Era 2013 cuando Samsung anunció el que sería su primer móvil con pantalla curva. Lo llamaron Samsung Galaxy Round y tenía una especie de forma de teja que no habíamos visto hasta entonces. Bueno, ni hasta ahora. El Galaxy Round fue único en su especie.
El anunció llegó apenas un par de semanas antes que el del LG G Flex, otro móvil con panel curvo y con el que también flipamos en su día. Sin embargo, a diferencia de su competidor directo, el Galaxy Round nunca llegó a las tiendas españolas. Veamos qué es lo que ofrecía.
Especificaciones técnicas del Samsung Galaxy Round
PANTALLA | Super Flexible AMOLED 5,7 pulgadas FullHD 1.920 x 1.080, 386 ppp |
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DIMENSIONES Y PESO | 151.1 x 79.6 x 7.9 mm 154 g |
PROCESADOR | Snapdragon 800 |
RAM | 3 GB |
ALMACENAMIENTO | 32 GB + MicroSD |
CÁMARA TRASERA | 13MP, AF, Flash LED, HD, vídeo 4K |
CÁMARA FRONTAL | 2 MP, vídeo FullHD |
SISTEMA OPERATIVO | Android 4,3 Jelly Bean |
CONECTIVIDAD | WiFi ac, WiFi Direct, DLNA, Bluetooth 4.0, AGPS, GLONASS, NFC, IR, USB 2.0, minijack |
BATERÍA | 2.800 mAh extraíble |
PRECIO DE LANZAMIENTO | Aproximadamente 1.000 dólares |
Su hoja técnica puede parecernos algo limitada hoy en día, pero en 2013 el Galaxy Round era un gama alta en toda regla. Tenía el Snapdragon 800, 3 GB de RAM y una pantalla AMOLED de 5,7 pulgadas. Que por cierto, el tamaño era bastante grande para la época y hoy esto sería un móvil casi compacto y sin duda muy ligero.
Siguiendo con las especificaciones, vemos una cámara trasera de 13 megapíxeles y frontal de 3 megapíxeles. Contaba con 32 GB de capacidad ampliables con MicroSD, batería de 2.800 mAh (¡extraíble!) y un perfil de conectividad bastante completo, todo bajo los mandos de Android 4.3 Jelly Bean.
Como decíamos, el Galaxy Round no llegó a las tiendas españolas (de hecho no llegó a salir de Corea), pero sí se comunicó su precio aproximado en el lanzamiento y no, no era nada barato ya que costaba en torno a los 1.000 dólares, más o menos como un gama alta de ahora.
¿Qué tenía de especial el Galaxy Round?
El punto diferencial del Samsung Galaxy Round salta a la vista. A diferencia del LG G Flex, la curvatura es en el eje vertical y eso, según Samsung, mejoraba mucho la ergonomía al sujetarlo o hablar por teléfono. No pudimos probarlo por los motivos que hemos expuesto, pero no podemos evitar que nos surjan dudas sobre este punto.
Samsung quiso justificar la forma del Galaxy Round aportando algunas funciones extra como Round Interaction. Con el móvil sobre la mesa, al inclinarlo o balancearlo se mostraban las notificaciones pendientes de leer. Esto nos recuerda un poco a las funciones 'edge' que incluían en las pantallas de los Galaxy Note o el Galaxy Note Edge, que fue el siguiente lanzamiento con pantalla curva tras el Round.
¿Existe algo parecido hoy en día?
La respuesta es clara: no. El Galaxy Round pasó como una rareza por el panorama móvil y se conserva como tal. Samsung no lo lanzó internacionalmente y tampoco apostó por renovarlo al año siguiente como sí hizo LG con el G Flex (aunque se quedó ahí la cosa). Sin embargo, como decíamos, el Galaxy Round fue el germen de las pantallas curvas que han dominado el catálogo de Samsung desde entonces.
Primero fue el Samsung Galaxy Note Edge y después empezaron con las pantallas curvas hacia ambos lados o simplemente 'edge'. El Galaxy S6 Edge fue el primero en adoptar este apellido que se mantendría con la gama S7. Con el tiempo, Samsung ha ido minimizando las curvas laterales hasta casi su desaparición, aunque por el camino se han convertido en casi una tendencia de diseño que ha sido adoptada por más marcas y que a día de hoy siguen manteniendo, pese a que ha quedado claro que no son lo más cómodo.
El Samsung Galaxy Round es la Samsung más gamberra, la que experimentaba con nuevos formatos en un momento en el que los smartphones casi eran unos recién llegados. Actualmente siguen apostando fuerte por nuevos formatos, pero las pantallas curvas han quedado atrás y directamente las doblan con los Galaxy Fold y Flip. Quizá el Galaxy Round quedara en una anécdota, pero en cierto modo fue la primera piedra de las propuestas más arriesgadas que vemos hoy.
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