Moto X y el dilema del Snapdragon 808: ¿es suficiente para competir con otros gama alta?

Hace unos días publicábamos en Xataka el análisis del Moto X Style. El gama alta de Motorola este año que empezó apuntando alto pero que en el tramo final se ha desinfado ligeramente. Los Moto X han sido todos los años móviles muy competitivos y este año no han decepcionado pero en especificaciones se han quedado un paso por detrás de otros modelos.

Si repasamos todos los móviles tope de gama que hemos tenido este año es fácil ver una línea divisoria entre quienes han apostado por la máxima potencia (léase Snapdragon 810 o Exynos 7) y los que han decidido no ir tanto a potencia (Snapdragon 808 y Kirin 935). Se abre una división y nosotros nos preguntamos a raíz del análisis del Moto X Style ¿hace falta ser puntero en hardware para optar a ser el mejor smartphone Android?

Un buen SoC no es suficiente para ser el mejor

Tras estar más de dos semanas con el Moto X Style no me cabe la menor duda de que es un gran terminal. Bien planteado, muy funcional y con mejoras notables en aspectos tan críticos como la pantalla y la cámara. En los tests sintéticos no es de los que mejor puntúa pero no está muy lejos de los dispositivos con Snapdragon 810 y compañía.

Más allá de los números y centrándome más en la experiencia de uso, sí que he notado que en algunas tareas puntuales como cargar juegos exigentes o la rapidez en mostrar algunas animaciones el Moto X Style flojea un poco. Pequeños tirones, algunos tiempos de carga demasiado rápidos... Además de estar un escalón por debajo, renderizar la pantalla en QHD se acaba acusando cuando hay que mostrar elementos 3D.

Pequeños detalles que lastran un poco el rendimiento de un móvil que salvo por el pobre rendimiento de la cámara en situaciones de poca luz no tiene faltas importantes. Snapdragon 808 es potente pero el SoC no es suficiente para definir que un móvil sea tope de gama. El mejor ejemplo de ello es el Nexus 5X que apunta más a gama media vitaminado que a ser un móvil más ambicioso.

Lo que tengo claro este año es que de momento los 4GB de RAM no marcan una gran diferencia. He probado tres terminales con esta configuración y salvo uno (OnePlus 2) el resto no hacen una buena gestión de tanta RAM. Está ahí, es más rápida pero la multitarea en algunos casos es muy corta. Lo del Edge Plus es muy extraño ¿solo cinco o seis aplicaciones? Parece que el software esté sujetando la RAM con mucha fuerza.

Motorola hace casi todo bien este año con el Moto X Style pero en algunos puntos ha perdido fuerza innovadora. El diseño es cómodo y hace que el terminal sea el más ergonómico que podéis comprar. Este año no he probado nada parecido: muy funcional, cae perfecto en mano, cómodo de utilizar... Todo bien pero es un dispositivo que luce muy poco.

Con todo, Moto X sigue siendo una gran opción

Si lo comparamos con el Galaxy S6 Edge Plus, referente este año en el sector phablet, es fácil ver que el X Style no tiene tanto de estilo como su nombre indica. Se queda corto y nos guste o no, el diseño es un elemento más a tener en cuenta. El hecho de no tener Moto Maker en España hace que pierda puntos pues con una carcasa diferente a la de goma ganaría enteros y disimularía algunos aspectos como el grosor.

Como conclusión quiero que tengamos claro que un gama alta no se define solo por tener el procesador más puntero de ese año. Por supuesto la potencia tiene que acompañar y no podíamos esperar que un móvil con Snapdragon 615 optara a ese puesto. 808 y 810 están muy cerca en potencia pura pero en el caso del Moto X Style lo que le ha fallado no ha sido la elección del procesador.

Hace todo muy bien pero no ha logrado de afinar en todos los apartados. Sigue siendo un móvil formidable (y a los 520 euros que está en Amazon es muy tentador) pero este año no es suficiente. Sí, actualizaciones más frecuentes y Android sin tanta personalización son dos incentivos pero hay cosas que pesan mucho y en las que Motorola no ha dado lo mejor de sí.