluso me atrevo a decir que podrías conservar alguno de esa marca, porque esos teléfonos no se rompen, no se averían, no envejecen. Probablemente esté en un cajón olvidado y, sin embargo, no quieras tirarlo porque le tengas un aprecio demasiado grande.
La era smartphone casi mata a la compañía
La época dorada de Nokia fue la de los teléfonos móviles que aún no contaban con pantalla táctil. Eran sencillos, resistentes, y hasta tenían una autonomía soberbia comparada con la actualidad (algo habitual en aquella época con todos los fabricantes). Se rumoreaba que esos teléfonos eran tan resistentes que lo tirabas contra el asfalto y le hacías un boquete, quedando el teléfono intacto.
Hay quien especulaba que era tecnología alienígena, e incluso que era idea de Chuck Norris (el único capaz de romper un Nokia de los de antes), e incluso algunos teóricos de la conspiración pensaban que los cráteres de la luna fueron provocados por un puñado de móviles Nokia tirados a mala leche por unos astronautas 'random'.
Podría señalar miles de teorías sobre estas pequeñas joyas, pero hay que seguir con la historia. El caso es que la llegada de los smartphones puso en jaque a los finlandeses, pues estaban bastante acomodados con sus móviles 'de toda la vida', así que no les quedó más remedio que intentar adaptarse.
Por desgracia para ellos, no pudieron seguir el ritmo y, además, tomaron la decisión equivocada a la hora de elegir un sistema operativo al que acoplarse. Android, por entonces un niño, ya tenía un cierto potencial, pero ante el fracaso de los sistemas operativos propios, Nokia se fue al sol que más calienta, a Windows Phone.
Ese fatídico 2011 significó que Nokia se convertiría en el principal proveedor de smartphones con el sistema operativo Microsoft, enviando este último a la porra cualquier trato de favor con otros fabricantes, mientras Android seguía creciendo y creciendo.
Microsoft, su fracaso y el destrozo a Nokia
Nokia no lo sabía, pero el año en el que se alió con Microsoft empezó a cavar su propia tumba, con Android creciendo a un ritmo endiablado, ganando aliados y con Samsung armando un lío de aquí te espero con sus múltiples modelos de la familia Galaxy. Nokia se defendió declarando que, al elegir a Microsoft, no habría tanta competencia como en Android.
Pero esto resultó en que Android por completo estaba destrozando a Windows. Ya en 2013 la compañía norteamericana compró Nokia, quedando clara la forma en que quería llevar el negocio Microsoft: aliándose, comprando y desmantelando aquello que había adquirido. Aún así, los móviles Lumia seguirían llevando el nombre de Nokia.
Pero, ante el fracaso del sistema operativo, que arrastraba consigo a Nokia, Microsoft decidió hacer su jugada final: se deshizo de Nokia quedándose con varias de sus patentes y, desde entonces, los teléfonos Lumia no llevarían más el nombre de la compañía finlandesa, quedándose en Microsoft Lumia.
¿Qué significará la llegada de Nokia a Android?
Android no se cierra a nadie, y si viene Nokia a este mundo, será tan bienvenido como lo fue Sony, LG, Huawei, o cualquier otro fabricante. Nokia se las ha apañado para poder volver al mercado de los smartphones, y creo que, sin duda, es una buena noticia para ellos y para nosotros, los usuarios.
¿Por qué? Simplemente porque no sólo es una marca que muchos hemos conocido desde hace bastantes años, sino porque tendremos más productos donde elegir. Si Nokia se lo monta bien y trae smartphones con características decentes a un precio competitivo, podremos decir sin lugar a dudas que Nokia ha vuelto.
El fabricante finlandés es necesario, a día de hoy, extravagancias aparte, es uno de los fabricantes que nos puede traer un soplo de aire fresco a Android, ya sea porque haga un diseño distinto, se proponga a hacer teléfonos indestructibles al tiempo que atractivos o traiga ciertas piezas de hardware casi inéditas, podría ser aquello que mucha gente quiere.
No nos engañemos, Nokia sigue en una situación delicada y, si la fastidia, puede acabar aún peor que BlackBerry antes de su llegada a Android, es decir, completamente fuera del mundo de los smartphones. No obstante, alv¡bergo bastantes esperanzas en que los finlandeses entren por la puerta grande, con la espada y el escudo preparados para la batalla.
Esperemos, sobre todo, que su vuelta no sea como la intentona esa que fue el Nokia X y sus variantes, cuyo fracaso fue más sonado que el grito de Penélope Cruz en los Oscar. ¿Qué crees que traerá Nokia para su reaparición? ¿Gama alta? ¿Media? ¿Un precio competitivo? ¿Un patrocinio de Chuck Norris?
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